La película comienza solo con David Byrne, el líder y vocalista de la emblemática banda Talking Heads, interpretando en solitario su clásica “Psycho Killer”. Para la siguiente canción se suma la bajista Tina Weymouth; y luego entra el baterista, después más guitarras, se unen los coros, los timbales, el sintetizador. Todo sobre un escenario con pinta de ‘backstage’. “Stop Making Sense” es como un guante volteado, que exhibe sus costuras, pero que hay que regresar lentamente a su forma original para apreciarlo en todo su esplendor.
LEE TAMBIÉN: “Kinra”, película cusqueña ganadora del Festival de Mar del Plata, anuncia su estreno en Perú
Se suele decir que este es el mejor concierto jamás filmado. Y, en efecto, es difícil rebatir tal afirmación. Por obra y gracia del gran Jonathan Demme (1944-2017), se trata de una puesta en escena magnífica, que permite poner en primer plano la dimensión musical del show, pero a la vez observar sus valores cinematográficos desde la sutileza y la sobriedad: los vestuarios grises de la banda, para evitar estridencias; el tan bien calculado juego de cámaras, que nunca abusa de piruetas; el sentido del ritmo, que va escalando conforme avanza el metraje.
Hay que recordar que Demme no fue solo el director de verdaderos clásicos del cine como “El silencio de los inocentes” (1991) y “Philadelphia” (1993), sino que también realizó más de un documental musical: desde una serie de trabajos junto a Neil Young, colaborador frecuente, hasta uno con la estrella pop Justin Timberlake, estrenado poco antes del fallecimiento del cineasta.
Imposible no destacar el papel de David Byrne en la película, desde luego. No solo porque su genio musical ya mostraba por entonces su gran curiosidad melómana, explorando desde el new wave otros sonidos provenientes del funk, el R&B, la electrónica y el world music; sino también por su fascinante carisma y cualidad de performer: observarlo bailar con una lámpara o entrar al escenario con el icónico terno gigante se cuentan entre los momentos más memorables del documental.
“Stop Making Sense” se filmó durante cuatro noches a fines de 1983 y se estrenó en 1984. Para conmemorar su aniversario 40, la película fue restaurada en 4K y reestrenada en el ámbito mundial, con la suerte de que esté llegando en unas pocas funciones al Perú. Un acontecimiento imperdible porque la pantalla grande es su lugar. Mucho se ha hablado de que, salvo en la última canción, la película nunca muestra al público, sumergido en las sombras del teatro que alberga el espectáculo. Una decisión artística tomada por Demme que acerca e iguala al espectador del concierto con el espectador del cine: ritual a oscuras que se puede disfrutar sentado o bailando de pie, pero que al fin y al cabo reúne la magia de la música y de los fotogramas en una sinergia formidable.
Calificación: 5/5.
Sepa más
Cuándo y dónde verla
“Stop Making Sense” se proyectará solo el jueves 17 y sábado 19 de octubre en Cineplanet San Miguel y Cineplanet Mall del Sur. Entradas a la venta en la página web del cine.