Quienes declararon son los dos integrantes de la escolta presidencial que estuvieron ese día en el ‘cofre’, el vehículo oficial que trasladaba al mandatario, cuando este salió de Palacio de Gobierno rumbo a dicha sede diplomática: el suboficial Josseph Grandez, chofer del vehículo, y el suboficial superior Nilo Irigoín, el agente de seguridad más cercano al entonces mandatario, conocido en el argot policial como su ‘sombra’. LEE TAMBIÉN | JNJ programa audiencia para evaluar proceso de vacancia contra Rafael Ruiz Hidalgo ¿Cuáles son los plazos? De ambas declaraciones se desprende que Pedro Castillo recién avisó a toda su escolta que se estaban dirigiendo hacia la embajada de México cuando el vehículo ya había salido de Palacio de Gobierno y se movilizaba por la avenida Tacna. Fue por ello que la seguridad del presidente no pudo coordinar con tiempo para sortear el tráfico limeño, hasta que se dio la orden de no hacer más movimientos e intervenir al mandatario por la comisión en flagrancia del delito de rebelión. Nilo Irigoín relató que él fue el primero en recibir la orden de Pedro Castillo para salir de Palacio de Gobierno rumbo a esa embajada. El suboficial, hoy en retiro, ya se había visto implicado por las investigaciones fiscales por presunta corrupción que rodeaban por entonces al exmandatario. Además, los contratos de su hija en el Ministerio de Transportes también habían estado bajo la lupa del Ministerio Público. Según dijo Irigoín, mientras Pedro Castillo daba ese día su mensaje golpista, él había salido de Palacio de Gobierno para tomar una bebida. Al retornar, notó un cordón policial que rodeaba el Puente Trujillo, a la espalda de la sede del Ejecutivo, el cual tuvo que atravesar para volver al lugar. El testigo no pudo precisar la hora, pero se entiende que alrededor del mediodía, después del mensaje golpista. “Veo al presidente que sale de un ambiente de actividades, que estaba por el gran hall. Me llama y me dice ‘en un momento vamos a salir’. No le pregunté qué ha pasado, ni nada por el estilo, no era el tema. (Respondí) ‘Conforme, señor presidente’. Por teléfono o por radio, comunico al jefe de escoltas. Le digo ‘el presidente indica que va a salir’ (…) Ahí es donde se activa la escolta y el cofre pasa a rotonda (en el patio posterior de Palacio). Ahí hemos estado esperando antes de que salga el presidente”, explicó. A su turno, el chofer del ‘cofre’ comentó que, entre las 11 y 12 de aquel 7 de diciembre, otro miembro de la escolta le comunicó: “vamos a tener una salida, se está activando la escolta”. “Tenía que sacar el cofre a la rotonda para la salida del presidente. (El vehículo) estaba en el estacionamiento al interior de Palacio”, explicó. Una vez allí, notó que “bajaban de la residencia el señor Castillo, su esposa (Lilia Paredes), el señor Aníbal Torres, la hija del señor Castillo, Alondra”. Todos ellos abordaron el vehículo junto al chofer y la ‘sombra’, que se sentó como copiloto. Nilo Irigoín, ‘sombra’ de Pedro Castillo, declara como testigo en el juicio del expresidente y sus exministros por el golpe de estado. Foto: GEC / Alessandro Currarino / ALESSANDRO CURRARINO El propio Irigoín coincidió en que “el cofre lo abordó específicamente el señor presidente, su esposa, su hija y vi que apareció el señor Aníbal Torres. No sé de dónde salió, pero estaba ahí. Y el chofer”. “Al cerrar la puerta del cofre, el señor presidente me indica ‘vamos a ir a la embajada de México, voy a dejar a mi familia’. Entonces cierro la puerta, me subo a la parte que me corresponde (el asiento de copiloto)”, contó. Pese a lo dicho sobre la supuesta intención de “dejar a su familia”, el entonces presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó al día siguiente de la detención de Pedro Castillo que este había intentado pedir asilo tanto para él como para sus familiares. “Habló aquí a la oficina, para que me avisaron que iba a la embajada (…) Iba a solicitar el asilo, que si le abrían la puerta de la embajada. Busqué a Marcelo Ebrard (entonces canciller mexicano), le informé, le dije que hablara con el embajador y que se abriera la puerta”, dijo. Ni Irigoín ni Grandez pudieron precisar la hora en que salieron de Palacio. Sin embargo, las transmisiones televisivas de ese día reportaron en vivo la salida de Pedro Castillo y su familia, que llevaba bolsas como si estuvieran en plena mudanza, pasadas las 1:30 de la tarde. En ese momento, sus ministros venían renunciando, las Fuerzas Armadas y la Policía ya se había manifestado en contra de su mensaje y el Congreso votaba su vacancia por estos hechos. Es decir: a eso hora, el golpe castillista iba rumbo al fracaso y el presidente iba rumbo a la embajada de México. Sin embargo, inicialmente solo Irigoín sabía hacia dónde se dirigían. Según dijo ante el tribunal, él asumió que el resto también conocían que iban rumbo a la embajada. En tanto, el chofer sostuvo que al momento de salir, la ‘sombra’ -quien funcionaba como el nexo entre el presidente y el resto de la escolta- solo le hizo un gesto con la mano para indicarle que vayan por la avenida Tacna. MARTES 01 DE ABRIL DEL 2025.Josseph Grandez, chofer del ‘cofre’ de Pedro Castillo en el día del golpe, declara como testigo en el juicio de Pedro Castillo y sus exministros. Foto: GEC / Alessandro Currarino. / ALESSANDRO CURRARINO Grandez explicó que la comitiva de seguridad o “cápsula presidencial” que rodeaba al cofre iba acompañada por un patrullero (conocido como liebre o ‘mil uno’), dos motocicletas conocidas como ‘halcones’, un vehículo denominado ‘seguidor’ por delante, otro ‘seguidor’ por detrás y finalmente, un vehículo con agentes de la Subunidad de Acciones Tácticas (Suat) a modo de respaldo. De acuerdo con su testimonio, recién cuando estaban a la altura de la avenida Nicolás de Piérola, el patrullero ‘liebre’ le pregunta a él por la radio