Rinitis alérgica | temporada de alergias: cómo diferenciar de un resfriado común en niños | | HOGAR-FAMILIA
Una de las principales preocupaciones para cualquier padre o cuidador es, sin duda, la salud de los niños. Mientras atraviesan una etapa de crecimiento y aprendizaje, es común que, en medio de su rutina- el colegio, las actividades extracurriculares y sus tiempos libres- comiencen a presentar síntomas, como estornudos, congestión nasal, secreción y tos. Por lo general, ante estos signos, los adultos suelen cuestionarse sobre si se trata de una alergia o un resfriado común, siendo este uno de los mayores desafíos en relación a la salud infantil, ya que en ambos casos la sintomatología suele ser bastante similar en un inicio. Sin embargo, existen diferencias clave, las cuales son fundamentales para determinar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones innecesarias. En definitiva, la confusión entre las alergias y los resfriados es bastante frecuente. Por un lado, como indicó la doctora Nandy Vega, subdirectora médica de MAPFRE a Hogar y Familia, los niños pueden llegar a contraer entre 6 a 10 resfriados al año, especialmente durante los meses más fríos. Por otro lado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las alergias son una de las seis enfermedades crónicas más comunes en la población infantil. Por lo tanto, los cambios de temperatura y el contacto con otros niños en el colegio o en actividades recreativas son algunos de los factores que pueden contribuir a dicha duda. Además, dado que su sistema inmunológico aún se está desarrollando, los menores son más susceptibles a múltiples afecciones respiratorias, lo que genera una mayor preocupación en los padres de familia. “Las alergias son una respuesta exagerada del sistema inmunológico ante sustancias que generalmente son inofensivas, conocidas como alergenos, entre las que se destacan: el polen, los ácaros del polvo, el moho, el pelo de animales y ciertos alimentos. Básicamente, el cuerpo identifica estos alergenos como peligros y libera histamina, lo que provoca los síntomas alérgicos. Mientras que, el resfriado común es una infección viral del tracto respiratorio, causada por virus, como el rinovirus, el cual se contagia a través del aire o por el contacto directo con superficies contaminadas”, explicó Vega. ¿Cómo se diferencian los síntomas entre ambas condiciones en los niños? De acuerdo a el doctor Jorge Saravia, neumólogo de la Clínica Internacional, los síntomas de las alergias y el resfriado son los siguientes: Alergias: Secreción Nasal: Generalmente clara y acuosa. Estornudos: Frecuentes y en ráfaga. Picazón: Picor en la nariz, ojos y garganta. Ojos lagrimosos: Ojos rojos y con picazón. Tos seca Un niño que estornuda sin parar al entrar en contacto con el polvo o el polen puede estar sufriendo de una alergia estacional, mientras que otro que tiene fiebre y dolor de garganta puede estar lidiando con un resfriado viral. Aunque ambas condiciones afectan el sistema respiratorio, su causa, duración y tratamiento son completamente distintos. Resfriado: Secreción Nasal: Generalmente más espesa y de color amarillo o verde a medida que avanza el resfriado. Estornudos: Pueden ocurrir, pero no son tan frecuentes como en las alergias. Fiebre: Puede haber fiebre leve en algunos casos. Tos con flema Dolores corporales y fatiga: Es más común sentir cansancio y malestar general. “Además de diferenciarse en las causas y en algunos síntomas, como la fiebre —que no suele aparecer en las alergias—, la duración también es un aspecto importante. Los síntomas de una alergia pueden durar semanas o incluso meses, especialmente si la exposición al alérgeno es constante, ya que las alergias suelen ser estacionales. En cambio, los síntomas del resfriado común tienden a desaparecer en un plazo de 7 a 14 días”. ¿Hay alguna época del año en la que sea más difícil diferenciar entre alergias y resfriados en niños? Las alergias a menudo tienen un patrón estacional o puede ser perennes, como las alergias al polvo o a los ácaros que se pueden desencadenar a lo largo del año, sobre todo, si tenemos en cuenta que, los síntomas de las alergias suelen aparecer rápidamente tras la exposición al alergeno y desaparecen una vez que se elimina la fuente principal. Por otro lado, como refirió Carlos Mendoza Fox, neumólogo pediatra de la Clínica Ricardo Palma, el resfrío común es más frecuente durante los meses fríos, cuando los virus circulan más activamente y los niños pasan más tiempo en interiores, lo que facilita la transmisión. “Cabe señalar que la primavera y el invierno son épocas complicadas debido a los altos niveles de polen y los cambios de temperatura, lo que incrementa las reacciones alérgicas, especialmente en casos de alergias como la rinitis alérgica, por lo que estas se confunden fácilmente con los resfriados. No obstante, es importante que los padres sepan que, los síntomas más distintivos de las alergias son la picazón en los ojos y la nariz, signos que no son comunes en los resfriados”, sostuvo la médico de MAPFRE. ¿Es posible que los niños presenten una alergia y un resfriado a la vez? Por supuesto, los niños pueden presentar alergias y resfriados al mismo tiempo. Según el doctor Álvaro Altamirano, asesor médico de Laboratorios Elifarma, los menores que son alérgicos y que normalmente están en tratamiento para abordar la rinitis alérgica, durante los meses escolares, es común que se contagien de algún virus debido a la interacción con otros compañeros infectados. En este contexto, aunque estos infantes tienen una condición alérgica, también pueden comenzar a mostrar síntomas de una infección viral, como dolor de cabeza, dolor de garganta, tos y fiebre. Si un niño presenta congestión recurrente que no mejora con el tiempo, o los síntomas parecen empeorar en determinadas situaciones o estaciones, es posible que se trate de una alergia. Por ello, la intervención temprana con el tratamiento adecuado es crucial para evitar complicaciones innecesarias, como sinusitis crónica, infecciones de oído recurrentes y asma. “Es fundamental tener en cuenta que, Lima debido a su microclima, presenta condiciones que favorecen a las enfermedades respiratorias. Básicamente, la ciudad se encuentra bajo un “techo” de nubes tipo efecto invernadero, lo que, sumado a la humedad del mar y la polución del aire causada