jueves, 14 noviembre, 2024
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Diabetes: la común amenaza silenciosa que afecta la calidad de vida y cómo prevenir sus complicaciones | BIENESTAR

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Salud

Tos, fiebre y dificultad para respirar: ¿Podría ser neumonía o COVID-19? | Enfermedades respiratorias | Salud | Coronavirus | Vacunación | Estrategias | Gripe | BIENESTAR

Sin duda, el impacto de estas enfermedades no se limita a una cuestión de salud individual, ya que también traen consigo una serie de consecuencias significativas para la salud pública y los sistemas de atención médica. La pandemia del COVID-19, en particular, marcó un punto de inflexión sin precedentes, pues ha logrado transformar profundamente la forma en que entendemos, enfrentamos y prevenimos las infecciones respiratorias. Además, esto ha impulsado un cambio en los esfuerzos globales por detectar y monitorear la incidencia y las características epidemiológicas de estas enfermedades a nivel mundial. Sin embargo, y pese a las campañas de concientización y prevención de estas enfermedades, el COVID-19 sigue siendo una amenaza en el Perú, ya que en lo que va del 2024, se han registrado más de 20,000 contagios, coincidiendo con un repunte en las infecciones respiratorias graves, como la neumonía. De acuerdo al Ministerio de Salud (MINSA), se han reportado 3,754 casos de neumonía en todo el territorio nacional, mientras que, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) ha informado que, solo en los primeros seis meses de este año, se han registrado, 1624 fallecidos por esta enfermedad. “Las enfermedades respiratorias ocurren con más frecuencia durante la época de invierno, ya que las personas suelen reunirse en espacios cerrados con poca ventilación, lo que facilita a la propagación de estos virus. De igual manera, factores como la aparición de nuevas variantes del virus y la disminución de la inmunidad en las personas previamente vacunadas o infectadas, también contribuye al incremento de estas infecciones, especialmente en cuidades como Lima”, expresó el doctor Eduardo Gotuzzo, médico infectólogo especialista en enfermedades tropicales y profesor en la Universidad Peruana Cayetano Heredia a Bienestar. ¿Cómo son el COVID-19 y la neumonía? El COVID-19 es una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus SARS-CoV-2, que se propaga principalmente a través de las gotículas respiratorias, es decir, pequeñas gotas de saliva que expulsa una persona infectada al toser o estornudar. Como destacó Jorge Saravia, neumólogo de la Clínica Internacional, este afecta al sistema respiratorio y puede manifestarse con una amplia gama de síntomas, desde leves o graves, incluyendo fiebre, tos, fatiga y dificultad para respirar. Los síntomas de la neumonóa pueden incluir fiebre alta, tos con esputo (moco) verde o amarillento, dolor en el pecho al respirar o toser, escalofríos, y dificultad para respirar. Mientras que, la neumonía es una infección causada por bacterias, virus (incluyendo el SARS-CoV-2), u hongos, que inflama los sacos de aire en uno o ambos pulmones, los cuales pueden llenarse de líquido o pus. Esta infección respiratoria puede desencadenar síntomas, como tos con flema, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. ¿Quiénes son más vulnerables a contraer enfermedades respiratorias graves? De acuerdo al especialista de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, en medicina se le denomina a la población vulnerable, grupos de alto riesgo. En el caso de estas enfermedades respiratorias, el principal grupo a tener en cuenta, son las personas mayores, especialmente aquellas que tienen 65 años o más, ya que presentan un sistema inmunológico más debilitado, por ende, una mayor posibilidad de tener comorbilidades. Seguido de, aquellos con condiciones médicas preexistentes, como enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad, hipertensión, insuficiencia renal o enfermedades pulmonares crónicas (EPOC). “Las mujeres embarazadas, sobre todo, aquellas que se encuentran en el tercer trimestre, también tienen un alto riesgo de desarrollarlas. Básicamente, esto se debe a los cambios inmunológicos propios de la gestación, lo cual podría interferir en la respuesta del organismo ante estas infecciones. Igualmente, las personas con síndrome de Down o quienes presentan algún grado de lesión neurológica, así como también los pacientes con asma que usa corticoides, se posicionan dentro de estos grupos de riesgo”. Por su parte, la doctora Tricia Bravo, especialista en enfermedades infecciosas de Cleveland Clinic, señaló que, los pacientes inmunocomprometidos, como los que están atravesando por un tratamiento para el cáncer, los que han recibido trasplantes de órganos o que padecen de VIH/SIDA, son más propensos a desarrollar formas graves de estas enfermedades. Otro grupo de riesgo son los niños menores de 2 años. Aunque el COVID-19 tiende a ser menos agresivo en esta población, los bebés y los infantes tiene un mayor riesgo de complicaciones respiratorias graves, como la neumonía. ¿Cuáles son las principales diferencias entre el COVID-19 y la neumonía? Causas El COVID-19 es una enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, un tipo de coronavirus, el cual afecta al sistema respiratorio, pero también puede causar una serie de complicaciones en múltiples órganos del cuerpo. En cambio, como refirió el doctor Gotuzzo, la neumonía puede ser causa por diferentes patógenos, como virus, hongos y, sobre todo, bacterias, como el neumococo o Streptococcus pneumoniae. Síntomas iniciales Según la especialista en enfermedades infecciosas, los síntomas del COVID-19 y la neumonía pueden confundirse, ya que ambos padecimientos afectan al sistema respiratorio y tienen signos similares, como fiebre, tos y dificultad para respirar. Sin embargo, el COVID-19 tiene una presentación más variada de síntomas, que incluye manifestaciones adicionales, como pérdida del gusto y del olfato, dolor muscular, fatiga extrema, dolor de cabeza, y síntomas gastrointestinales, tales como diarrea o náuseas, sintomatología, la cual no es común en la neumonía típica. En el caso de la neumonía, los síntomas suelen centrarse más en la tos con flema (esputo), escalofríos, fiebre alta, y dolor en el pecho, especialmente al respirar o toser. En particular, la tos con esputo es un signo distintivo de la neumonía bacteriana, mientras que, en el COVID-19 la tos tiende a ser seca en la mayoría de los casos. El COVID-19 puede causar coágulos sanguíneos, daño cardíaco, problemas neurológicos, SDRA y complicaciones a largo plazo, como el COVID prolongado. / BENOIT DOPPAGNE “El Covid- 19 suele comenzar con síntomas de infección respiratoria alta, como dolor de garganta, rinitis, malestar general y fiebre, similares a los de un resfrío común. El virus se contagia por la vía respiratoria y, en los primeros días, se limita a las vías superiores. Por ello, cualquier persona con estos síntomas debe hacerse una

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¿Sabías que el estrés afecta el aprendizaje de tus hijos? Descubre cómo ayudarlos | BIENESTAR

