Cáncer de mama | mamografía a partir de los 35 o 50 años: qué chequeos necesitas según edad e historial familiar | detección precoz | factores de riesgo | autoexamen | BIENESTAR

El cáncer de mama es una de las principales causas de mortalidad en mujeres a nivel mundial, por lo que su impacto en la salud pública sigue siendo significativo. Según la Organización Mundial de la salud (OMS), en el 2022 se registraron 670,000 defunciones por esa enfermedad y, además se calcula que, 1 de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida. Por esta razón, en la última década se han ido sumado diversos esfuerzos en la lucha contra este terrible padecimiento, con la finalidad de generar concienciación, fomentar la investigación y, sobre todo, destacar la importancia de las herramientas de diagnóstico temprano como la mamografía. Este tipo de cáncer, que se produce cuando las células mamarias comienzan a crecer de manera descontrolada, se va desarrollando de manera silenciosa. Por ello, la mamografía se ha consolidado como una medida de prevención y detección precoz clave, que brinda a las pacientes la oportunidad de un tratamiento más eficaz y, en muchos casos, menos invasivo. “El cáncer de mama detectado a tiempo tiene una tasa de supervivencia de más de 90%. Por ello, las mamografías son fundamentales en la prevención del cáncer de mama, ya que permiten detectar la enfermedad en sus etapas iniciales. La ciencia ha demostrado que este método puede disminuir hasta un 35-40% la mortalidad por esta neoplasia. Es importante tener en cuenta que, hay hasta 47 tipos de cáncer de mama diferentes y que aún no se conoce la causa exacta. No obstante, la mamografía es la mejor herramienta que tenemos para detectarla en una fase temprana, en donde las células cancerosas están limitadas al seno y aún no se han diseminado a otras partes del organismo. Esto hace que los tratamientos sean más efectivos y menos invasivos, reduciendo así la necesidad de procedimientos agresivos, como la quimioterapia o la cirugía radical”, expresó la doctora Liana Falcón, jefe de la unidad de diagnóstico integral de mama de la Clínica Internacional a Bienestar. ¿A qué edad se debe realizar una mamografía? De acuerdo a Steffi González, mastóloga de la Clínica Ricardo Palma, las recomendaciones sobre la edad de inicio y la frecuencia de las mamografías pueden variar ligeramente según las organizaciones de salud, pero en general, la American Cancer Society indica que, las mujeres deben comenzar a realizarse mamografías anuales a partir de los 40 años. Sin embargo, también depende del perfil de riesgo de las personas, pues existen algunas consideraciones especiales que hacen que las mujeres deban comenzar con estos chequeos a partir de los 30 o 35 años. Las mamografías pueden detectar múltiples manifestaciones de cáncer, como: pequeñas masas o nódulos, microcalcificaciones, cambios en la forma o contornos del tejido mamario, y otras anomalías que no se pueden palpar en un autoexamen o en un examen médico físico. Uno de los principales factores de riesgo es tener antecedentes familiares de cáncer de mama, especialmente si un pariente cercano, como la madre o hermana, han sido diagnosticadas con la enfermedad antes de los 50 años. Además, aquellas que presentan mutaciones genéticas conocidas como BRCA1 o BRCA2, tienen una mayor predisposición a desarrollar este cáncer, por lo que amerita iniciar con una vigilancia más intensa y temprana. Asimismo, otros factores a tomar en cuenta son: la exposición a radiación en la zona del pecho, menstruación precoz o menopausia tardía, densidad mamaria alta, estilo de vida (obesidad, falta de actividad física, consumo de tabaco o alcohol), no haber tenido hijos o no haber dado de lactar. “La frecuencia con la que se debe realizar una mamografía también varía. Las mujeres en sus 40 y 50 años deben considerar hacerse mamografías anualmente, mientras que después de los 55 años, algunas pueden optar por mamografías cada dos años si su médico lo considera adecuado. En cualquier caso, es crucial que las mujeres consulten a sus médicos para determinar el mejor plan de detección basado en su historial médico y familiar”, destacó la doctora Laura Dean, especialista en radiología diagnóstica de Cleveland Clinic ¿En qué consiste la mamografía? Una mamografía es una prueba de imagen que utiliza rayos X para obtener imágenes detalladas de las mamas, con el objetivo de detectar cambios o anomalías que podrían ser indicativos de cáncer de mama u otras condiciones. Durante este procedimiento, el seno se coloca entre dos placas que lo comprimen ligeramente, lo que permite obtener imágenes más claras del tejido mamario. Aunque la mamografía puede causar cierta incomodidad, es muy rápida, además de ser una de las herramientas más poderosas para detectar este cáncer en sus primeras etapas. Sin duda, su importancia recae en que, puede identificar el cáncer de mama mucho antes de que se puedan palpar los bultos o que se presenten otros síntomas. A menudo, como indicó la doctora Dean, las mamografías detectan microcalcificaciones, que son pequeños depósitos de calcio en los senos, los cuales pueden ser uno de los primeros signos de cáncer. Por ello, al identificarlos, les permite a los médicos hacer un seguimiento más cercano o proceder con otras pruebas en caso sea necesario. “Otro gran beneficio de la mamografía es que puede diferenciar entre tumores benignos y malignos, lo que reduce el riesgo de procedimientos innecesarios. También se pueden detectar distorsiones en la arquitectura del tejido mamario o cambios en los conductos, como dilataciones, que podrían ser indicativos de condiciones precancerosas o cancerosas. Si bien ninguna prueba es perfecta, las mamografías han demostrado ser altamente eficaces para reducir la mortalidad por cáncer de mama, especialmente en mujeres mayores de 50 años. Además, es muy importante, ya que forma parte de un plan de detección de cáncer de mama regular, lo que ayuda a establecer una línea base para comparar cualquier cambio en los senos a lo largo del tiempo”. Las mamografías permiten detectar una variedad de cambios en el tejido mamario que no son visibles mediante la autoexploración o el examen físico. Por ejemplo, estas pruebas revelan la densidad mamaria, un factor importante en la detección del cáncer. Las mujeres con senos

Cáncer de mama | mamografía a partir de los 35 o 50 años: qué chequeos necesitas según edad e historial familiar | detección precoz | factores de riesgo | autoexamen | BIENESTAR Leer más »