Rufo
La última Luna Llena del año siempre abre un espacio especial en tu interior. Esta vez, este cierre llega con una fuerza que rara vez aparece: la Luna está exaltada en Tauro, en el nakshatra Rohini, el lugar donde su energía se vuelve más fértil, más sensual y más serena. Es una Luna que te habla al cuerpo, a la memoria emocional y al deseo más íntimo.
Frente a ella, en Escorpio, se encuentra su propia regente: Venus, junto a Marte y al Sol. Esta oposición Luna–Venus es el eje principal de la luna llena, un puente entre lo que te da seguridad y lo que te invita a transformarte. Tauro quiere paz, calma, estabilidad; Escorpio quiere profundidad, honestidad y entrega. La Luna quiere disfrutar; Venus en Escorpio quiere sentir de verdad. Y entre ambas se abre un espacio emocional en el que ya no puedes esconder lo que deseas ni ignorar lo que te mueve por dentro.


La presencia de Marte junto a Venus intensifica todavía más este movimiento. En Jyotish, Marte tiene dos expresiones distintas: la acción directa de Aries y la transformación interna de Escorpio. En esta luna, la parte escorpiana es la más intensa. Marte no empuja hacia fuera: empuja hacia dentro. Te lleva hacia el deseo sincero, hacia las emociones profundas, hacia las decisiones que nacen de la parte de ti que ya no acepta mentiras. Marte se une a Venus para revelar verdades íntimas que estaban dormidas o contenidas.
El Sol en Jyestha, un nakshatra que representa la dignidad, la autoestima y el poder interior, ilumina el corazón con claridad. Esta luz solar te pide madurez, elección consciente, decisión adulta. El Sol te recuerda quién eres cuando te miras sin miedo, sin caretas y sin excusas.
Todo este fuego interno escorpiano se equilibra con un detalle precioso del cielo: Júpiter exaltado en Cáncer, signo regido por la propia Luna. Júpiter actúa como un manto protector, amplificando la intuición, la ternura y la capacidad de comprender tus emociones desde un lugar más grande que tú misma. Esta combinación —Luna exaltada y Júpiter exaltado— convierte la lunación en una de las más auspiciosas del año para sanar, cerrar ciclos, abrir el corazón y manifestar lo que deseas con verdad.
Además, Saturno ya está directo en Piscis, y esto hace una diferencia enorme. Durante su retrogradación podías sentir bloqueo, revisión, peso interno. Ahora que avanza, esa sensación se libera. Tus decisiones se vuelven claras, tus emociones encuentran estructura y tu intuición se siente más estable. Todo lo que decidas alrededor de esta luna tiene fuerza para quedarse.
Esta luna, además de ser la última del año, se convierte en una especie de espejo emocional en el que puedes verte sin distorsiones. La Luna en Rohini te muestra lo que disfrutas, lo que te sostiene, lo que te hace sentir viva. Venus en Escorpio te muestra lo que deseas, lo que quieres transformar y lo que ya no puede quedarse igual. Entre ambas aparece tu verdad.
Características de esta Luna
La Luna en Rohini suaviza, embellece y conecta con el placer natural de vivir. Es una energía femenina intensa que te invita a disfrutar del cuerpo, del descanso, del amor y del contacto real.
En equilibrio: creatividad, magnetismo, ternura y claridad emocional.
En desequilibrio: apego, necesidad de controlar o miedo a perder lo amado.
1. Deseo sincero
Diálogo entre lo que te hace bien y lo que te mueve por dentro.
Lo que deseas aparece sin filtros.
2. Transformación íntima
Profundiza emociones, vínculos y decisiones.
Te atreves a mirar donde antes evitabas.
3. Protección emocional
Decisiones alineadas con tu bienestar real.
No actúas desde el vacío, sino desde un corazón consciente.
4. Madurez y claridad
Energía para elegir desde el amor propio.
Tu voz interior recupera autoridad.
Energías relevantes
Luna exaltada en Rohini: magnetismo, claridad, sensibilidad elevada.
Oposición Luna–Venus: tensión entre placer y deseo profundo.
Venus + Marte en Escorpio: intensidad emocional, pasión consciente.
Sol en Jyestha: fuerza interior y autenticidad.
Júpiter exaltado: intuición y abundancia emocional.
Saturno directo: decisiones claras, estabilidad y estructura.
Ritual
Enciende una vela blanca y una roja: la blanca representa la paz de Tauro. La roja representa el deseo de Escorpio.
Cierra los ojos, respira a tu ritmo y espera hasta sentir el latido de tu corazón. Manténte conectada a ese ritmo, siéntelo dentro de ti y deja que el eco retumbe por tus adentros.
Después de un rato, toma una hoja en blanco y escribe lo que más te haya impactado durante el año, tanto por el lado bueno como por el lado malo, la idea es recordar ambos extremos emocionales y saber reconocer que vives en la luz y en la sombra, que la vida es maravillosa por el hecho de poder sentir, aunque a veces nos parezca muy duro. Al final añade:
«Elijo lo que deseo (describir con intención lo que quieres hacer, transformar y conseguir) sin perder mi paz o mi identidad, sin que el miedo bloquee o nuble mi juicio; yo siento, yo amo, yo soy consciente, gracias.»
Guárdala contigo hasta fin de año y luego quémala. Imagine y siente como si ya estuviera cumplido lo que has pedido.
Conclusión
Esta luna une tu suavidad y tu fuego interno. La parte terrenal y sensible, lo externo y lo interno. Todo en un mar de sensaciones profundas. Es un cierre sagrado que te invita a sentir, a desear y a elegir en tu verdad. Es importante ser consciente de que tú sientes a tu manera y de tu forma. Todo lo que decidas desde este lugar nace destinado a florecer. Esta Luna tiene mucho poder de creación y expansión.
Es un gran momento para ser consciente de todo lo que has vivido este año, lo que has sentido, experimentado y quieres hacer. No dejes que las costumbres de tu pasado, el miedo y la comodidad te alejen de lo que realmente eres, de tu amor y tu verdad. Acuérdate de reconocer tus emociones y aceptarlas, de vivir alineada a tu corazón y de expandir desde esa energía.