El Día Mundial de la Salud Mental es una oportunidad clave para reflexionar sobre una realidad cada vez más visible: el impacto del estrés y la ansiedad en el bienestar emocional y el rendimiento escolar de los niños. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 13% de los niños y adolescentes en el mundo sufren de trastornos mentales, siendo el estrés y la ansiedad los problemas más frecuentes. En Perú, las cifras no son alentadoras: durante 2023, los establecimientos del Ministerio de Salud (Minsa) registraron más de un millón de atenciones por episodios depresivos en menores de entre 6 y 17 años, una cifra sin precedentes que evidencia la urgencia de atender esta problemática desde edades tempranas. El entorno escolar puede ser tanto una fuente de crecimiento como de presión para los niños. La búsqueda de buenos resultados académicos, la presión por destacar y la sobrecarga de tareas escolares son factores que muchas veces se convierten en una fuente constante de estrés. “En nuestro país, los estudiantes experimentan altos niveles de estrés, especialmente en periodos de exámenes o entregas importantes. Esta situación, en muchos casos, les impide concentrarse o disfrutar del proceso de aprendizaje”, comenta Tomás Barclay, psicólogo educativo de la ONG Caminando Juntos. “El temor al fracaso y la necesidad de cumplir con expectativas altas generan un estado constante de tensión que impacta directamente su capacidad de atención y retención de información”. ¿Cómo impactan el estrés y la ansiedad en el rendimiento escolar y la vida cotidiana? Los efectos del estrés y la ansiedad no se limitan al rendimiento académico. Los niños que experimentan estos estados tienden a mostrar síntomas como falta de concentración, cansancio, irritabilidad y dificultades para retener información. Esto no solo perjudica su desempeño en las aulas, sino también su motivación para asistir a clases y participar en actividades escolares. “Cuando un niño está constantemente preocupado por su desempeño académico o por situaciones personales, su capacidad de aprendizaje disminuye. Este bloqueo mental es un mecanismo de defensa frente a la sobrecarga emocional, lo que genera un círculo vicioso donde el rendimiento escolar sigue bajando y la ansiedad aumenta”, explica Barclay. Pero el impacto va más allá de los estudios. La ansiedad y el estrés también afectan la autoestima y el bienestar emocional de los niños. Sentimientos de frustración, aislamiento y una baja valoración de sí mismos son comunes entre aquellos que no reciben el apoyo necesario para gestionar sus emociones. En los casos más graves, esta situación puede derivar en episodios depresivos que, de no ser atendidos, pueden extenderse hasta la vida adulta. Juegos al aire libre, deportes de equipo y momentos de recreación dentro del horario escolar permiten a los estudiantes liberar la tensión acumulada y mejorar su estado de ánimo. (ONG Caminando Juntos) ¿Cómo aliviar el estrés en casa y en las aulas? Para abordar esta problemática, es fundamental que las escuelas y las familias implementen estrategias que permitan reducir el estrés en los niños y fomentar su bienestar emocional. A continuación, algunas medidas recomendadas por expertos: Fomentar la comunicación abierta: Crear espacios seguros en las escuelas y en el hogar donde los niños puedan expresar sus preocupaciones y emociones sin miedo a ser juzgados. Esto les ayuda a sentirse escuchados y validados, fortaleciendo su confianza y autoestima. Las tutorías grupales y las reuniones de padres y docentes pueden ser una excelente oportunidad para identificar los desafíos emocionales de los niños y brindarles el soporte necesario. Reconocer y validar las emociones: Enseñar a los niños a identificar sus emociones y a comprender que todas son válidas, ya sean positivas o negativas. Utilizar herramientas visuales, como imágenes o cuentos, puede ayudar a los más pequeños a ponerle nombre a lo que sienten. La práctica del “mindfulness” o atención plena es una técnica útil para que aprendan a aceptar sus emociones sin juzgarse a sí mismos. Incorporar técnicas de relajación: La respiración profunda, la meditación guiada y los ejercicios de relajación pueden ser útiles para reducir la ansiedad en los niños. Estas técnicas, adaptadas para ser divertidas y accesibles, pueden ser integradas en la rutina escolar, por ejemplo, dedicando unos minutos al inicio de la jornada para practicar respiraciones conscientes. Promover el juego y la actividad física: El ejercicio regular es fundamental para el desarrollo físico y mental de los niños. Juegos al aire libre, deportes de equipo y momentos de recreación dentro del horario escolar permiten a los estudiantes liberar la tensión acumulada y mejorar su estado de ánimo. Estudios han demostrado que la actividad física favorece la producción de endorfinas, lo que contribuye a reducir la ansiedad y mejorar el bienestar emocional. Establecer expectativas realistas: Es crucial que padres y docentes comprendan las capacidades y limitaciones de los niños. Evitar imponerles cargas académicas excesivas y valorar sus esfuerzos, más allá de los resultados, ayuda a reducir la presión. Esto permite que los niños sientan que sus logros son reconocidos y que se les apoya en el proceso de aprendizaje, no solo en el cumplimiento de metas. Source link

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Cáncer de mama: dónde hacerse exámenes de despistaje gratuito y a bajo costo | BIENESTAR

Octubre es el mes de la Concientización sobre el Cáncer de Mama, que busca fomentar la detección temprana de esta enfermedad y reducir su impacto en la salud de las mujeres. En Perú, el cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres, con cerca de 7,000 nuevos casos diagnosticados cada año de acuerdo con Globocan. Además, se estima que seis mujeres mueren a diario por esta causa, lo que resalta la urgencia de realizarse exámenes de despistaje de forma regular. La detección temprana es fundamental, ya que un diagnóstico a tiempo puede aumentar significativamente las posibilidades de tratamiento exitoso, con tasas de curación de hasta un 90% cuando la enfermedad se detecta en etapas iniciales. A pesar de ello, muchos casos en el país son diagnosticados en fases avanzadas, lo que complica la efectividad de las terapias y disminuye las oportunidades de supervivencia. Exámenes de despistaje de cáncer de mama gratuito y a bajo costo Para facilitar el acceso a diagnósticos oportunos, diversas instituciones en Perú ofrecen exámenes de despistaje de manera gratuita o a bajo costo: Ancón 🗓️ 7 al 12 de octubre. 📍 Liga Contra el Cáncer: I.E. Nº 2062 Andrés Avelino Cáceres (jr. José Carlos Mariátegui 845 urb. Las Brisas. A 1 cdra. de la comisaría de Ancón). Independencia 📍 Liga Contra el Cáncer: Municipalidad de Independencia (frontis) 🗓️ 7 al 11 de octubre. 💰Gratuito Carabayllo 📍Liga Contra el Cáncer: II sector El Progreso (cruce de la av. Túpac Amaru con jr. Castilla) 🗓️ 7 al 11 de octubre. 💰Gratuito Cercado de Lima 📍Liga Contra el Cáncer: Estación Central del Metropolitano. 🗓️ 21 al 25 de octubre. 💰Gratuito Chorrillos 📍Red Rebagliati: Policlínico Juan José Rodriguez Lazo 🗓️ Viernes 18 de octubre 9:00 a.m. a 12:00 p.m. 💰Gratuito Jesús María 🗓️ Jueves 17 de octubre de 9:00 a.m. a 12:00 p.m. 📍Red Rebagliati: Policlínico EsSalud Pablo Bermúdez 💰Gratuito 📍Red Rebagliati: Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins 🗓️Jueves 17 de octubre de 9:00 a.m. a 01:00 p.m. 💰Gratuito 📍Clínica San Felipe 💰Gratuito previo registro en https://clinicasanfelipe.com/undiaporlamujer La Molina 📍Clínica San Felipe 💰Gratuito previo registro en https://clinicasanfelipe.com/undiaporlamujer San Luis 📍Clínica San Juan De Dios 💰Mamografías desde S/.35, papanicolaou desde S/.16. Villa El Salvador 🗓️ Viernes 18 de octubre 9:00 a.m. a 12:00 p.m. 📍Red Rebagliati: Hospital Uldarico Roca Fernández 💰Gratuito Source link

