“Implacable” no es la típica película de Liam Neeson, sino un drama notable | RESEÑA | ABSOLUTION | | SALTAR-INTRO
Podríamos empezar diciendo que “Implacable” (“Absolution”, como es su título original en inglés) decepciona porque en ella, su protagonista, el irlandés Liam Neeson (72 años) no arrasa con un batallón de malhechores y delincuentes de poca monta. Pero nada sería más injusto. La película del director noruego Hans Petter Moland rompe el esquema típico al que nos tenía acostumbrado este septuagenario superhéroe de carne y hueso. Aunque eso quizás tampoco es muy cercano a la realidad. El último recuerdo de Liam Neeson en pantalla tampoco fue, en absoluto, un cocktail de puñetes, disparos y bombas explotando a por doquier. Hablamos de “En tierra de santos y pecadores”. La película, dirigida en 2023 por Robert Lorenz, proponía poco, pero lograba mucho. En sus 106 minutos de duración conocimos la historia de Finbar, un viejo sicario que buscaba redención en la Irlanda del Norte allá por los setentas. ¿Cómo lo logró? Desarticulando, a costa de exponer su integridad, una minúscula célula terrorista. Apelar a un Liam Neeson que dejaba la aniquilación de batallones enteros –tal como pasó en esa icónica trilogía de acción titulada “Búsqueda implacable” – para centrarse en objetivos específicos y apelar a situaciones dramáticas resulta quizás un camino natural de un actor que a los 72 años lo ha dado todo en pantalla. Porque cualquier seguidor suyo lo ha visto dando vida a personajes que, aunque tenían ligeras variaciones, siempre nos recordaban al agente Brian Mills. Pero “Implacable” (aunque su título en castellano le roba una palabra a la trilogía ya mencionada) es, felizmente, un paso firme en el camino de Neeson, un artista que ha tenido a sus fans en ascuas desde que declaró que “dejaría de actuar en cintas de acción” porque la edad no le daba par más. Mientras esperamos (por decirlo de alguna forma) que esa fecha llegue, toca contentarse con ensayos más bien dramáticos, en los que lo humano se coloca por encima de los saltos, golpes y disparos. Pasó en “En tierra de santos y pecadores” y pasa ahora. MIRA: “Disco, Ibiza, Locomía”: el ligero y poco ambicioso retrato sobre uno de los grupos sensación de los 90 “Implacable” cuenta la historia de Thug, un exboxeador y experimentado gánster que de un momento a otro descubre que sus dolores de cabeza y pérdidas de memoria recurrentes se deben a que padece una Encefalopatía Traumática Crónica. La recepción del diagnóstico ocurre en la primera hora de la película, etapa que podríamos considerar como de presentación. Liam Neeson en una escena de «Implacable», película que protagoniza y que acaba de llegar a cines peruanos. En 60 minutos veremos a nuestro protagonista como un hombre con poco cabello (canoso) que, aunque va lento, no ha perdido su habilidad para golpear y disparar, y que trabaja como chofer del mafioso Charlie Conner (Ron Perlman). También conoceremos a ‘la mujer’ (Yolonda Ross), una dama a la que Thug conoce en una noche de copas en un bar y con la que entabla una relación amorosa. Por otro lado, veremos a Daisy (Frankie Shaw), la hija del exboxeador que no le ha perdonado su abandono tiempo atrás. Ella tiene un hijo menor de nombre Dre (Terrence Pulliam). A todos ellos se les podría sumar, dentro de este ambiente oscuro que se mueve en Boston, Kyle (Daniel Diemer), el aspirante a gánster que, recomendado por Charlie, busca hacerse del puesto de Thug, pero no siempre de maneras correctas. Siguiendo con esta división de la cinta en dos. La primera parte de “Implacable” presenta algunos aspectos ya vistos en diversas otras películas previas de Neeson. El más claro detalle similar podría ser el hecho de la pérdida de memoria, algo que pasaba en la cinta “Asesino sin memoria” del año 2022. En aquella cinta de Martin Campbell, nuestro héroe irlandés (llamado Alex Lewis) debe luchar contra el avance del Alzheimer, a la par que cubre su espalda de una peligrosa organización criminal. Liam Neeson en una escena de «Implacable», película que protagoniza y que acaba de llegar a cines peruanos. Otro detalle común a otras películas de Neeson tienen que ver directamente con lo íntimo y familiar. El exboxeador de la película que acaba de llegar a cines peruanos luce atormentado por los errores de su pasado. Cuando siente la iniciativa de corregirlos, el mal que padece parece frustrarlo todo. En esa línea, el tema familiar también se nos hace coincidente. Aquí Thug vive las consecuencias de haberse distanciado de sus hijos. Y en el momento en que desea recuperarlos, ya aquejado por sus problemas de memoria, descubre que Colin, su hijo, está muerto, y cuando va por Daisy, ella lo rechaza con duras palabras. Así pues, la personalidad de nuestro protagonista y su final a pura soledad son elementos comunes con otras historias que se difundieron en la pantalla con diferente resultado. La película de Hans Petter Moland es buena, aunque tampoco merece la etiqueta de perfecta. El director noruego presenta los instantes íntimos con transiciones lentas y silencios que pueden resultarnos algo pesados. Los idas y vueltas de la pareja que conforman Thug y ‘la mujer’ se terminan agotando en algún momento. Y el poco deseo por explotar el vínculo entre abuelo y nieto también menoscaba en parte el resultado final de la propuesta. Pero, y volviendo a lo bueno, es en la segunda parte de la película que las cosas mejoran notablemente. Nos hemos alejado ya de cualquier intento por mostrar una propuesta de acción. “Implacable” tiene medio pie en el thriller y el uno y medio restante en el drama. En algún momento Thug descubre que su trabajo es execrable: traslada mujeres inmigrantes víctimas de trata y explotación sexual. Cuando decir enmendar su error parece algo tarde: la culpa de la que seremos testigos es muy bien manejada por los años de experiencia que tiene Neeson. Liam Neeson en una escena de «Implacable», película que protagoniza y que acaba de llegar a cines peruanos. El descubrimiento de la mafia de explotación sexual se combina, entonces, con