176 psicólogos por cada 100 mil habitantes: Cómo repercute la falta de profesionales en la salud mental de los peruanos | psicoterapia | estigmas | depresión | BIENESTAR
A lo largo de la historia, la salud mental ha sido constantemente relegada a un segundo plano frente a las enfermedades físicas, a pesar de trastornos, como la depresión, la ansiedad, el estrés postraumático y otros problemas psicológicos que afectan a un gran grupo de personas en todo el mundo, independientemente de su edad, género o estatus socioeconómico. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de mil millones de individuos padecen de alguna patología mental. Si bien en los últimos años, su relevancia ha cobrado mayor importancia, especialmente tras la pandemia de Covid-19, la cual evidenció las profundas carencias en el acceso a servicios psicológicos y psicoterapéuticos, poniendo de manifiesto una crisis de salud mental a gran escala. En el Perú, esta situación se ha agravado, pues como señaló el doctor Miguel Vallejos, decano nacional del Colegio de Psicólogos del Perú a Bienestar, después de la emergencia sanitaria, los problemas de salud mental, como la ansiedad, el estrés, la depresión, la violencia desde el punto de vista clínico y el consumo de alcohol y de drogas se han incrementado en un 20% a 40%. Sin duda, esto demuestra una mayor demanda de atención, aunque lamentablemente sigue existiendo una gran brecha en los servicios disponibles. “A pesar de los diversos esfuerzos para mejorar el acceso a los servicios de salud mental, aún persisten algunos desafíos significativos, como el impacto de la pandemia y la estigmatización, pues lastimosamente este sigue siendo un tema tabú en muchas comunidades, lo que dificulta que las personas busquen ayuda. Asimismo, el financiamiento para programas de salud mental suele ser limitado, afectando tanto la calidad como disponibilidad de los servicios y, a esto se suma la falta de conciencia y educación sobre la salud mental y su importancia. Sin embargo, uno de los principales problemas detrás de esta situación es la escasez de psicólogos especializados en psicoterapia, lo que genera una sobrecarga en clínicas y hospitales”, expresó el doctor Alberto Alegre Bravo, psicólogo y coordinador académico de la carrera de psicología de Continental University of Florida. De acuerdo al doctor Vallejos, en todo el país, hay aproximadamente 60 mil psicólogos colegiados, lo que equivale a 176 psicólogos por cada 100 mil habitantes. Sin embargo, esta cifra incluye a profesionales que ejercen en diversas áreas de la psicología, como la forense, organizacional, educativa, entre otras, y no exclusivamente en el ámbito clínico o en la práctica de la terapia psicológica. Actualmente, se tienen inscritos 487 psicólogos formados como psicoterapeutas en universidades licenciadas, cuya especialidad está registrada en SUNEDU, y cerca de 900 profesionales que han recibido su formación en centros especializados en psicoterapia. Las causas de la falta de psicoterapeutas son diversas y complejas. Factores como la centralización de los servicios de salud en las grandes ciudades, la falta de incentivos económicos y laborales para los profesionales de la salud mental, y la limitada oferta de programas de formación especializada, agravan una crisis de salud mental en el Perú. ¿A qué se debe la falta de psicoterapeutas en el Perú? El déficit de terapeutas en Perú se debe a varios factores interrelacionados. En primer lugar, como explicó el especialista de la Continental University of Florida, la oferta de programas académicos en psicología y disciplinas afines a la salud mental es limitada, lo que restringe el número de graduados. Además, la salud mental ha recibido históricamente menos atención y financiamiento en comparación con otras áreas de la salud, lo que ha frenado la creación de más puestos de trabajo. A esto se suman los bajos salarios y las condiciones laborales poco atractivas que enfrentan muchos psicoterapeutas, lo que desincentiva a los profesionales a trabajar, sobre todo, en el sector público o en zonas rurales. “Sin duda, uno de los factores que explica la falta o la distribución desigual de los terapeutas en el país es la combinación de aspectos geográficos, económicos y sociales, pues la concentración de recursos en áreas urbanas genera un vacío en la atención en zonas rurales, donde la demanda es alta, pero la oferta de profesionales es escasa. Provincias como Puno, Huancavelica, Apurímac y Loreto enfrentan una grave escasez de profesionales de salud mental debido a la dificultad de acceso y a la migración hacia las ciudades. De igual manera, las regiones andinas y amazónicas cuentan con menos recursos y una infraestructura de salud mental más limitada, mientras que, lugares como Cajamarca y Cusco también sufren por la falta de inversión en salud pública, lo que reduce la disponibilidad de servicios. Es importante destacar que, aunque ciudades grandes como Lima tienen más terapeutas, las zonas marginales y poblaciones vulnerables a menudo carecen de acceso adecuado a estos servicios”. Por su parte, el decano del Colegio de Psicólogos del Perú refirió que, existe la percepción de que solo se debe acudir al psicólogo cuando se enfrentan problemas moderados o graves, sin adoptar una visión preventiva. Básicamente, esto se debe, en gran medida, a que la salud mental no se ha normalizado y sigue cargada de estigmas, pues históricamente, ha estado asociada con la psicosis o “locura”, lo que ha dificultado su aceptación. Además, las intervenciones del pasado, como los tratamientos en manicomios, han reforzado esta visión negativa, lo que desalienta a muchas personas a buscar ayuda psicológica, a pesar del alto índice de trastornos mentales en el país. ¿Cuáles son las principales consecuencias que genera la falta de terapeutas a la salud mental de los peruanos? La falta de acceso a una atención adecuada puede incrementar la prevalencia de trastornos y problemas relacionados a la salud mental, como la ansiedad, la depresión, el estrés, el maltrato y la violencia familiar. Según Liliana Tuñoque, psicoterapeuta de la Clínica Internacional, la ausencia de un diagnóstico oportuno y, por lo tanto, de tratamiento puede desencadenar cuadros psicopatológicos más severos debido al aumento de los síntomas. Por ejemplo, en el caso de la violencia, las personas pueden llegar a atentar contra la salud física y emocional de mujeres, niños o adultos, lo que genera