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1 de cada 3 niños en el mundo tiene miopía: cómo saber si tu hijo tiene problemas de visión | HOGAR-FAMILIA

La vista es uno de los sentido más complejos y vitales para los seres humanos, ya que nos permite percibir el mundo que nos rodea de manera detallada y en tiempo real, pues a través de ella, recibimos alrededor del 80% de la información que procesamos a diario. Desde que nacemos, nuestros ojos comienzan a adaptarse a las distintas formas, colores y distancias, influyendo así en el desarrollo de una serie de habilidades cognitivas, motoras y sociales. Sin embargo, en la sociedad moderna, este sentido esencial se ve cada vez más afectado por diversos factores, como los cambios en los estilos de vida, que repercuten, especialmente en la población infantil. Por ello, hoy en día, muchos niños enfrentan problemas visuales desde edades tempranas, pero estos suelen pasar desapercibidos hasta que han avanzado considerablemente. En definitiva, condiciones, como el astigmatismo, la hipermetropía, pero, sobre todo, la miopía, han aumentado significativamente en las últimas décadas. Si nos remontamos al pasado, los niños solían pasar más tiempo al aire libre, jugando y entrando en contactado con la naturaleza donde la luz natural y las distancias largas ayudaban a mantener la vista en equilibrio. No obstante, en la actualidad, estas actividades han sido reemplazadas por largos períodos frente a las pantallas de los dispositivos electrónicos, lo que ha provocado una fatiga visual digital, contribuyendo así a estos problemas de visión. La miopía, un padecimiento que antes afectaba principalmente a los adultos, se ha convertido en una creciente preocupación infantil a nivel global. Un reciente estudio publicado el 24 de setiembre en la revista British Journal of Ophthalmology, tuvo como objetivo determinar la prevalencia global y regional de la miopía en niños y adolescentes, así como evaluar las diferencias en subgrupos demográficos, como según género, región geográfica y entorno. El análisis se basó en una revisión sistemática de 276 estudios publicados en diferentes bases de datos, abarcando un total de 5,4 millones de participantes de 50 países en los seis continentes. El artículo titulado “Global prevalence, trend and projection of myopia in children and adolescents from 1990 to 2050: a comprehensive systematic review and meta-analysis”, reveló que la prevalencia de la miopía ha incrementado significativamente, pasando del 24.32% en 1990 al 35.81% en 2023, por lo que se estima que uno de cada tres niños en el mundo padece de esta condición. Asimismo, la investigación proyecta que para el 2050, el número de casos entre niños y adolescentes podría superar los 740 millones, con un aumento del 39. 80%, lo que convertiría a esta afección visual en un problema de salud pública a nivel mundial. ¿Qué es la miopía? La miopía es un error refractivo del ojo que dificulta la visión clara de los objetos lejano, mientras que los objetos cercanos se perciben con nitidez. Según explicó la doctora Allison Babiuch, oftalmóloga de Cleveland Clinic a Hogar y Familia, en las personas con miopía, el globo ocular es más largo de lo normal o la córnea, la capa transparente frontal del ojo, tiene una curvatura excesiva. Por consiguiente, esto provoca que la luz se enfoque frente a la retina en lugar de directamente sobre ella, lo que resulta en una visión borrosa para los objetos distantes. Los primeros signos de miopía en los niños suelen manifestarse generalmente durante la etapa preescolar y escolar, entre los 3 y 12 años. “La miopía se debe, en esencia, a que el ojo es más grande de lo normal. Mientras que un ojo promedio mide alrededor de 23 mm, el ojo miope puede medir entre 24 y 32 mm en su eje anteroposterior. Este aumento en el tamaño afecta la capacidad de enfoque, ya que la córnea y el cristalino, responsables de hacer converger los rayos de luz, están diseñados para enfocar a una distancia de 23 mm. En los ojos miopes, el mayor tamaño provoca que el enfoque se desplace, haciendo que la visión de lejos sea borrosa, aunque la visión de cerca se mantenga clara. Por eso, las personas con miopía tienden a acercarse a objetos, como pantallas o pizarras para ver mejor”, expresó el doctor Gerardo Arana, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión. ¿A qué edad suelen manifestarse los primeros signos de miopía en los niños? Aunque esta condición ocular puede manifestarse a cualquier edad, a menudo aparece en la infancia y tiende a progresar con la edad. De acuerdo a Valentina Gracia, oftalmóloga de la Clínica OftalmoMedic, los primeros signos de miopía en los niños se presentan durante la etapa preescolar y escolar, entre los 3 y 12 años, ya que en este período se enfrentan a actividades que requieren de una visión de cerca, como leer y escribir. Según el estudio, el desarrollo de la miopía durante esta fase de la vida se debe a que los niños más jóvenes, especialmente en edad preescolar, están en una etapa crucial de desarrollo visual, caracterizada por una alta plasticidad, lo que los hace más susceptibles a factores ambientales que contribuyen a la aparición de esta condición. Sin embargo, este trastorno tiende a empeorar a medida que los infantes crecen y entran en la adolescencia, por lo que se observó una prevalencia del 47% en participantes de entre 12 y 19 años, frente a un 21.21% en niños de 6 a 12 años durante el 2023. ¿Cuáles son los factores de riesgo de la miopía en los niños? La miopía o visión corta, se ha vuelto cada vez más común entre la población infantil, pues como refirió la doctora Gracia, existen varios factores que pueden aumentar la propensión a desarrollar esta afección. En primer lugar, los factores genéticos, es decir, la herencia juega un papel importante, dado que los niños cuyos padres son miopes tienen un mayor riesgo de padecerla. “Diversos estudios han demostrado que, si ambos padres son miopes, la probabilidad de que el hijo desarrolle la enfermedad es del 32.9%. Si solo uno de los progenitores padece esta afección, la posibilidad disminuye al 18.2%, y si ninguno de los padres es miope, el

