Cuarenta años en los escenarios no han apagado la capacidad de emocionarse ni de conmoverse de Alberto Plaza (Santiago, 1962). “Se me hace un nudo en la garganta cuando veo al público cantar entre lágrimas o parejas besándose. Hay que ser de fierro para no dejarse tocar por algo así”, admite. Para él, la música es un milagro compartido: en el instante en que suena, sus canciones dejan de ser suyas para convertirse en parte de quienes las viven. El próximo 7 de octubre, en el Teatro Peruano Japonés, Lima será testigo de ese ritual sinfónico donde la emoción ocupará el centro del escenario y la voz de Plaza trascenderá más allá del tiempo.
La historia del cantautor chileno con el Perú comenzó a finales de los años 80, cuando llegó por primera vez al país sin que aún sus canciones sonaran en la radio local. Hubo que esperar hasta mediados de los 90 para que su música encontrara un lugar en el corazón del público peruano. El álbum “Bandido” marcó ese despegue internacional y su tema homónimo fue elegido Canción del año en una emisora peruana.

Tras dos años de ausencia, Alberto Plaza vuelve al Perú con una propuesta renovada en el marco de su Tour 40 años. Presentará un espectáculo sinfónico acompañado por una orquesta en vivo, un formato que potencia y reinterpreta sus clásicos. “Este concierto de celebración por mis 40 años de vida artística transportará al público a distintas etapas de mi trayectoria, con arreglos orquestales que enriquecen el repertorio”, afirma.

Desde su debut en el Festival de Viña del Mar en 1985, Alberto Plaza ha construido una sólida carrera con 13 discos de estudio y cuatro álbumes en vivo.
Sus canciones son pequeñas crónicas de vida. Historias transformadas en melodías que acompañan a generaciones, como “Ahora es Miguel” o “Amiga del dolor”. Plaza asume que la tarea del cantautor siempre ha sido ser testigo de su tiempo y dejar constancia de este en versos que se vuelven memoria colectiva.
Esa huella también se refleja en los artistas jóvenes que lo reconocen como un referente. Sebastián Yatra confesó alguna vez que aprendió a enamorarse de las canciones gracias a él. Plaza sonríe al recordarlo y admite que lo conmueve profundamente.
“Me emociona y me supera. Si hace 30 años me hubieran dicho que ocurriría algo así, no lo habría podido dimensionar. Pero mirando ahora en retrospectiva, con las audiencias masivas que tuve y la presencia en los medios, era probable que algún artista se viera influenciado por mi música y llegara a ser una gran estrella, no por mis canciones, sino por su propio mérito”, reflexiona.
Ese mismo reconocimiento lo vivió hace poco con el argentino Axel, a quien invitó a cantar en Bogotá. Antes de subir al escenario, el artista argentino le confesó al público: “Mientras escuchaba las canciones de Alberto detrás del escenario, me di cuenta de toda la influencia que tengo de él. Mis canciones tienen mucho de ti”. Para Plaza, gestos como ese son prueba de que su música trascendió más allá de su propia voz.
Hoy, mientras celebra cuatro décadas de carrera, también trabaja en el futuro. (Foto: Antonio Melgarejo)

Hoy, mientras celebra cuatro décadas de carrera, también trabaja en el futuro. (Foto: Antonio Melgarejo)
/ ANTONIO MELGAREJO
Al hablar de colaboraciones con nuevas generaciones, evita dar nombres. Reconoce que no sigue de cerca lo que hoy domina las radios ni el reguetón que conquista a los jóvenes. Conoce a los más resonantes, como Karol G, pero asegura que vive más pendiente de los libros que de las listas musicales. Lo que sí tiene claro es que la balada romántica nunca desaparecerá. “Somos seres de amor, y esa música nunca morirá. Lo demás puede ser pasajero, pero lo esencial siempre permanece”, reflexiona.

Esa convicción nace de lo que la música significa para él: un espejo y un refugio. Lo ha confirmado en su propia vida, al descubrir que los seres humanos son intrínsecamente buenos, que resuenan con la belleza y que una canción puede convertirse en una auténtica máquina del tiempo. “Basta escuchar un acorde para volver al pasado: al lugar, al olor, a la persona, al instante exacto en que esa melodía se convirtió en recuerdo. La música tiene ese poder de entrar en el alma humana”, sostiene.
Hoy, mientras celebra cuatro décadas de carrera, también trabaja en el futuro. Prepara un nuevo disco que verá la luz en los primeros meses del próximo año y en pocas semanas presentará un nuevo sencillo.
“Estoy en una etapa de plenitud y equilibrio, con ilusión intacta por lo que vendrá. El motor no debe ser el pasado, sino el futuro. Ahí está la fuerza”, remarca.
Además…
Alberto Plaza celebrará sus 40 años de trayectoria en el Teatro Peruano Japonés el próximo 7 de octubre. Las entradas están a la venta en Joinnus.