La fiscalía acusa a Keiko Fujimori de liderar una organización criminal que “instrumentalizó” a Fuerza Popular para lavar US$ 17.3 millones, principalmente a través de sus campañas del 2011 y 2016. Dentro de ese monto destacan los presuntos aportes de la constructora brasileña Odebrecht por US$ 1 millón en el 2011; así como los de empresas nacionales ligadas a Dionisio Romero (Credicorp e Inversiones Piuranas) por US$ 4.1 millones y al Grupo Rasmuss por US$ 7.6 millones, en ambas campañas. LEE TAMBIÉN | La corte del amor y el odio, una crónica de Fernando Vivas Por esa acusación, el fiscal José Domingo Pérez solicita 30 años y 10 meses de prisión para Keiko Fujimori y la “cúpula” de la presunta organización. Además, solicita la liquidación y disolución del partido Fuerza Popular como persona jurídica. Para el Ministerio Público, la ilicitud del dinero proviene de la corrupción de Odebrecht y, en el caso de los empresarios peruanos que entregaron sus aportes en efectivo, del fraude en administración de empresas y violaciones las normas financieras. Frente a esto, el abogado Salas rechazó todos los cargos y afirmó que al final del juicio, el juzgado liberará al partido “de cualquier pretensión sancionadora”. Montos lavados según la acusación fiscal Origen Monto total 1. Odebrecht US$ 1,000,000 2. Credicorp e Inversiones Piuranas (ligados a Dionosio Romero US$ 3,650,000 + US$ 440,000 = US$ 4,090,000 3. Grupo Rasmuss US$ 3,500,000 + US$ 440,000 4. Confiep US$ 2,077,500 5. Vito Rodríguez US$ 200,000 6. Club de la Construcción US$ 52,000 y S/ 18,000 7. Luis Calle Quirós US$ 15,000 8. MVV Bienes Raíces US$ 2,192,859.72 La tesis de la defensa del partido fujimorista pasa por no negar que los aportes de empresas ligadas a los empresarios nacionales ocurrieron, sino en centrarse en que no fue dinero de origen ilícito. Y que por lo tanto, no se podrá probar el delito de lavado de activos. En cambio, los presuntos aportes de Odebrecht sí son negados. “Este juicio depende de hechos, no presunciones”, afirmó este lunes el abogado Christian Salas, defensa legal de Fuerza Popular, al inicio de su alegato de apertura frente los jueces del Tercer Juzgado Colegiado de la Corte Superior Nacional. En esa línea, indicó que dentro del caso hay “hechos no debatidos, no cuestionados, y que no deben hacernos perder tiempo en actividad probatoria” y “hechos cuestionados, contradichos, que deben ser debatidos”. Es decir, hay que hechos que admiten y otros que rechazan. Dentro de los hecho admitidos, afirmó que “no deben ser objeto de prueba la existencia de aportantes simulados”, ni “la existencia de empresarios privados nacionales que dieron aportes a la campaña”. “Lo que debe ser objeto de prueba, y eso es lo contradicho y sobre lo que vamos a litigar, es si tenemos un caso de lavado de activos […] En este juicio no se a poder probar el origen delictivo”, afirmó. “Confiep, el empresario Dionosio Romero, el señor Rasmuss, el Grupo Rodríguez, son aportantes que en su momento optaron por la confidencialidad de los aportes que hicieron. ¿Eso es delictivo? No. Por el contrario: ese pedido de confidencialidad de esos aportes de dinero que hicieron a las campañas sirven para explicar el por qué se usaron y por qué aparecieron esos aportantes simulados”, remarcó Salas. La simulación de aportes fue uno de los métodos con los que, de acuerdo con el Ministerio Público, operó la presunta organización criminal. “Consiguió personas vinculadas al ámbito familiar, amical, empresarial o partidario de los integrantes de la organización criminal, que tuvieran capacidad económica para aparentar un aporte real a favor del partido político”, dice la acusación fiscal, recogida en el auto de enjuiciamiento. De acuerdo con la fiscalía, los aportes del Grupo Rasmuss sumaron US$ 7.6 millones; los ligados a Dionisiro Romero, US$ 4.1 millones; el de la Confiep, US$ 2 millones; y el de Vito Rodríguez, US$ 200 mil. “El dinero de estos empresarios no es delictivo y en este juicio eso quedará evidenciado. A tal punto que esos empresarios no son parte de este proceso […] El supuesto origen delictivo que plantea la acusación, que es fraude en la administración de personas jurídicas, hoy no existe”, afirmó Salas. Respecto al aporte de Luis Calle Quirós, que la fiscalía vincula con un origen ligado al tráfico ilícito de drogas, afirmó que este fue “retenido” y que tras conocer su supuesto vínculo con ese delito, el partido rechazó este aportes. Agregó que luego, las imputaciones contra Calle Quiroz fueron archivadas. “Esta acusación por lavado de activos se va a caer, se va a venir al piso”, afirmó el abogado. Por un lado, Salas afirmó que “es imposible” que la fiscalía pruebe que hubo dinero de origen ilícito de Odebrecht destino a la campaña fujimorista del 2011: “Marcelo Odebrecht y Jorge Barata no han dicho ni dirán que destinaron dinero sucio al partido político Fuerza Popular. Ni Odebrecht ni Barata son colaboradores eficaces en este caso […] En este juicio jamás los escucharemos decir que reconocieron haber cometido lavado de activos y que dieron dinero ilícito a la campaña del partido”. Christian Salas, abogado de Fuerza Popular en este caso. Foto: GEC / Alonso Chero Por otro lado, también negó que pueda probar que exista una ruta de “dinero delictivo de Odebrecht” desde Brasil hasta las cuentas fujimoristas. “Dinero sucio, supuestamente de Odebrecht, jamás ingresó a las cuentas del partido Fuerza Popular, aseguró. Luego, el abogado también rechazó los cargos por obstrucción a la justicia, falsa declaración en procedimiento administrativo, falsedad genérica y organización criminal. “Retamos al Ministerio Público a que pruebe lo que planteo. No tendrá prueba suficiente […] Vamos a probar que existieron aportantes formales, que siguieron un debido procedimiento administrativo, con fondos legítimos. Que en el contexto de las campañas 2011 y 2016, era imposible que la dirección de Fuerza Popular sospechara de Odebrecht […] Probaremos que este caso ha sido generado indebidamente”. Respecto a este último, adelantó que ofrecerá como testigo nuevo a Jaime Villanueva, ex asesor de la Fiscalía de