Los inmigrantes pagan el 19,2% de los impuestos en Estados Unidos, más de 650.000 millones de dólares | Negocios en Estados Unidos
La inmigración no solo es parte fundamental de la historia de Estados Unidos, forma parte inherente del tejido social y económico de Estados Unidos y es clave para el futuro del país. Cambiar este tejido por medio de “la mayor deportación de la historia” tendrá dos precios: el de llevar a cabo la operación de detenciones y expulsiones masivas y el de las consecuencias de haberlo hecho. Así lo revelan las cifras del Censo que apuntan a que esta población es esencial para las grandes cuentas del país. En el año 2023, según el American Immigration Council (AIC), pagaron un total de 651.900 millones de dólares en impuestos federales, estatales y locales. Por lo que se refiere a los impuestos federales, fueron los responsables de aproximadamente el 19.25% de lo que se recaudó ese año y algo más de un cuarto de billón de lo recaudado para el Seguro Social y Medicare. De la cantidad total de impuestos, 89.900 millones (el 2.6% de los ingresos federales) fueron abonados por indocumentados, que son casi el 25% del total de inmigrantes. Los indocumentados no solo pagan impuestos —con ITIN, sin número de Seguro Social— sino que además no tienen acceso a muchas deducciones y tampoco lo tienen a la mayoría de los servicios que financian. Por ejemplo, tienen vedado el EITC, el reembolso por rendimientos del trabajo para familias de bajos ingresos. El EITC es considerado como una de las más eficaces herramientas fiscal en la lucha contra la pobreza. “Las contribuciones de los inmigrantes son mucho mayores que el costo de los servicios públicos que utilizan”, describe el AIC. Es más, según los cálculos de Americans for Tax Fairness, los indocumentados pagaron en 40 de los 50 estados una tasa de impuesto estatal local efectiva más alta que el 1% de los hogares con ingresos más elevados, quienes pagan alrededor del 7.2% de sus ingresos como promedio. Los indocumentados pagan un 10.1%. En el caso de los impuestos federales en 2022, y con datos proporcionados por ProPublica sobre la fiscalidad de las corporaciones, los inmigrantes indocumentados pagaron una tasa federal efectiva del 5.27 % en 2022, más alta que la de 55 grandes empresas del país del Fortune 500. Exxon Mobil y ATT, por ejemplo, tuvieron una tasa fiscal efectiva del 2.5% y el 3.1% según estos datos. La inmigración es entonces un pilar firme para las finanzas de muchos Estados. En el de Nueva York se recaudaron unos 74.800 millones de dólares de una población inmigrante que conforma el 23.1% del total y tenía un poder de compra de 160.500 millones. En Nueva Jersey, los inmigrantes son el 24.2% de la población y contribuyeron hace dos años con casi 40.000 millones en impuestos y más de 94.500 millones en capacidad de consumo. En California son más, el 27.3% de la población, y pagaron algo más de 168.000 millones a las arcas públicas. Virginia, Maryland, Washington, Pensilvania, Texas y Vermont son algunos de los Estados en los que mayor contribución tributaria tiene esta población. Las deportaciones que busca la Administración de Donald Trump no solo separará familias (4.1 millones de niños que son ciudadanos viven con padres no documentados) sino que además, vistas las cifras, pasará una amarga factura a las economías federal y locales. “Los inmigrantes ayudan a incrementar la riqueza y prosperidad de todos los estadounidenses. Y, sin embargo, tanto la Casa Blanca como el Congreso están considerando aumentar el presupuesto del ICE en miles de millones para detener y deportar a personas cuando a la vez se recortan servicios sociales esenciales como el Medicaid o la asistencia con alimentos, dice Nan Wu, directora de investigación del AIC. A Wu no se le escapa la ironía de que los inmigrantes han pagado impuestos que se van a usar “para penalizar a todos los estadounidenses con un plan de deportación masivo, cruel y antieconómico”. Los inmigrantes, con o sin papeles, inyectan en la economía billones de dólares, según las cifras del Censo tabuladas por el AIC. En concreto, tienen unos ingresos de 2,4 billones de dólares y un poder adquisitivo de 1,7 billones. Además, la gran mayoría no dependen de los Estados o entidades públicas para garantizarles vivienda, pero igualmente están invirtiendo en ella para revitalizar vecindarios. En 2023 pagaron 167.000 millones en el mercado de la vivienda y poseían 6,6 billones en riqueza basada en bienes raíces. Incremento de población La inmigración es desde 2023 básica para la demografía y con ello para el mercado laboral y empresarial en un momento de caída de la natalidad en el país. En plena desaceleración demográfica entre 2022 y 2023 la inmigración fue responsable del crecimiento total de la población de los Estados Unidos. Es la primera vez que ocurre desde 1850, según ha verificado el Migration Policy Institute. Actualmente, la población migrante es la más alta en números absolutos con casi 47.8 millones de personas (que incluye a tres cuartos de ellos legalmente como ciudadanos naturalizados, residentes permanentes o con visados temporales entre otras posibilidades) pero no en términos porcentuales, ya que con el 14.3% aún está por debajo de la situación en 1910. Más allá de su papel como contribuyentes y consumidores, Steve Hubbard, analista de datos senior de AIC explicaba a EL PAÍS en una conversación telefónica que no solo se pierde “base tributaria, no hay que olvidar el papel importante de la inmigración en la fuerza laboral”. Unos 30.7 millones forman parte de una fuerza laboral de la que se están retirando los baby boomers. Son casi el 18% de la masa laboral con una formación educativa y profesional mixta, muchos con educación superior, otros que no, lo que “ayuda a cerrar déficits laborales en los dos lados del espectro de habilidades”. “Estamos en una posición en la que el país necesita más trabajadores”, explica Hubbard que apunta como el 26.1% de la agricultura depende de la mano de obra migrante, el 25.7% de la construcción e incluso las profesiones STEM (ciencias e ingeniería)”. Este analista de