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Un estudio descubre que componente del Ozempic podría aumentar el riesgo de suicidio | semaglutida | diabetes | pérdida de peso | depresión | BIENESTAR

En los últimos meses, el Ozempic ha dejado de ser un término desconocido por muchos para convertirse en uno de los temas más buscados en internet. Básicamente, este medicamento, cuyo principio activo es la semaglutida, fue originalmente desarrollado para tratar la diabetes tipo 2. No obstante, su capacidad para ayudar a la pérdida de peso, lo ha posicionado en el centro de una creciente polémica, la cual involucra a expertos médicos, autoridades sanitarias, pero principalmente, está liderada por personalidades de la cultura pop, desde Oprah Winfrey, Christina Aguilera, Kim Kardashian hasta Elon Musk. Sin duda, lo que empezó como un tratamiento para controlar la glucosa en pacientes diabéticos, actualmente es visto por millones de personas como una solución “rápida” para combatir el sobrepeso y la obesidad, desatando así un auténtico boom en el mercado. Ciertamente, su presencia en diversos titulares alrededor del mundo y las redes sociales, impulsado por el uso indiscriminado por parte de estas y otras celebridades, han contribuido al fenómeno de culto que rodea a este fármaco. Por esta razón, y pese a que ha demostrado su efectividad para tratar enfermedades como la diabetes y tener un impacto significativo en la pérdida de peso, el Ozempic junto a otros medicamentos similares, se encuentran bajo la lupa de la comunidad científica. Con el aumento de su demanda, algunas investigaciones señalan serias advertencias sobre los riesgos que podrían estar ocultos bajo la superficie. Uno de los estudios más recientes, es el publicado el pasado 20 de agosto en la revista académica JAMA Network Open, en el cual se analizó los posibles riesgos de ideación suicida y autolesiones en pacientes tratados con semaglutida, ya sea para la diabetes o para perder peso. Para ello se utilizó la base de datos global de reacciones adversas a medicamentos en 140 países, recopilada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ozempic, cuyo principio activo es la semaglutida, es un medicamento utilizado principalmente para tratar la diabetes tipo 2, ya que ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre. Tras años de estudio, ha mostrado resultados significativos en el manejo de esta enfermedad y sus complicaciones crónicas, como problemas cardiovasculares y renales, además de contribuir a la pérdida de peso.(AP) / David J. Phillip En el artículo titulado “Disproportionality Analysis From World Health Organization Data on Semaglutide, Liraglutide, and Suicidality”, los autores identificaron de un total de 30,500 pacientes, 107 casos de personas con un promedio de edad de 48 años (55% mujeres) que reportaron pensamientos suicidas durante el tratamiento con semaglutida. Además, se registraron 162 informes similares entre más de 52,000 personas (promedio de edad 47 años, 61% mujeres) que tomaban liraglutida, otro principio activo empleado en fármacos para la diabetes. ¿Cómo actúa el principio activo del Ozempic en el cuerpo? Según señaló Marlon Yovera, endocrinólogo e investigador de la Universidad Científica de Sur a Bienestar, el Ozempic es un medicamento inyectable aprobado principalmente para tratar la diabetes tipo 2 y la reducción de eventos cardiovasculares en estos pacientes. Sin embargo, de manera no oficial u off-label, su uso se ha extendido al manejo crónico del peso en personas con o sin obesidad. Este medicamento tiene como principio activo a la semaglutida, un antagonista del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1), que funciona ayudando al cuerpo a liberar insulina cuando los niveles de azúcar en la sangre son altos y a reducir la cantidad de glucosa producida por el hígado. Además, como refirió el doctor W. Scott Butsch, especialista en medicina de la obesidad de Cleveland Clinic, esta ralentiza el vaciamiento gástrico, lo que puede llevar a una sensación de saciedad y, en muchos casos, a la pérdida de peso. “Cuando una persona consume alimentos, una sustancia conocida como GLP-1 se secreta en el tracto intestinal. Esta hormona viaja al páncreas, señalando la presencia de alimentos y estimulando la liberación de insulina. Además, llega al hipotálamo, la región del cerebro que regula el apetito, enviando la señal de que hay comida en el sistema, lo que reduce la necesidad de comer. Como resultado, el paciente experimenta una disminución del hambre y se siente lleno más rápido. En concreto, este agente farmacéutico actúa sobre los receptores que normalmente responden a un péptido de origen intestinal, los cuales se encuentran en el páncreas, el tracto gastrointestinal, el cerebro, el corazón y los riñones. Asimismo, retrasa el vaciado gástrico y actúa en el sistema nervioso central, mejorando la sensación de saciedad. Mientras que, en personas con diabetes tipo 2, contribuye al control de los niveles de glucosa en sangre sin aumentar el riesgo de hipoglucemia”, explicó el endocrinólogo. Por su parte, Jesús Rocca, endocrinólogo de la Clínica Ricardo Palma mencionó que, la semaglutida fue desarrollada por la industria farmacéutica como una alternativa más duradera a la liraglutida, cuyo efecto dura aproximadamente 24 horas, en cambio, este nuevo análogo, tiene una efectividad de hasta una semana. Aunque ambas pertenecen a la misma familia de fármacos, los agonistas del GLP-1, son moléculas diferentes, por lo que la semaglutida es considerada como uno de los antidiabéticos más efectivos después de la insulina, así como también se destaca por ser muy eficiente en la reducción de peso entre otros fármacos de su clase. En el estudio se observó que los pacientes que tomaban antidepresivos o benzodiazepinas junto con semaglutida tenían un riesgo significativamente mayor de ideación suicida, lo que sugiere una posible interacción entre estos fármacos y el estado mental del paciente​. ¿Cuáles son los efectos secundarios de la semaglutina? De acuerdo a Carlos Guerreros, endocrinólogo de la Clínica Internacional, los efectos secundarios más comunes incluyen náuseas, vómitos, sensación de llenura, estreñimiento, vértigo, vómitos, diarrea y dolor abdominal. No obstante, estos efectos suelen ser leves y tienden a disminuir con el tiempo a medida que el cuerpo se adapta al medicamento. Por ello, como recomendó el experto de Cleveland Clinic, para manejarlos, se debe iniciar el tratamiento con una dosis baja y aumentarla gradualmente según lo indicado por el médico tratante. Adicionalmente, es útil

