Muchos de los proyectiles lanzados por Hezbolá golpearon cerca del Centro Médico Rambam, por lo que los médicos atendieron por primera vez bajo el fuego del enemigo. Además, todos los pacientes fueron bajados a los sótanos, que no estaban preparados para esta situación.
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Una vez acabada la guerra, Rambam decidió que nunca más se pondría en riesgo la seguridad de los pacientes y el personal médico. En el 2010, comenzó la construcción del Hospital de Emergencia Subterráneo Fortificado Sammy Ofer en tres niveles de su estacionamiento.
Los tres niveles del estacionamiento suman 60.000 metros cuadrados y están listos para recibir hasta 2.200 camas. (Roger Zuzunaga / El Comercio).
El hospital subterráneo fue inaugurado en el 2014, tiene capacidad para albergar más de 2.000 camas en un área que suma 60.000 metros cuadrados y es considerado el recinto bajo tierra más grande del mundo para emergencias médicas.
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El Comercio visitó el hospital subterráneo y pudo ver que ahora está funcionando como un estacionamiento. El lugar luce muy limpio, los pisos brillan y en paredes y techo son visibles las instalaciones listas para ser montados todos los equipos que se necesitan para que opere un hospital.
El hospital Rambam es capaz de habilitar 700 camas en su estacionamiento en solo 24 horas. (Roger Zuzunaga / El Comercio).
Sus tres plantas están preparadas para albergar quirófanos, salas de parto, una unidad de cuidados intensivos, un centro de diálisis y un gran centro de descontaminación para el tratamiento de pacientes expuestos a armas no convencionales. A decir de sus directivos, el lugar todavía no está equipado para su capacidad máxima.
Cuando empezó la guerra entre Israel y Hamás el pasado 7 de octubre del 2023, dos plantas del estacionamiento subterráneo fueron ocupados con más de 1.000 camas en previsión de ataques desde el Líbano. Sin embargo, hoy con la situación bajo control en el norte, todo ya fue desmontado.
El centro de monitoreo del hospital subterráneo. (Roger Zuzunaga / El Comercio).
El interés de dos gobiernos de Europa
Monica Davidovich, directora de la Oficina para América Latina del Hospital Rambam, nos dijo que ante una emergencia el hospital es capaz de habilitar hasta 700 camas en un día en el estacionamiento subterráneo.
Agregó que todo el proceso para tener 2.200 camas en el lugar dura solo tres días.
Sostuvo que está diseñado para resistir ataques convencionales, químicos y biológicos. Cuenta con sistemas independientes de energía, agua potable, oxígeno y suministros médicos, permitiéndole funcionar de manera autónoma hasta por 72 horas.
El hospital subterráneo está preparado para resistir ataques convencionales, químicos y biológicos. (Roger Zuzunaga / El Comercio).
Reconoció que no es fácil gestionar un hospital subterráneo durante mucho tiempo.
Davidovich indicó que un espacio para tres autos se convierte en un lugar donde puede entrar una cama.
También dijo que esperaban despertar el interés de muchos gobiernos sobre el hospital subterráneo, pero hasta el momento solo dos países de Europa Central han preguntado por su construcción y gestión. No puede decir de qué naciones se trata porque estas han pedido confidencialidad.
Agregó que quienes más han preguntado y vistado el hospital subterráneo son los periodistas.
El hospital subterráneo también sirve para situaciones de emergencia que no tienen que ver con una guerra, pues en el 2020 fue habilitado para acoger a pacientes durante la pandemia de covid-19.
La capacidad del hospital Rambam
El Centro Médico Rambam de Haifa. (Roger Zuzunaga / El Comercio).
Avi Weissman, subdirector del hospital Rambam, manifestó que el complejo médico tiene capaidad para atender a 2,5 millones de personas del norte de Israel al año, también sirve a las Fuerzas Armadas y antes del 7 de octubre recibía a pacientes procedentes de Gaza.
Algunos pacientes gazatíes que estaban en Rambam previo a la guerra todavía permanecen en el hospital porque es imposible que vuelvan a sus casas, indicó Weissman.
“Somos los mejores en tratar el trauma, muchos médicos y enfermeras vienen a aprender acá. Hacemos neurocirugía sin abrir el cáneo, usamos ultrasonido para ello”, refirió Weissman.
El proyecto del hospital subterráneo fue posible gracias a una donación significativa del filántropo Sammy Ofer, junto con fondos del gobierno israelí y otras organizaciones.