El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa, Carlos Jornet, afirmó que es necesario que la presidenta Dina Boluarte modere su discurso contra la prensa y que acepte que su gobierno debe tener “mayor apertura”. El periodista argentino forma parte de la delegación de la SIP que, desde este lunes, recogerá testimonios para emitir un informe sobre la situación de la libertad de expresión en el país. — Recientemente, la presidenta Boluarte acusó a la prensa y al Ministerio Público de confabular contra su gobierno para dar un “golpe de Estado blando”. ¿Cómo interpreta estas palabras de la mandataria? Nos preocupa enormemente, porque muestra un desconocimiento de la dinámica de la relación entre gobierno y la prensa. La misión de la prensa no es halagar al poder, sino investigarlo, denunciar eventuales irregularidades, y exigirle que rinda cuentas de las acciones que desarrollan los gobernantes. Por lo tanto, si la presidenta no comprende esta dinámica o no la comparte, debería repasar la declaración de principios sobre la libertad de expresión de la CIDH o los estándares para el relacionamiento entre gobernantes, periodistas y medios de comunicación que aprobó la SIP en octubre pasado en su asamblea en Córdoba. Allí está claro que esta relación que seguramente tiene momentos de tensión debe ser preservada por los gobernantes, porque hace que un pueblo, una ciudadanía esté informada y pueda ejercer control. — ¿Es usual que una presidenta acuse a los medios de comunicación de golpistas? No es usual, pero hay antecedentes. En Argentina, por ejemplo, durante el kirchnerismo se hablaba de “prensa destituyente”, que es un término muy similar al que usted está usando ahora. Y el presidente Trump tiene una política en materia de confrontación con la que de alguna medida abreva en la realidad de dirigentes autócratas de América Latina, pero también es una señal de que avala a esos mismos gobiernos para que sigan con esa línea permanente de estigmatizar, de permanentemente denigrar y hacerle perder credibilidad a la prensa para que el discurso oficial sea lo único que se escuche. Esos son gobiernos que no aceptan la discrepancia. […] Entonces, la prensa les molesta, les incomoda, pero esa es la tarea que la prensa siempre ha tenido y que siempre ha hecho que las repúblicas y las democracias sean más abiertas y transparentes. El camino contrario es uno que lleva a la autocracia, hacia el autoritarismo. — El Perú ha registrado el mayor descenso en el Índice Chapultepec de Libertad de Expresión y Prensa en los últimos dos años, un estudio independiente desarrollado para la SIP. ¿Por qué? El Perú, y ustedes lo saben muy bien, desde hace ya bastante tiempo viene con una fuerte inestabilidad política. Y eso ha ido afectando a la libertad de expresión y de prensa. Nosotros comprobamos esto, que se venía denunciando ante la SIP por nuestros asociados y por periodistas independientes, durante una misión exploratoria que hicimos el año pasado de forma virtual. Personalmente, estuve en mayo del año pasado cuando organizaciones de la ONU hicieron un acto en Lima para conmemorar el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Y allí hablando con colegas, percibí todo este clima ominoso en contra de la libertad de prensa con hostigamiento en línea y presencial en contra de periodistas, con violencia física en muchas regiones del país y todo esto ante una pasividad de las fuerzas del orden que deberían aportar orden. Y, además, hay un clima en el Congreso de permanente presentación de proyectos de ley que han sido bien catalogados como leyes mordaza, porque lo único que buscaban era restringir aún más la libertad de movimiento y de información de los periodistas […] Lamentablemente, el Perú ha venido cayendo sistemáticamente en nuestro índice de Chapultepec y hoy se ubica en los últimos lugares junto a países que tienen gobiernos claramente autoritarios como Nicaragua, Venezuela y Cuba. Lee también: La SIP visitará Perú en medio de un clima hostil contra los medios: ¿La libertad de prensa está cada vez más restringida? — La presidenta Dina Boluarte tiene dos años y tres meses en el poder. Y durante ese tiempo no ha firmado la Declaración de Chapultepec. ¿Qué mensaje brinda con esto? Cuando ella asumió [la presidencia], el Perú venía de todo el período de Castillo, que había sido de alta tensión social y política. Entonces, creímos oportuno pedirle que firmara un compromiso con la libertad de prensa, suscribiendo la Declaración de Chapultepec, pero nunca recibimos una respuesta a ese planteo. Esto empezó a mostrar que no había un compromiso real de ella con la libertad de prensa. Pero, si ella está dispuesta a recibirnos [a la delegación de la SIP] vamos a dialogar con gusto y vamos a escuchar sus razones, pero también queremos que escuche nuestros planteos en demanda de una mayor apertura. Realmente es inconcebible que un gobernante no tenga diálogo con los periodistas, que no acepte una requisitoria periodística, sobre todo cuando hay casos que han conmovido a la opinión pública y en los cuales ella misma ha sido protagonista. — En su comunicado, la SIP menciona que los ataques a la prensa no solo vienen del Ejecutivo, sino de otros poderes e instituciones del Estado. ¿Cuáles les generaron mayor preocupación? Como te decía recién, el Parlamento ha sido un escenario permanente para presentar proyectos en contra de la prensa o buscan restringir su acción. Se han escuchado muy pocas voces, en ese ámbito, en defensa de la libertad de expresión y de la necesidad de que la ciudadanía tenga información más abierta de parte del gobierno. [Nos preocupa] en primer lugar el Poder Ejecutivo; el Poder Legislativo, en segundo; y la justicia con algunos jueces que le dan cabida a demandas que fueron totalmente injustificadas contra periodistas y medios de comunicación Entonces, vemos realmente un escenario institucional muy complejo, de alto deterioro para las libertades ciudadanas y en este caso para las libertades de expresión y de prensa y con