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176 psicólogos por cada 100 mil habitantes: Cómo repercute la falta de profesionales en la salud mental de los peruanos | psicoterapia | estigmas | depresión | BIENESTAR

A lo largo de la historia, la salud mental ha sido constantemente relegada a un segundo plano frente a las enfermedades físicas, a pesar de trastornos, como la depresión, la ansiedad, el estrés postraumático y otros problemas psicológicos que afectan a un gran grupo de personas en todo el mundo, independientemente de su edad, género o estatus socioeconómico. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de mil millones de individuos padecen de alguna patología mental. Si bien en los últimos años, su relevancia ha cobrado mayor importancia, especialmente tras la pandemia de Covid-19, la cual evidenció las profundas carencias en el acceso a servicios psicológicos y psicoterapéuticos, poniendo de manifiesto una crisis de salud mental a gran escala. En el Perú, esta situación se ha agravado, pues como señaló el doctor Miguel Vallejos, decano nacional del Colegio de Psicólogos del Perú a Bienestar, después de la emergencia sanitaria, los problemas de salud mental, como la ansiedad, el estrés, la depresión, la violencia desde el punto de vista clínico y el consumo de alcohol y de drogas se han incrementado en un 20% a 40%. Sin duda, esto demuestra una mayor demanda de atención, aunque lamentablemente sigue existiendo una gran brecha en los servicios disponibles. “A pesar de los diversos esfuerzos para mejorar el acceso a los servicios de salud mental, aún persisten algunos desafíos significativos, como el impacto de la pandemia y la estigmatización, pues lastimosamente este sigue siendo un tema tabú en muchas comunidades, lo que dificulta que las personas busquen ayuda. Asimismo, el financiamiento para programas de salud mental suele ser limitado, afectando tanto la calidad como disponibilidad de los servicios y, a esto se suma la falta de conciencia y educación sobre la salud mental y su importancia. Sin embargo, uno de los principales problemas detrás de esta situación es la escasez de psicólogos especializados en psicoterapia, lo que genera una sobrecarga en clínicas y hospitales”, expresó el doctor Alberto Alegre Bravo, psicólogo y coordinador académico de la carrera de psicología de Continental University of Florida. De acuerdo al doctor Vallejos, en todo el país, hay aproximadamente 60 mil psicólogos colegiados, lo que equivale a 176 psicólogos por cada 100 mil habitantes. Sin embargo, esta cifra incluye a profesionales que ejercen en diversas áreas de la psicología, como la forense, organizacional, educativa, entre otras, y no exclusivamente en el ámbito clínico o en la práctica de la terapia psicológica. Actualmente, se tienen inscritos 487 psicólogos formados como psicoterapeutas en universidades licenciadas, cuya especialidad está registrada en SUNEDU, y cerca de 900 profesionales que han recibido su formación en centros especializados en psicoterapia. Las causas de la falta de psicoterapeutas son diversas y complejas. Factores como la centralización de los servicios de salud en las grandes ciudades, la falta de incentivos económicos y laborales para los profesionales de la salud mental, y la limitada oferta de programas de formación especializada, agravan una crisis de salud mental en el Perú. ¿A qué se debe la falta de psicoterapeutas en el Perú? El déficit de terapeutas en Perú se debe a varios factores interrelacionados. En primer lugar, como explicó el especialista de la Continental University of Florida, la oferta de programas académicos en psicología y disciplinas afines a la salud mental es limitada, lo que restringe el número de graduados. Además, la salud mental ha recibido históricamente menos atención y financiamiento en comparación con otras áreas de la salud, lo que ha frenado la creación de más puestos de trabajo. A esto se suman los bajos salarios y las condiciones laborales poco atractivas que enfrentan muchos psicoterapeutas, lo que desincentiva a los profesionales a trabajar, sobre todo, en el sector público o en zonas rurales. “Sin duda, uno de los factores que explica la falta o la distribución desigual de los terapeutas en el país es la combinación de aspectos geográficos, económicos y sociales, pues la concentración de recursos en áreas urbanas genera un vacío en la atención en zonas rurales, donde la demanda es alta, pero la oferta de profesionales es escasa. Provincias como Puno, Huancavelica, Apurímac y Loreto enfrentan una grave escasez de profesionales de salud mental debido a la dificultad de acceso y a la migración hacia las ciudades. De igual manera, las regiones andinas y amazónicas cuentan con menos recursos y una infraestructura de salud mental más limitada, mientras que, lugares como Cajamarca y Cusco también sufren por la falta de inversión en salud pública, lo que reduce la disponibilidad de servicios. Es importante destacar que, aunque ciudades grandes como Lima tienen más terapeutas, las zonas marginales y poblaciones vulnerables a menudo carecen de acceso adecuado a estos servicios”. Por su parte, el decano del Colegio de Psicólogos del Perú refirió que, existe la percepción de que solo se debe acudir al psicólogo cuando se enfrentan problemas moderados o graves, sin adoptar una visión preventiva. Básicamente, esto se debe, en gran medida, a que la salud mental no se ha normalizado y sigue cargada de estigmas, pues históricamente, ha estado asociada con la psicosis o “locura”, lo que ha dificultado su aceptación. Además, las intervenciones del pasado, como los tratamientos en manicomios, han reforzado esta visión negativa, lo que desalienta a muchas personas a buscar ayuda psicológica, a pesar del alto índice de trastornos mentales en el país. ¿Cuáles son las principales consecuencias que genera la falta de terapeutas a la salud mental de los peruanos? La falta de acceso a una atención adecuada puede incrementar la prevalencia de trastornos y problemas relacionados a la salud mental, como la ansiedad, la depresión, el estrés, el maltrato y la violencia familiar. Según Liliana Tuñoque, psicoterapeuta de la Clínica Internacional, la ausencia de un diagnóstico oportuno y, por lo tanto, de tratamiento puede desencadenar cuadros psicopatológicos más severos debido al aumento de los síntomas. Por ejemplo, en el caso de la violencia, las personas pueden llegar a atentar contra la salud física y emocional de mujeres, niños o adultos, lo que genera

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Personas no vacunadas enfrentan mayor riesgo de depresión y otros trastornos de salud mental tras padecer de Covid-19, según estudio | secuelas | covid prolongado | BIENESTAR

