Galicia grita “Altri mata” en una gran manifestación por tierra y mar contra la política industrial de la Xunta | Clima y Medio Ambiente
No habían dado las 12 del mediodía, hora de la convocatoria, y las sirenas de más de 500 barcos ya sonaban acercándose desde distintos puertos hacia la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal, al norte de la Ría de Arousa, entre Pontevedra y A Coruña. Mientras, por tierra, autobuses y coches particulares iban arribando (y colapsando) el pueblo marinero con miles de personas (y de paraguas), determinadas a desafiar la alerta meteorológica lanzada el viernes para el litoral de las dos provincias. Trabajadores de los sectores del mar, la agricultura, la ganadería, grupos ecologistas y formaciones políticas —excepto el PP— han llenado este sábado A Pobra para clamar contra la política industrial de la Xunta y dos proyectos empresariales que se tramitan en la cuenca del río Ulla. Son la macrocelulosa de la portuguesa Altri en Palas de Rei (Lugo) y la reapertura de la mina de cobre de Touro (A Coruña), de Atalaya Mining, propietaria también de Río Tinto, que en junio de 2024 fue declarada “proyecto estratégico” por el equipo de Alfonso Rueda. Altri “tendrá licencia administrativa, pero lo que es cien por cien seguro es que no tiene licencia social”, ha defendido la presidenta de la asociación vecinal Ulloa Viva, Pilar Naveira, a la vista de la multitud congregada contra viento y marea. Por su parte, el presidente de otro colectivo convocante, la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa, Xaquin Rubido, ha pedido la dimisión de los conselleiros de Mar, Economía e Industria y Medio Ambiente. Rubido también ha señalado como responsable máximo a Alfonso Rueda, mientras los manifestantes a pie clamaban consignas como “Altri non” o “Altri mata, la mina remata”. Antes de ser heredado por Rueda el asunto, la implantación de Altri en Lugo fue respaldada por Alberto Núñez Feijóo como presidente de la Xunta. Decenas de personas participan en la manifestación contra el proyecto de celulosa que la multinacional portuguesa Altri en A Pobra do Caramiñal (A Coruña), este sábado. Lavandeira Jr. (EFE) La manifestación por mar y por tierra ha discurrido por el frente litoral, entre las instalaciones portuarias y la playa do Areal, pese a la alerta naranja por olas de hasta ocho metros en Galicia decretada por AEMET y las advertencias lanzadas por la propia Xunta, contra la que se dirigía la protesta. El viernes, el Gobierno gallego llamaba a “extremar las medidas de seguridad en cualquier actividad en el mar” e insistía en la importancia de mantenerse “alejados de las zonas de costa”. Pero no ha habido desmovilización: los ánimos de los sectores afectados a todo lo largo de la cuenca del Ulla, que atraviesa el corazón de Galicia, pesaron más que los avisos de la Administración. Desde hace días, en decenas de municipios se podían ver pancartas, anuncios y hasta bandos recordando lo crucial de esta cita en A Pobra, que sigue a otras muchas concentraciones y protestas en los últimos meses. Hora y media después de empezar la marcha, todavía seguían entrando coches en la localidad de 9.200 vecinos, y la organización hablaba ya de 50.000 manifestantes, una cifra que también ha difundido Greenpeace. Con lemas como “defendemos nuestro modo de vida” y “el agua no se vende” —ya que los dos proyectos industriales, la mina y la celulosa, precisan grandes cantidades para su actividad— la marcha, que ya estaba convocada previamente por el Día Mundial del Agua, se produce solo ocho jornadas después de aparecer publicada en el Diario Oficial de Galicia la bendición ambiental de la Xunta a la polémica factoría de Altri. La fábrica requerirá una captación del cauce del Ulla de hasta 46 millones de litros al día, un volumen que, recalcan los detractores, equivale al consumo actual de toda la provincia de Lugo. De las instalaciones de la pastera, enfocada en parte al sector de la fibra textil a partir de madera de eucalipto, saldrán al año hasta 400.000 toneladas de celulosa soluble. Altri-Greenfiber pretende devolver a ese cauce 30 millones de litros de aguas residuales diarias tras ser tratadas en una depuradora. Varias embarcaciones se suman a la manifestación en A Pobra do Caramiñal (A Coruña), este sábado. Lavandeira Jr. (EFE) La planta, presidida por una chimenea de 75 metros, ocupará una parcela de 366 hectáreas y limitará con la Red Natura. El agua del Ulla desemboca en la Ría de Arousa, una de las más ricas y también de las más castigadas de Galicia. La manifestación de este sábado se suma a un ya largo calendario de acciones y protestas secundadas por cientos de colectivos sociales y asociaciones de productores en Galicia contra el proyecto de Altri, rechazado también públicamente por representantes de la cultura como Manuel Rivas, Luis Tosar, Luis Zahera, David Chipperfield y hasta Manu Chao. La líder de la oposición, Ana Pontón (BNG), ha exigido durante la manifestación al presidente de la Xunta que “rectifique” su decisión sobre Altri porque “el PP solo acierta en Galicia cuando rectifica”. La nacionalista ha calificado el proyecto de “bomba ambiental” y ha pedido a la Xunta que “escuche el clamor de la marea de dignidad de los miles de personas” que se han sumado a la marcha desde toda Galicia. Pontón ha insistido, una vez más, en una pregunta sin respuesta que suele hacerle al jefe del Ejecutivo gallego: “¿Por qué, si el proyecto de la macrocelulosa es tan bueno, no lo quieren en Portugal?”. En sus declaraciones a la prensa ha calificado la política de la Xunta de “franquismo industrial” y ha comparado el empeño de Rueda con Altri con la imposición, en 1963, “a golpe de bayoneta”, de la celulosa ENCE en la ría de Pontevedra. Mmanifestación convocada por la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA), este sábado en A Pobra do Caramiñal (A Coruña). Lavandeira Jr. (EFE) Mientras que el BNG se ha manifestado contra Altri desde el principio, la de A Pobra ha sido la primera protesta en la que ha participado el secretario general del PSdeG-PSOE, José Ramón Gómez Besteiro, después











