Desde el pasado 7 de octubre, cuando Israel declaró la guerra a Hamás en Gaza luego de ser atacado en su territorio, Hezbolá decidió respaldar a los palestinos y empezó a disparar cohetes y misiles especialmente hacia el norte de Israel. En ese período de tiempo, la milicia libanesa ha perdido a 10 de sus 11 principales comandantes, siendo Nasrallah el dirigente de más alto perfil. MIRA: Cómo Hezbolá se ha preparado para una invasión del Líbano y el enorme arsenal que tiene para usarlo contra Israel “Más de otros 20 terroristas de diferentes rangos, que se encontraban en el cuartel general subterráneo de Beirut, situado bajo edificios civiles, y que dirigían las operaciones terroristas de Hezbolá contra el Estado de Israel, fueron igualmente eliminados”, indicaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en un comunicado. La gente camina entre los escombros de los edificios que fueron arrasados el 27 de septiembre por ataques israelíes donde murió el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en el barrio Haret Hreik, en Beirut. (Foto de AFP). / – Además de Karaki y Nasrallah, las FDI dijeron que también perecieron Ibrahim Husein Jazini, jefe de la unidad de seguridad del líder de Hezbolá; Samir Tawfiq Dib, asesor de Nasrallah; Abed al Amir Muhamad Sablini, jefe del fortalecimiento de fuerzas de Hezbolá y Ali Naaf Ayoub, responsable de coordinar ataques. Según las FDI, Jazini y Dib estaban entre las personas más cercanas a Nasrallah y constituían un importante centro de conocimiento sobre la vida cotidiana de Hezbolá en general y de su líder en particular. Ali Karaki. En cuanto a Ali Karaki, era el comandante del Frente Sur de Hezbolá. Israel intentó matarlo en un bombardeo en Beirut el pasado viernes 20 de setiembre. Hezbolá dijo aquella vez que sobrevivió y que fue llevado a un lugar seguro. Karaki era miembro del Consejo de la Yihad, el máximo órgano militar de Hezbolá, y había supervisado numerosos ataques y enfrentamientos con Israel desde la década de 1980. En setiembre del 2019, Estados Unidos le impuso sanciones. Hezbolá también confirmó su muerte mediante un comunicado: “La Resistencia Islámica trae al pueblo de la resistencia y a los mártires al gran líder yihadista Hajj Ali Karaki, alias Abu al Fadl, quien fue martirizado con un grupo de sus hermanos combatientes en la criminal incursión sionista en Haret Hreik”, dijo el grupo. De acuerdo con Hezbolá, Karaki tuvo un papel “histórico” durante el fin de la invasión israelí al Líbano en el 2000 y también durante la posterior guerra librada por las partes en el 2006. El comandante de Hezbolá, Nabil Qaouk, eliminado por Israel en un ataque en la periferia sur de Beirut, en el Líbano. (Foto de las Fuerzas de Defensa de Israel). Este domingo, Israel también confirmó que el sábado mató a Nabil Qaouk, comandante de la Unidad de Seguridad Preventiva de Hezbolá y miembro de su Consejo Ejecutivo, en un bombardeo en Beirut. De acuerdo con las FDI, Qaouk era cercano a los altos mandos de Hezbolá y participó directamente en ataques terroristas contra el Estado de Israel y sus ciudadanos. Se unió a Hezbolá en la década de 1980 y era considerado una importante fuente de conocimientos en su campo, habiendo servido como comandante adjunto de la región sur en el Consejo Operativo de Hezbolá, comandante de la región sur y comandante Adjunto del Consejo Operativo. Opinión… El futuro de Hezbolá Por Francisco Belaunde Matossian Analista internacional Tras la guerra civil en el Líbano, que terminó en 1990, para asegurar la paz se estableció un sistema de poder compartido: la Presidencia de la República está reservada a un cristiano, el primer ministro debe ser un musulmán sunita y el presidente del Parlamento un musulmán chiita. Pero el país no tiene presidente desde hace dos años debido a pugnas internas en el Legislativo, que es el llamado a elegirlo. El descabezamiento de Hezbolá lo puede debilitar internamente. No podemos saber todavía hasta qué punto. Ellos van a mantener su presencia en el Parlamento y tienen de aliado al presidente del Legislativo, que es del Movimiento Amal. Pero sin duda esto puede tener un efecto en la política nacional. Por ahora los políticos libaneses están llamando a la unidad nacional porque el país está siendo atacado, más allá de que Hezbolá sea el blanco. Pero posiblemente después se ponga en cuestión su fuerza política. Hay que tener en cuenta que además de partido político, Hezbolá es una fuerza militar que actúa como una especie de beneficencia, da servicios de salud, de educación, entre otras obras sociales. En cuanto a si el debilitamiento de Hezbolá puede ser aprovechado por países occidentales cercanos al Líbano para tratar de reconfigurar la escena política interna, eso sí tendría serias consecuencias, incluso hasta una guerra civil, pero no creo que suceda. Antes han intentado hacerlo y ha sido complicado. Por ejemplo, Francia tiene una relación muy activa con el Líbano, que va desde el siglo XIX. Cuando se produjo la explosión en el puerto de Beirut, el presidente Emmanuel Macron visitó el Líbano y habló con los actores, pero después se desanimó porque había un bloqueo político. El sistema libanés está muy anclado en viejas cúpulas, lo que es una gran tragedia para el país. Hay gente que está en el poder desde hace muchísimo tiempo, incluido justamente el presidente del Congreso, que está en el cargo desde 1992, y es un actor relevante de la política desde los años 80. ¿El debilitamiento obligará a Hezbolá a negociar con Israel? Entiendo que ahora Hezbolá va a tratar de privilegiar su supervivencia; entonces, eventualmente asimilará el golpe para poder reconstruirse, y se sentaría a negociar con Israel. Además, Irán está en esa lógica, no está contestando y probablemente no lo hará, porque ve que Israel es demasiado fuerte. Irán tiene una postura que es absolutamente absurda, ¿cómo puede tener como objetivo nacional eliminar al Estado de Israel? Eso no tiene ni pies ni cabeza; sin embargo, toda su política externa está