Hace cuatro años, el mundo entero se enfrentó a uno de los eventos más inesperados y trascendentales: la pandemia de COVID-19, la cual logró marcar un antes y un después en la historia de la humanidad. Sin duda, este fue el epicentro de una revolución, pues lo que comenzó como un brote viral en una pequeña ciudad de China, rápidamente se convirtió en una crisis sanitaria global sin precedentes. Durante meses, la infección causada por el virus del SARS-CoV-2 se propagó de forma vertiginosa, paralizando al planeta entero y obligando a millones de personas a adaptarse a una “nueva normalidad” dominada por la incertidumbre, el miedo y la resiliencia, trayendo consigo un confinamiento masivo y un cambio radical en las dinámicas laborales y sociales. Asimismo, los sistemas de salud colapsaron y las ciencias y la tecnología avanzaron a pasos agigantados para desarrollar respuestas y soluciones, como las vacunas, que representaron un hito crucial en la lucha contra este enemigo invisible. Hoy, años después, nos encontramos en una etapa que muchos denominan como la “era post-COVID”; sin embargo, como aseguró el doctor José Luis Cabrera, neumólogo de la Clínica Internacional a Bienestar, su impacto sigue siendo profundo y multifacético, ya que, hasta el 31 de agosto del 2024, se han registrado 776 millones de casos confirmados y 7 millones de muertes. Aunque la fase aguda de la pandemia ha disminuido, el COVID-19 continúa siendo una preocupación de salud pública, puesto que cada vez más personas reportan síntomas persistentes y secuelas que afectan su calidad de vida, lo que ha llevado a la comunidad científica a estudiar estas nuevas amenazas. Una investigación reciente, publicada el pasado 21 de agosto en la revista académica JAMA Psychiatry, analizó los trastornos mentales asociados con el diagnóstico de COVID-19 según el estado de vacunación en pacientes hospitalizados y en la población general. Para ello, los autores examinaron los historiales médicos de tres grupos de adultos, con edades comprendidas entre 18 y los 110 años, diagnosticados con el virus entre enero de 2020 y diciembre de 2021. El primer grupo, compuesto por 18,6 millones de personas, fue diagnosticado antes de que las vacunas estuvieran disponibles. Los otros dos grupos incluyeron a 14 millones de personas vacunadas y 3,2 millones no vacunadas. En el artículo titulado “COVID-19 and Mental Illnesses in Vaccinated and Unvaccinated People”, se encontró que la incidencia de trastornos mentales, como la depresión, los trastornos de ansiedad generalizada, trastorno de estrés postraumático, trastorno bipolar, esquizofrenia, entre otros, fue significativamente mayor entre la primera y la cuarta semana posterior al diagnóstico de la infección de coronavirus, con un aumento más pronunciado en personas no vacunadas. Además, se determinó que los pacientes hospitalizados tenían un mayor riesgo de desarrollar trastornos mentales. En concreto, entre quienes contrajeron el virus antes de la disponibilidad de las vacunas, la incidencia de depresión fue 16.3 veces mayor en los pacientes hospitalizados, mientras que en aquellos que no requirieron hospitalización fue 1.22 veces mayor. El COVID-19 es una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus SARS-CoV-2. Desde su aparición a finales de 2019, ha desencadenado una pandemia global, llevando a la implementación de medidas de contención que afectaron los sistemas de salud, educación y bienestar emocional de la población a nivel mundial. / JOEL SAGET ¿Cuáles son los factores de riesgo del COVID-19? De acuerdo a Julio Cachay, infectólogo de la Clinica Ricardo Palma, el COVID-19 es una infección producida por el SARS-CoV-2, un virus de características emergentes, razón por la cual, la población mundial no tenía una respuesta inmune previa, por lo que, al surgir, desencadenó una onda epidemiológica importante que dio lugar a una emergencia de salud global. Si bien esta enfermedad emergente no discriminada a nadie, como refirió el neumólogo, sí se observó una mayor tendencia entre las personas que presentaban los siguientes factores de riesgo: Edad avanzada: Las personas mayores, especialmente aquellas de 65 años o más, tienen un mayor riesgo de complicaciones graves. Enfermedades crónicas: Condiciones como enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, enfermedad hepática crónica y enfermedades pulmonares crónicas (como EPOC o asma severo) aumentan el riesgo. Obesidad: Un índice de masa corporal (IMC) elevado se asocia con un mayor riesgo de complicaciones. Inmunosupresión: Personas con sistemas inmunitarios debilitados debido a condiciones,como VIH/SIDA, cáncer en tratamiento, trasplante de órganos o enfermedades autoinmunes. Fumar: El tabaquismo se asocia con un mayor riesgo de complicaciones severas en caso de infección. ¿Qué secuelas se observan en pacientes post-COVID? Esta infección viral afecta al organismo de manera generalizada, aunque su principal impacto se manifiesta en el sistema respiratorio. En su fase aguda, puede provocar embolias pulmonares de intensidad leve, moderada o severa. Como precisó el infectólogo, en los casos moderados a severos, pueden ocurrir alteraciones estructurales en los pulmones, lo que podría derivar en fibrosis pulmonar. “Las secuelas que experimentan muchos pacientes después de recuperarse de COVID-19, conocidas como “COVID prolongado” o “long COVID”, incluyen una amplia gama de síntomas persistentes. Estos pueden manifestarse como fatiga extrema, dificultad para respirar, niebla mental (problemas de concentración o memoria), dolor muscular, complicaciones digestivas, así como cefaleas y taquicardia. Se considera que una persona se encuentra en este estado post-COVID cuando la sintomatología permanece durante más de 4 a 12 semanas después de la fase aguda de la infección. Por ello, se destaca que, las personas no vacunadas pueden tener un mayor riesgo de desarrollar estos síntomas a largo plazo, especialmente si sufrieron una infección grave. La falta de vacunación no solo aumenta el riesgo de una enfermedad severa, sino también la posibilidad de padecer efectos prolongados, que pueden afectar diversos sistemas del organismo, incluyendo trastornos de salud mental, como depresión, ansiedad, entre otros.” Por consiguiente, en el estudio publicado en JAMA Psychiatry, se encontró que la incidencia de la depresión en las cuatro semanas posteriores al diagnóstico de COVID-19, fue 1.93 veces superior en las personas que habían contraído la infección antes de la vacunación, 1,79 veces superior entre el grupo no vacunado y 1,16 entre los vacunados. Por otro lado, el riesgo de

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Rinitis alérgica | temporada de alergias: cómo diferenciar de un resfriado común en niños | | HOGAR-FAMILIA

