Qué es la ELA, la enfermedad que afecta al actor Eric Dane, de ‘Euphoria’ y ‘Grey’s Anatomy’ | BIENESTAR
El actor Eric Dane, de 52 años, reconocido por interpretar al carismático Dr. Mark Sloan en ‘Grey’s Anatomy’ y al complejo Cal Jacobs en ‘Euphoria’, anunció recientemente que ha sido diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica (ELA). En declaraciones a la revista People, el actor expresó su gratitud por el apoyo de su familia y manifestó su intención de mantener la privacidad durante este nuevo capítulo de su vida. A pesar del diagnóstico, Dane aseguró sentirse afortunado de poder continuar trabajando y adelantó su regreso al set de ‘Euphoria’, cuya nueva producción comenzará el 14 de abril . MIRA: Cardio vs. pesas ¿cuál es el ejercicio más eficaz para mantenerte saludable? ¿Qué es la esclerosis lateral amiotrófica? La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta las neuronas del cerebro y la médula espinal, lo que lleva a una pérdida gradual del control muscular. También conocida como enfermedad de Lou Gehrig —en honor al famoso beisbolista diagnosticado con ella—, la ELA puede comenzar con espasmos y debilidad en un brazo o pierna, así como con dificultades para tragar o hablar. Con el tiempo, compromete funciones vitales como el movimiento, el habla, la alimentación y la respiración. ¿Cuáles son los síntomas de la ELA? Los síntomas de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) pueden variar de una persona a otra, dependiendo de qué células nerviosas se vean afectadas. Según Mayo Clinic, la enfermedad suele comenzar con debilidad muscular localizada, que se extiende progresivamente y empeora con el tiempo. En muchos casos, los primeros signos aparecen en las extremidades —manos, pies, brazos o piernas—, antes de avanzar hacia otros grupos musculares. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran: Dificultad para caminar o realizar actividades cotidianas, como subir escaleras o mantenerse en equilibrio. Tropezones frecuentes y caídas, sin causa aparente. Debilidad en las piernas, los pies o los tobillos, lo que puede dificultar el movimiento. Debilidad o torpeza en las manos, con problemas para abotonarse la ropa o escribir. Dificultades para hablar o tragar, que progresivamente se agravan. Calambres musculares y espasmos, especialmente en brazos, hombros y lengua. Expresiones emocionales involuntarias, como llanto, risa o bostezos intempestivos. Cambios en el pensamiento o comportamiento, menos comunes, pero posibles. A medida que más neuronas motoras mueren, los músculos se debilitan aún más, afectando funciones esenciales como masticar, hablar, tragar e incluso respirar. A pesar de la gravedad del cuadro, la ELA no suele producir dolor en sus primeras etapas y rara vez afecta el control de la vejiga o los sentidos como el gusto, el tacto o el oído. De acuerdo con Cleveland Clinic, los primeros síntomas que suelen notarse son la debilidad y rigidez muscular, tanto en brazos y piernas (inicio en las extremidades) como en el habla y la deglución. La progresión de la enfermedad varía en cada persona, pero en todos los casos tiende a empeorar con el tiempo. Entre los síntomas iniciales se encuentran: Debilidad muscular en cuello, brazos o piernas. Calambres musculares dolorosos y frecuentes. Contracciones involuntarias (fasciculaciones) en manos, pies, hombros o lengua. Espasticidad o rigidez muscular. Dificultad para hablar, con pronunciación arrastrada o pérdida de claridad. Salivación excesiva o babeo. Fatiga persistente sin causa aparente. Problemas para tragar (disfagia), que dificultan la alimentación. En etapas más avanzadas, la ELA puede causar: Dificultades respiratorias severas y sensación de falta de aire. Incapacidad para caminar o levantarse de la cama sin ayuda. Pérdida de peso considerable, acompañada de dificultad para mantener una nutrición adecuada. Aunque el punto de inicio de los síntomas puede variar, con el tiempo la enfermedad afecta a todo el cuerpo. En casos graves, puede ser necesaria atención médica inmediata, sobre todo si aparecen signos de insuficiencia respiratoria. ¿Qué causa la Esclerosis Lateral Amiotrófica? La esclerosis lateral amiotrófica afecta a las neuronas motoras, responsables del control de los movimientos voluntarios del cuerpo, como caminar, hablar o tragar. Según explica Mayo Clinic, existen dos tipos de neuronas motoras: las superiores, que se extienden desde el cerebro hasta la médula espinal, y las inferiores, que van desde la médula espinal hasta los músculos. En la ELA, ambos grupos se deterioran de forma progresiva hasta morir, lo que impide que los músculos reciban señales para funcionar y, con el tiempo, conduce a una parálisis completa. En la mayoría de los casos, la causa de esta degeneración es desconocida. Mayo Clinic indica que alrededor del 10% de las personas con ELA tienen una mutación genética identificable, mientras que en el 90% restante la enfermedad aparece sin una razón aparente. Los investigadores creen que esta condición puede deberse a una compleja interacción entre factores genéticos y ambientales, aunque aún no se comprende del todo cómo se produce ese vínculo. ¿Cuáles son los factores de riesgo de la ELA? Aunque las causas exactas de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) aún no se comprenden del todo, la comunidad científica ha identificado diversos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad. Uno de los principales factores es la genética. En aproximadamente el 10% de los casos, la ELA es hereditaria, es decir, se transmite dentro de una familia. En estos casos, los hijos de personas con ELA hereditaria tienen un 50% de probabilidades de heredar el gen asociado. La edad también es determinante: el riesgo de padecer ELA se incrementa a partir de los 60 años y es más frecuente entre los 60 y los 85 años. En cuanto al sexo, antes de los 65 años la enfermedad afecta ligeramente más a los hombres, aunque esta diferencia se desvanece con la edad. Source link