pádel en Lima | qué es y dónde jugar : ahora no quiero parar | BIENESTAR
Desde hace un tiempo, el pádel había captado mi atención. Si bien mi único contacto con este deporte había sido mediante conversaciones, reels de Instagram y pasar con frecuencia por un club de pádel, no tenía idea de qué esperar de mi primera clase. Evidentemente, nunca había sostenido una pala de pádel, pero ahí estaba: parada en la cancha, con muchas ganas y cero experiencia, sintiéndome como una mezcla entre aprendiz de tenis y principiante de squash. Sin duda, y para sorpresa de muchos, el pádel es un deporte que te pone a prueba desde el primer minuto, pero también te engancha por su atractivo y esa explosión de adrenalina que se siente ante cada contacto entre la pala y la pelota, lo que permite ese dinamismo propio del juego. Newsletter Sanar en Espiral Samanta Alva ofrece consejos prácticos y herramientas para tu bienestar, todos los jueves. Recíbelo Aunque mi experiencia fue como una especie de inmersión exprés, con correcciones, risas y algún que otro pelotazo desviado, me di cuenta de algo: el pádel es accesible, divertido y muy sociable. No importa si vienes del bádminton —como fue mi caso —, del tenis o si es tu primer deporte con raqueta. En una hora, pasé de no saber cómo pararme en la cancha a aprender cuál es el famoso “agarre continental”, a posicionarme, a bolear sin dejar botar la pelota y a usar el vidrio a mi favor — y no como mi enemigo —, lo que me permitió entender que en el pádel gana quien no se equivoca, más que quien ataca. ¿Lo recomendaría? Definitivamente sí, porque a pesar de terminar agotada y un poco adolorida, de los deportes que he probado en los últimos años, este ha sido uno de los pocos que me hizo desconectarme por completo, aprender algo nuevo y salir con ganas de volver. El pádel tiene esa mezcla perfecta entre desafío y diversión que lo hace ideal si estás buscando moverte, retarte y pasarla bien, incluso si partes desde cero. ¿Qué es el pádel y por qué se ha vuelto tan popular? El pádel es un deporte de raqueta que se juega en parejas—dos contra dos— en una cancha cerrada, rodeada de paredes de vidrio y malla metálica, que permite que la pelota rebote y prolongue los puntos. Tal y como señaló José Larrea, deportista y fundador de Bohemia Padel Club a Bienestar, esto hace que el juego sea muy dinámico, más estratégico que potente y, sumamente entretenido incluso para quienes nunca han practicado deportes de raqueta. El pádel es tan accesible que en una sola clase ya estás aprendiendo golpes, movimientos y dinámicas de juego. “A diferencia del tenis o el squash, no se necesita una gran preparación física ni técnica para empezar. En realidad, es muy fácil comenzar a jugar, ya que no necesitas experiencia previa, ni siquiera implementos: los clubes, por lo general, te prestan la pala y las pelotas. Solo necesitas tus ganas de moverte y divertirte”. En definitiva, esta accesibilidad característica —sumada a su carácter social, ideal incluso para hacer networking— ha impulsado el crecimiento explosivo del pádel en distintas partes del mundo. En España, por ejemplo, con 20.000 canchas, es el segundo deporte más practicado después del fútbol. En Suecia, el número de canchas se cuadruplicó entre 2018 y 2023. Y en Perú, aunque aún está en etapa inicial, se estima que hay alrededor de 150 canchas en Lima, Arequipa, Trujillo y Piura. Además, esta creciente demanda no solo se explica desde el lado empresarial, ya que como mencionó Larrea, “la rentabilidad por metro cuadrado de una cancha de pádel es mayor que la del tenis o el fútbol, lo que ha llevado a muchos clubes a transformar sus espacios”, sino también por su esencia lúdica y social. “El pádel no es solo un deporte, también es un juego en el que se crea un sentido de comunidad”. ¿Por qué todos hablan del pádel? No solo está creciendo en clubes y espacios urbanos, sino que también está ganando aficionados de todas las edades. ¿La razón? Sus beneficios que van mucho más allá del movimiento físico. Según el fundador de Bohemia Padel Club, diversos estudios han demostrado que los deportes de raqueta como el pádel contribuyen a una mayor esperanza de vida, ya que mejoran tanto el cuerpo como la mente. En lo físico, fortalece piernas, brazos y zona media, así como también incrementa la agilidad y los reflejos. Asimismo, se estima que en una hora se pueden llegar a quemar entre 400 y 600 calorías. Pero más allá del ejercicio, Larrea destacó lo emocional: “Mejora el estado de ánimo mediante la liberación de endorfinas, reduce el estrés, mejora la autoestima, la concentración y la sensación de logro”. Su esencia lúdica y social lo convierte en el deporte ideal para principiantes y para hacer nuevos amigos. El doctor Michael Dakkak, especialista en medicina deportiva de Cleveland Clinic explicó que, el padel se considera una actividad física de intensidad moderada a alta, la cual implica un esfuerzo intermitente, combinando ráfagas cortas de movimientos de alta intensidad (como sprints o cambios rápidos de dirección) con períodos de menor intensidad. Además, estimula múltiples sistemas corporales —cardiovascular, muscular, articular y nervioso—, y activa la mente gracias a su componente estratégico. Por su parte, Christian de la Torre, director de la carrera de ciencias de la actividad física y del deporte de la Universidad San Ignacio de Loyola, agregó que, al ser un deporte social, fomenta el bienestar emocional y la adherencia a la actividad física. Eso sí, los especialistas coincidieron en que es importante complementarlo con ejercicios de fuerza, movilidad articular y compensatorios que protejan la espalda y las articulaciones, como yoga, pilates o entrenamiento con pesas para prevenir lesiones y equilibrar el trabajo corporal. ¿Es un deporte para todos? En definitiva, el pádel puede ser practicado por personas de distintas edades y condiciones físicas. “Lo practican desde niños hasta adultos mayores. La clave está en adaptar la intensidad y el tipo
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