Tos, fiebre y dificultad para respirar: ¿Podría ser neumonía o COVID-19? | Enfermedades respiratorias | Salud | Coronavirus | Vacunación | Estrategias | Gripe | BIENESTAR
Sin duda, el impacto de estas enfermedades no se limita a una cuestión de salud individual, ya que también traen consigo una serie de consecuencias significativas para la salud pública y los sistemas de atención médica. La pandemia del COVID-19, en particular, marcó un punto de inflexión sin precedentes, pues ha logrado transformar profundamente la forma en que entendemos, enfrentamos y prevenimos las infecciones respiratorias. Además, esto ha impulsado un cambio en los esfuerzos globales por detectar y monitorear la incidencia y las características epidemiológicas de estas enfermedades a nivel mundial. Sin embargo, y pese a las campañas de concientización y prevención de estas enfermedades, el COVID-19 sigue siendo una amenaza en el Perú, ya que en lo que va del 2024, se han registrado más de 20,000 contagios, coincidiendo con un repunte en las infecciones respiratorias graves, como la neumonía. De acuerdo al Ministerio de Salud (MINSA), se han reportado 3,754 casos de neumonía en todo el territorio nacional, mientras que, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) ha informado que, solo en los primeros seis meses de este año, se han registrado, 1624 fallecidos por esta enfermedad. “Las enfermedades respiratorias ocurren con más frecuencia durante la época de invierno, ya que las personas suelen reunirse en espacios cerrados con poca ventilación, lo que facilita a la propagación de estos virus. De igual manera, factores como la aparición de nuevas variantes del virus y la disminución de la inmunidad en las personas previamente vacunadas o infectadas, también contribuye al incremento de estas infecciones, especialmente en cuidades como Lima”, expresó el doctor Eduardo Gotuzzo, médico infectólogo especialista en enfermedades tropicales y profesor en la Universidad Peruana Cayetano Heredia a Bienestar. ¿Cómo son el COVID-19 y la neumonía? El COVID-19 es una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus SARS-CoV-2, que se propaga principalmente a través de las gotículas respiratorias, es decir, pequeñas gotas de saliva que expulsa una persona infectada al toser o estornudar. Como destacó Jorge Saravia, neumólogo de la Clínica Internacional, este afecta al sistema respiratorio y puede manifestarse con una amplia gama de síntomas, desde leves o graves, incluyendo fiebre, tos, fatiga y dificultad para respirar. Los síntomas de la neumonóa pueden incluir fiebre alta, tos con esputo (moco) verde o amarillento, dolor en el pecho al respirar o toser, escalofríos, y dificultad para respirar. Mientras que, la neumonía es una infección causada por bacterias, virus (incluyendo el SARS-CoV-2), u hongos, que inflama los sacos de aire en uno o ambos pulmones, los cuales pueden llenarse de líquido o pus. Esta infección respiratoria puede desencadenar síntomas, como tos con flema, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. ¿Quiénes son más vulnerables a contraer enfermedades respiratorias graves? De acuerdo al especialista de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, en medicina se le denomina a la población vulnerable, grupos de alto riesgo. En el caso de estas enfermedades respiratorias, el principal grupo a tener en cuenta, son las personas mayores, especialmente aquellas que tienen 65 años o más, ya que presentan un sistema inmunológico más debilitado, por ende, una mayor posibilidad de tener comorbilidades. Seguido de, aquellos con condiciones médicas preexistentes, como enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad, hipertensión, insuficiencia renal o enfermedades pulmonares crónicas (EPOC). “Las mujeres embarazadas, sobre todo, aquellas que se encuentran en el tercer trimestre, también tienen un alto riesgo de desarrollarlas. Básicamente, esto se debe a los cambios inmunológicos propios de la gestación, lo cual podría interferir en la respuesta del organismo ante estas infecciones. Igualmente, las personas con síndrome de Down o quienes presentan algún grado de lesión neurológica, así como también los pacientes con asma que usa corticoides, se posicionan dentro de estos grupos de riesgo”. Por su parte, la doctora Tricia Bravo, especialista en enfermedades infecciosas de Cleveland Clinic, señaló que, los pacientes inmunocomprometidos, como los que están atravesando por un tratamiento para el cáncer, los que han recibido trasplantes de órganos o que padecen de VIH/SIDA, son más propensos a desarrollar formas graves de estas enfermedades. Otro grupo de riesgo son los niños menores de 2 años. Aunque el COVID-19 tiende a ser menos agresivo en esta población, los bebés y los infantes tiene un mayor riesgo de complicaciones respiratorias graves, como la neumonía. ¿Cuáles son las principales diferencias entre el COVID-19 y la neumonía? Causas El COVID-19 es una enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, un tipo de coronavirus, el cual afecta al sistema respiratorio, pero también puede causar una serie de complicaciones en múltiples órganos del cuerpo. En cambio, como refirió el doctor Gotuzzo, la neumonía puede ser causa por diferentes patógenos, como virus, hongos y, sobre todo, bacterias, como el neumococo o Streptococcus pneumoniae. Síntomas iniciales Según la especialista en enfermedades infecciosas, los síntomas del COVID-19 y la neumonía pueden confundirse, ya que ambos padecimientos afectan al sistema respiratorio y tienen signos similares, como fiebre, tos y dificultad para respirar. Sin embargo, el COVID-19 tiene una presentación más variada de síntomas, que incluye manifestaciones adicionales, como pérdida del gusto y del olfato, dolor muscular, fatiga extrema, dolor de cabeza, y síntomas gastrointestinales, tales como diarrea o náuseas, sintomatología, la cual no es común en la neumonía típica. En el caso de la neumonía, los síntomas suelen centrarse más en la tos con flema (esputo), escalofríos, fiebre alta, y dolor en el pecho, especialmente al respirar o toser. En particular, la tos con esputo es un signo distintivo de la neumonía bacteriana, mientras que, en el COVID-19 la tos tiende a ser seca en la mayoría de los casos. El COVID-19 puede causar coágulos sanguíneos, daño cardíaco, problemas neurológicos, SDRA y complicaciones a largo plazo, como el COVID prolongado. / BENOIT DOPPAGNE “El Covid- 19 suele comenzar con síntomas de infección respiratoria alta, como dolor de garganta, rinitis, malestar general y fiebre, similares a los de un resfrío común. El virus se contagia por la vía respiratoria y, en los primeros días, se limita a las vías superiores. Por ello, cualquier persona con estos síntomas debe hacerse una