Restos de Liam Payne repatriados: ¿por qué la muerte de una celebridad nos afecta tanto emocionalmente? | proceso de duelo | conexión emocional | identidad | BIENESTAR
Por ello, desde aquel trágico día, las redes sociales se han inundado con mensajes de despedida y recuerdos de su paso por el escenario, al igual que, en diversas partes del mundo, sus fans se han reunido para rendirle homenaje y conmemorar su vida a través de sus canciones y una serie de ofrendas, como cartas escritas a mano, fotografías, flores y velas, lo que refleja un sentimiento de pérdida que trasciende fronteras. En definitiva, el deceso del cantante de 31 años, quien ya ha sido repatriado a su natal Inglaterra, pone en evidencia la influencia y el impacto que tienen las celebridades en nosotros, por lo que la muerte de nuestras estrellas favoritas parece resonar de una manera profunda y personal, como si una parte de nuestra historia colectiva desapareciera junto con ellas. Pero, ¿qué hay detrás de esta tristeza colectiva? ¿Por qué la partida de una figura pública nos afecta tanto, a pesar de no haberla conocido personalmente? Por esta razón, Bienestar conversó con algunos especialistas, quienes nos ayudarán a explorar cómo, más allá de la admiración y del éxito que rodea a los artistas, su fallecimiento puede dejar un vacío que parece imposible de llenar. ¿Qué factores psicológicos explican la tristeza que experimentamos ante la muerte de una celebridad? La tristeza que experimentamos al enterarnos de la muerte de una celebridad puede ser explicada por factores psicológicos, como la identificación emocional, ya que a menudo nos relacionamos con los logros, luchas, formas de ser, entre otros aspectos vinculados a ciertos famosos. Además, como señaló la doctora Fanny Abanto, psicoterapeuta especializada en terapia de esquemas, su impacto puede deberse a que, la muerte de un artista puede marcar el final de una era, lo que desencadena inevitablemente una serie de emociones y sentimientos de melancolía por la transición y el cambio inminente. Las celebridades actúan como «catalizadores emocionales», y cuando fallecen, nos recuerdan etapas de nuestra vida, reviviendo experiencias y sentimientos del pasado. Así, su partida simboliza la pérdida de una parte de nuestra historia, lo que intensifica el duelo. / LUIS ROBAYO Por su parte, la psicóloga clínica, Ana Ramírez, destacó que esto puede ser comprendido gracias a la teoría del apego, la cual indica que, nosotros al ver constantemente a estas figuras en los medios de comunicación, formamos vínculos emocionales que generan una sensación de cercanía y familiaridad, como si nos acompañaran en nuestro día a día lo largo del tiempo. Asimismo, estas celebridades suelen representar una variedad de valores, ideales y recuerdos que se entrelazan con nuestra historia personal, intensificando así el impacto emocional de su pérdida. De igual manera, la muerte de una celebridad puede afectar nuestro sentido de identidad, ya que estos personajes suelen formar parte de nuestra construcción personal. Según la teoría de la identidad social, una parte de nuestra identidad se basa en los grupos y figuras con los que nos identificamos, por eso, la pérdida de una celebridad puede desestabilizar estos referentes simbólicos, generando una especie de crisis de identidad. “Además, su fallecimiento puede llevarnos a reflexionar sobre nuestra propia mortalidad y la fragilidad de la vida, haciendo que el duelo se sienta sorprendentemente personal y real. La nostalgia y los recuerdos asociados a su presencia en momentos significativos de nuestras vidas amplifican estas emociones, intensificando aún más la sensación de pérdida”, expresó la psicóloga clínica. En conjunto, estos factores explican por qué la muerte de una celebridad puede afectarnos de una manera profunda, incluso es común que las emociones de duelo- tristeza, negación, ira, sensación de vacío y nostalgia- en este caso se asemejen a las de perder a un ser querido debido a la conexión emocional que hemos establecido. En concreto, la intensidad del dolor puede ser comparable porque la pérdida afecta a nuestra rutina emocional y mental de manera significativa. Sin embargo, la licenciada Liliana Tuñoque, psicoterapeuta de la Clínica Internacional, recalcó que, si bien el proceso de duelo puede ser similar, la diferencia fundamental es que la pérdida de un familiar o amigo implica una relación personal y tangible, mientras que, el vínculo con un famoso es parasocial y simbólico. En otras palabras, esta relación suele ser más unidireccional y basada principalmente, en la admiración o identificación, en cambio, con un ser querido es bidireccional y tiene como eje central el amor, la intimidad y la confianza, sostuvo la doctora Abanto. La muerte de una celebridad genera un «duelo colectivo,» en el que millones de personas comparten emociones similares, convirtiendo la tristeza en un fenómeno comunitario. A través de homenajes y memoriales en redes sociales y medios, este evento cultural nos conecta y nos permite procesar el dolor y honrar juntos el legado de alguien significativo. / LUIS ROBAYO ¿Quiénes son más propensos a experimentar un duelo intenso por la muerte de una figura pública? Las personas que son más propensas a experimentar un duelo intenso por la muerte de un artista suelen ser aquellas que han establecido una conexión emocional fuerte con esa celebridad, es decir, que han invertido tiempo y energía emocional en seguirla o que han encontrado en ella un vínculo significativo para su identidad o bienestar emocional. Del mismo modo, personas con altos niveles de empatía, sensibilidad emocional o que han experimentado pérdidas previas también pueden ser más susceptibles a sentir un duelo profundo por el deceso de estas figuras públicas. Por este motivo, la muerte en general y, en este caso, la de un famoso, puede activar miedos o ansiedades personales sobre la mortalidad y la fragilidad de la vida. Básicamente, esto se debe a que, el fallecimiento de estos personajes puede ser un recordatorio de que la vida es finita y que la muerte es una experiencia universal. “Mediante el llamado síndrome del impostor, algunas personas pueden ver a las celebridades como seres sobrenaturales o inmunes a los problemas comunes de la vida. Por ello, la muerte de estas personas puede desafiar esas creencias y provocar ansiedad, al revelarnos que todos somos vulnerables y mortales”, aseguró la especialista en