El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este lunes a través de su red social, Truth, que ha retirado la protección del servicio secreto a Hunter Biden y Ashley Biden, los hijos de su antecesor como presidente, Joe Biden. El republicano prometió una presidencia de venganza, revanchismo y persecución de sus rivales políticos durante la campaña electoral. Trump también declaró este lunes “nulos” y sin validez algunos de los indultos concedidos por Joe Biden, pero luego rectificó y admitió que su declaración de las redes sociales no tenía valor para anularlos. “Hunter Biden ha tenido protección del Servicio Secreto durante un largo periodo de tiempo, todo pagado por el contribuyente estadounidense. Hay hasta 18 personas en este destacamento, ¡lo cual es ridículo!”, ha escrito en Truth, su red social. “Se informa de que, con efecto inmediato, Hunter Biden dejará de recibir protección del Servicio Secreto. Asimismo, Ashley Biden, que cuenta con 13 agentes, será retirada de la lista”, ha añadido. El anuncio de Trump se ha producido horas después de que un periodista la preguntase a Trump acerca de la escolta de Hunter Biden. El hijo del presidente ha sido uno de los blancos favoritos de los republicanos, que lo han sometido a acoso y persecución desde hace años, tratando de demostrar un supuesto gran escándalo de corrupción que afectaría al propio Joe Biden. La prueba más prometedora que consiguieron fue la declaración de un confidente que luego confesó que había cometido falso testimonio y ha sido condenado por ello. Hunter Biden fue declarado culpable de delitos fiscales y de la compra y posesión ilegal de un arma, pero su padre, Joe Biden, le indultó antes de que se dictase condena. El anterior presidente también dictó una serie de indultos preventivos para evitar que Trump, el primer delincuente convicto que alcanza la presidencia de Estados Unidos, persiguiese políticamente a esos rivales. Pasada la medianoche del domingo, Trump publicó en su red social un mensaje cuyo lenguaje en parte aparentaba ser un acto oficial. Según decía el texto, “muchos” de los indultos de Biden “quedan por la presente declarados nulos, vacantes y sin efecto ni validez”. Trump sostenía sin ningún fundamento que Biden no sabía que los estaba concediendo. El presidente también alegaba que la rúbrica de los mismos se produjo con un aparato (autopen) que se usa para firmar documentos. Trump, sin embargo, rectificó más tarde y, a preguntas de los periodistas, admitió que con su mensaje no estaba anulando los indultos que, por otra parte, ni siquiera concretaba. Entre ellos parecía incluir los concedidos a los miembros de la comisión parlamentaria que estableció su responsabilidad por el asalto al Capitolio, unos hechos de cuyas consecuencias penales escapó al dilatar el procedimiento con la colaboración del Tribunal Supremo. En un mensaje algo delirante, pero que puede interpretarse también como otro paso en la deriva de Trump hacia el autoritarismo y la persecución de los rivales políticos, Trump sostenía que Biden no sabía nada de los indultos y que todo era una especie de montaje, de modo que “las personas que sí lo sabían pueden haber cometido un delito”. Cuando a la portavoz de la casa Blanca, Karoline Leavitt, le han preguntado este lunes si hay alguna prueba o indicio de que algo así haya ocurrido, se ha limitado a contestar: “Usted es periodista, debería averiguarlo”. La periodista le preguntó si los asesores legales de Trump habían hablado con él antes de que publicara su afirmación en las redes sociales. “El presidente [Trump] estaba planteando la cuestión, ¿sabía el presidente [Biden] siquiera de estos indultos? ¿Se utilizó su firma legal sin su consentimiento o conocimiento?”, respondió Leavitt, lanzando sus preguntas al aire y diciendo que todos los periodistas deberían planteárselas, pero sin aportar el más mínimo indicio al respecto. Toda la fantasiosa construcción de Trump se basa en la posibilidad de que los indultos no fueran firmados en persona por Biden, sino con un dispositivo mecánico conocido como autopen, que se utiliza para reproducir la firma auténtica de una persona. Un brazo de la máquina sostiene un bolígrafo u otro instrumento de escritura, que reproduce una firma después de que se le haya introducido una muestra de escritura. Los presidentes, incluido Trump, los han utilizado durante años. Un dispositivo de firmado automático, en una imagen de archivo.Manuel Balce Ceneta (AP) Un dictamen de 2005 de la Oficina de Asesoría Jurídica del Departamento de Justicia afirmaba que se puede utilizar un autopen para firmar leyes. Barack Obama se convirtió en el primer presidente en hacerlo en mayo de 2011, cuando firmó una prórroga de la Ley Patriota. Obama estaba en Francia en viaje oficial y, con el tiempo agotándose antes de que la ley expirara, autorizó el uso del autopen para convertirla en ley. Mucho antes, en 1929, el fiscal general (el abogado que defiende a Estados Unidos ante el Tribunal Supremo) envió al fiscal general una guía sobre indultos. En ella se dice que “ni la Constitución ni ningún estatuto prescribe el método por el cual se ejercerá o evidenciará la clemencia ejecutiva”, informa Associated Press. Source link