Una de las principales preocupaciones para cualquier padre o cuidador es, sin duda, la salud de los niños. Mientras atraviesan una etapa de crecimiento y aprendizaje, es común que, en medio de su rutina- el colegio, las actividades extracurriculares y sus tiempos libres- comiencen a presentar síntomas, como estornudos, congestión nasal, secreción y tos. Por lo general, ante estos signos, los adultos suelen cuestionarse sobre si se trata de una alergia o un resfriado común, siendo este uno de los mayores desafíos en relación a la salud infantil, ya que en ambos casos la sintomatología suele ser bastante similar en un inicio. Sin embargo, existen diferencias clave, las cuales son fundamentales para determinar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones innecesarias. En definitiva, la confusión entre las alergias y los resfriados es bastante frecuente. Por un lado, como indicó la doctora Nandy Vega, subdirectora médica de MAPFRE a Hogar y Familia, los niños pueden llegar a contraer entre 6 a 10 resfriados al año, especialmente durante los meses más fríos. Por otro lado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las alergias son una de las seis enfermedades crónicas más comunes en la población infantil. Por lo tanto, los cambios de temperatura y el contacto con otros niños en el colegio o en actividades recreativas son algunos de los factores que pueden contribuir a dicha duda. Además, dado que su sistema inmunológico aún se está desarrollando, los menores son más susceptibles a múltiples afecciones respiratorias, lo que genera una mayor preocupación en los padres de familia. “Las alergias son una respuesta exagerada del sistema inmunológico ante sustancias que generalmente son inofensivas, conocidas como alergenos, entre las que se destacan: el polen, los ácaros del polvo, el moho, el pelo de animales y ciertos alimentos. Básicamente, el cuerpo identifica estos alergenos como peligros y libera histamina, lo que provoca los síntomas alérgicos. Mientras que, el resfriado común es una infección viral del tracto respiratorio, causada por virus, como el rinovirus, el cual se contagia a través del aire o por el contacto directo con superficies contaminadas”, explicó Vega. ¿Cómo se diferencian los síntomas entre ambas condiciones en los niños? De acuerdo a el doctor Jorge Saravia, neumólogo de la Clínica Internacional, los síntomas de las alergias y el resfriado son los siguientes: Alergias: Secreción Nasal: Generalmente clara y acuosa. Estornudos: Frecuentes y en ráfaga. Picazón: Picor en la nariz, ojos y garganta. Ojos lagrimosos: Ojos rojos y con picazón. Tos seca Un niño que estornuda sin parar al entrar en contacto con el polvo o el polen puede estar sufriendo de una alergia estacional, mientras que otro que tiene fiebre y dolor de garganta puede estar lidiando con un resfriado viral. Aunque ambas condiciones afectan el sistema respiratorio, su causa, duración y tratamiento son completamente distintos. Resfriado: Secreción Nasal: Generalmente más espesa y de color amarillo o verde a medida que avanza el resfriado. Estornudos: Pueden ocurrir, pero no son tan frecuentes como en las alergias. Fiebre: Puede haber fiebre leve en algunos casos. Tos con flema Dolores corporales y fatiga: Es más común sentir cansancio y malestar general. “Además de diferenciarse en las causas y en algunos síntomas, como la fiebre —que no suele aparecer en las alergias—, la duración también es un aspecto importante. Los síntomas de una alergia pueden durar semanas o incluso meses, especialmente si la exposición al alérgeno es constante, ya que las alergias suelen ser estacionales. En cambio, los síntomas del resfriado común tienden a desaparecer en un plazo de 7 a 14 días”. ¿Hay alguna época del año en la que sea más difícil diferenciar entre alergias y resfriados en niños? Las alergias a menudo tienen un patrón estacional o puede ser perennes, como las alergias al polvo o a los ácaros que se pueden desencadenar a lo largo del año, sobre todo, si tenemos en cuenta que, los síntomas de las alergias suelen aparecer rápidamente tras la exposición al alergeno y desaparecen una vez que se elimina la fuente principal. Por otro lado, como refirió Carlos Mendoza Fox, neumólogo pediatra de la Clínica Ricardo Palma, el resfrío común es más frecuente durante los meses fríos, cuando los virus circulan más activamente y los niños pasan más tiempo en interiores, lo que facilita la transmisión. “Cabe señalar que la primavera y el invierno son épocas complicadas debido a los altos niveles de polen y los cambios de temperatura, lo que incrementa las reacciones alérgicas, especialmente en casos de alergias como la rinitis alérgica, por lo que estas se confunden fácilmente con los resfriados. No obstante, es importante que los padres sepan que, los síntomas más distintivos de las alergias son la picazón en los ojos y la nariz, signos que no son comunes en los resfriados”, sostuvo la médico de MAPFRE. ¿Es posible que los niños presenten una alergia y un resfriado a la vez? Por supuesto, los niños pueden presentar alergias y resfriados al mismo tiempo. Según el doctor Álvaro Altamirano, asesor médico de Laboratorios Elifarma, los menores que son alérgicos y que normalmente están en tratamiento para abordar la rinitis alérgica, durante los meses escolares, es común que se contagien de algún virus debido a la interacción con otros compañeros infectados. En este contexto, aunque estos infantes tienen una condición alérgica, también pueden comenzar a mostrar síntomas de una infección viral, como dolor de cabeza, dolor de garganta, tos y fiebre. Si un niño presenta congestión recurrente que no mejora con el tiempo, o los síntomas parecen empeorar en determinadas situaciones o estaciones, es posible que se trate de una alergia. Por ello, la intervención temprana con el tratamiento adecuado es crucial para evitar complicaciones innecesarias, como sinusitis crónica, infecciones de oído recurrentes y asma. “Es fundamental tener en cuenta que, Lima debido a su microclima, presenta condiciones que favorecen a las enfermedades respiratorias. Básicamente, la ciudad se encuentra bajo un “techo” de nubes tipo efecto invernadero, lo que, sumado a la humedad del mar y la polución del aire causada

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Dieta mediterránea: la clave para mejorar la salud de la próstata y la vida sexual | hombres | hábitos saludables | disfunción eréctil | BIENESTAR

La salud de la próstata es un tema de gran relevancia para los hombres, especialmente a medida que envejecen. A partir de los 40 años, muchos hombres comienzan a experimentar cambios en esta pequeña glándula del aparato reproductor masculino, lo cual desencadena una serie de problemas, como la hiperplasia benigna o la prostatitis. En definitiva, estos trastornos despiertan la preocupación entre la población masculina, dado que pueden afectar no solo la calidad de vida diaria, sino que también pueden impactar significativamente en la vida sexual, incluyendo complicaciones como la disfunción eréctil. Según señaló el doctor José Antonio Grandez, urólogo y CEO de InSalud a Bienestar, se estima que más del 80% de los hombres va a sufrir de algún problema de próstata a lo largo de su vida, siendo la hiperplasia prostática benigna la más común. Además, el 40% de los pacientes mayores de 40 años comienzan a presentar disfunción eréctil. Sin duda, estas cifras reflejan, en parte, la falta de conocimiento de muchos hombres, quienes desconocen que la clave para mejorar la salud de la próstata no solo radica en tratamientos médicos, sino también en adoptar hábitos preventivos, como el ejercicio, el manejo del estrés y, en especial una alimentación adecuada. “Es un hecho indiscutible que el estilo de vida moderno tiene un efecto directo sobre la salud prostática. En los últimos años, diversos estudios han comparado poblaciones asiáticas, que suelen seguir una dieta equilibrada rica en frutas, vegetales y grasas saludables y, principalmente, baja en carbohidratos, con las poblaciones occidentales, donde predomina una alimentación hipercalórica caracterizada por los alimentos procesados, grasas saturadas y exceso de carnes rojas. Los resultados muestran que el tamaño promedio de la próstata es significativamente menor en las personas asiáticas, por lo que presentan un menor riesgo de desarrollar problemas en la salud prostática, como hiperplasia o cáncer”. ¿Cuál es la función de la próstata en el cuerpo masculino? La próstata es una glándula del tamaño de una nuez, ubicada debajo de la vejiga de los hombres, cuya función principal es producir líquido prostático, el cual forma parte del semen y protege y nutre los espermatozoides. Asimismo, como explicó Petar Bajic, urólogo de Cleveland Clinic, las contracciones de la próstata durante la eyaculación ayudan a expulsar el semen hacia la uretra, lo que significa que esta glándula desempeña un papel clave tanto en la fertilidad, al contribuir al transporte y viabilidad de los espermatozoides, como en la salud sexual, ya que está relacionada con la función eréctil y la eyaculación. A partir de los 40 años, es común que los hombres experimenten cambios en la próstata, siendo la hiperplasia prostática benigna (HPB) una de las afecciones más comunes. Este agrandamiento no canceroso de la glándula puede ocasionar síntomas molestos, como dificultad para orinar, y, en algunos casos, problemas en la función sexual. “Igualmente, la próstata es una parte anatómica clave del aparato urinario. Al rodear la uretra, el conducto que trasporta la orina desde la vejiga hacia el exterior, debido a esta proximidad, su tamaño y estado influye directamente en la micción. Básicamente, contribuye al control del flujo urinario, ya que contiene fibras musculares lisas que se contraen y relajan, regulando así la apertura y cierre de la uretra durante la micción”, expresó el doctor Jorge Stucchi, urólogo del Centro Médico Clínica Ricardo Palma – Sede Plaza Lima Sur. ¿Cuáles son los principales problemas de salud de la próstata? De acuerdo a José Siles, urólogo de la Clínica Internacional, a lo largo de la vida, la próstata puede enfrentar varios problemas de salud, incluyendo: Hiperplasia prostática benigna (HPB): Esta condición hace referencia al aumento no canceroso del tamaño de la próstata, la cual puede causar problemas urinarios, como dificultad para orinar o necesidad frecuente de micción. De igual modo, puede impactar en la calidad de la vida sexual, puesto que se suele asociar con problemas de disfunción eréctil y disminución del deseo sexual. Prostatitis: Es la inflamación de la próstata que puede ser aguda o crónica, causada principalmente, por infecciones bacterianas o estrés. Este problema de salud prostático puede ocasionar dolor y síntomas urinarios, así como también disfunción eréctil temporal. Cáncer de próstata: Este es uno de los cánceres más comunes en los hombres y puede llegar a afectar gravemente la salud si no se detecta a tiempo. Dependiendo del tipo de tratamiento, como prostatectomía o radioterapia, también puede impactar en la función sexual. Según la Organización Panamericana de Salud (OPS), con más de 412.000 nuevos casos y más de 85.000 muertes, el cáncer de próstata es la neoplasia más frecuente en las Américas y el segundo más mortal entre los hombres. ¿De qué manera la alimentación influye en la salud de la próstata? A lo largo de los años, como refirió el doctor Stucci, diversos estudios han señalado que la dieta mediterránea es la más adecuada para prevenir o reducir el riesgo de problemas de próstata, ya que se basa en el consumo de legumbres, nueces, frutas, frutos secos, aceite de oliva y pescados. Por esta razón, como indicó la nutricionista Giulianna Saldarriaga, los siguientes nutrientes pueden favorecer al cuido de la salud de la próstata: Frutas y verduras: Están compuestas por antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el daño celular y, potencialmente, reducir el riesgo de cáncer de próstata. Por lo tanto, se recomienda comer frutas y verduras todos los días y de tres colores como mínimo, entre lo que se destacan el brócoli por sus propiedades protectoras y el tomate por su alto contenido de licopeno. Grasas saludables: De igual forma, las grasas saludables, como los ácidos grasos omega-3, juegan un papel crucial en la protección contra el estrés oxidativo y la inflamación, dos factores estrechamente relacionados con el cáncer de próstata y la hiperplasia prostática benigna. Esto podemos encontrarlo en alimentos, como el pescado, el aceite de oliva, la palta, los frutos secos, las nueces, el sacha inchi, entre otros. Fibra: Una dieta rica en fibra, que incluya granos enteros, legumbres, frutas y verduras puede ayudar a mejorar la

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alcohol: el aliado oculto del sobrepeso | cerveza | bebidas alcohólicas | BIENESTAR

Es importante entender que tanto las grasas como los carbohidratos nos aportan una cantidad determinada de calorías, las cuales sirven como energía para los procesos celulares en el organismo. Así, cuando pongo en marcha un plan nutricional con mis pacientes, queda claro que debemos saber que las bebidas alcohólicas aportan incluso más calorías que las grasas. Dos vasos de una bebida con alta concentración de alcohol, como ron, vodka, gin, tequila o whisky, son comparables a comerse una hamburguesa completa con papas fritas. Con esto en mente, está bien dejar de consumir alimentos altos en calorías, pero también es fundamental que las personas que beben de forma constante, o incluso solo de forma “social”, también reduzcan el consumo de alcohol, al menos durante las semanas o meses que necesiten para perder algunos kilos de más. Esto no solo disminuirá el nivel calórico, que, si no se quema, se deposita directamente como grasa. Esta grasa puede ser tanto subcutánea, en los llamados “rollitos”, como intraabdominal, conocida como grasa parda, que es particularmente peligrosa ya que se acumula en el abdomen y provoca el aumento de la circunferencia abdominal, lo que comúnmente llamamos la “barriga chelera” en Perú, especialmente en aquellos que consumen mucha cerveza. Aunque la cerveza tiene una menor concentración de alcohol por mililitro, su contenido calórico es mayor debido a la levadura, lo que también provoca un incremento en el porcentaje de grasa corporal, afectando no solo el abdomen, sino también las piernas, los glúteos, la espalda y cualquier área con tejido graso subcutáneo. Por último, es necesario recordar que el alcohol es nocivo para el páncreas y el hígado, pudiendo causar pancreatitis alcohólica y cirrosis, respectivamente. El vino, aunque tiene una baja concentración de alcohol, también debe ser evitado durante la pérdida de peso. No quiero ser aguafiestas, pero esta columna busca aclarar que obtendrán mejores resultados si evitan el alcohol o sus equivalentes. Pueden optar por bebidas calientes o frías sin alcohol y sin azúcar para acompañar sus cenas o reuniones familiares. Source link

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