El aumento de la expectativa de vida y el envejecimiento de la población han traído como consecuencia la aparición de enfermedades crónico-degenerativas, entre las que sobresalen las demencias.
Los trastornos demenciales provocan sobrecarga en los familiares, quienes se ven obligados a reorganizar su vida para otorgar los cuidados necesarios al paciente. Los cuidados en las demencias son los que más estrés generan en el cuidador.
Newsletter Sanar en Espiral

Samanta Alva ofrece consejos prácticos y herramientas para tu bienestar, todos los jueves.
Se denomina síndrome del cuidador al trastorno caracterizado por agotamiento físico y psíquico que se presenta en personas que desempeñan el rol de cuidador principal de una persona dependiente.
El cuidador es toda persona, miembro o no de la familia, que con o sin remuneración presta cuidado al adulto mayor en sus actividades diarias. Es la persona que dedica la mayor parte de su tiempo al cuidado y asume las principales tareas. Existen dos tipos de cuidadores: los formales y los informales. El cuidador formal no forma parte de la familia del paciente, puede o no tener conocimientos para ejercer dicho rol y, a cambio, recibe una remuneración económica.

El síndrome del cuidador refleja el desgaste físico y emocional de quienes atienden a adultos mayores dependientes.
Ante esta realidad, se hacen necesarias intervenciones que apoyen a los cuidadores tanto emocionalmente como en la realización de sus actividades de cuidado.
Cuidar a personas enfermas es gratificante, pero estresante
Cuidar de alguien puede tener muchas recompensas. Para la mayoría de los cuidadores, cuidar de un ser querido les hace sentir bien y puede fortalecer la relación.
Pero las exigencias del cuidado también causan estrés emocional y físico. Es habitual sentirse enojado, frustrado, agotado o triste. También es habitual sentirse solo.
El estrés de los cuidadores puede ponerlos en riesgo de presentar alteraciones en su propia salud. Entre los factores que pueden aumentarlo se incluyen:
- Cuidar de un cónyuge.
- Vivir con la persona que necesita cuidados.
- Cuidar de alguien que necesita atención médica constante.
- Sentirse indefenso o deprimido.
- Pasar muchas horas en las labores de cuidado.
- Recibir muy poca orientación por parte de profesionales de atención médica.
- No tener elección a la hora de ser cuidador.
- Sentir la necesidad de cuidar en todo momento.
Signos de estrés del cuidador
- Sentirse agobiado o preocupado todo el tiempo.
- Sentirse cansado a menudo.
- Dormir mucho o poco.
- Enojarse o irritarse con facilidad.
- Falta de interés por actividades que antes disfrutaba.
- Sentirse triste.
- Tener dolores de cabeza frecuentes u otros problemas de salud.
Demasiado estrés puede perjudicar tu salud a largo plazo. Como cuidador, puedes sentirte deprimido o ansioso. Puede que no duermas lo suficiente o no realices suficiente actividad física. O puede que no lleves una alimentación equilibrada. Todo ello aumenta el riesgo de enfermedades, como cardíacas y diabetes.
Consejos para controlar el estrés del cuidador
Las exigencias emocionales y físicas del cuidado pueden poner a prueba incluso a la persona más fuerte. Muchos recursos y medios pueden ayudarte a cuidar de tu ser querido y de ti mismo. Aprovéchalos. Si no cuidas de ti, no podrás cuidar de nadie más.
Algunas recomendaciones:
- Pide ayuda y acéptala. Haz una lista de las formas en que los demás pueden ayudarte y deja que elijan cómo hacerlo.
- Concéntrate en lo que puedes hacer. Nadie es un cuidador perfecto. Cree que lo estás haciendo lo mejor posible.
- Fíjate metas alcanzables. Divide las tareas grandes en pasos pequeños. Haz listas de lo más importante y sigue una rutina diaria.
- Únete a un grupo de apoyo. Compartir experiencias ayuda a encontrar ánimo y soluciones.
- Busca apoyo social. Mantente en contacto con familiares y amigos que te apoyen.
- Cuida tu salud. Duerme mejor, muévete más, aliméntate de forma equilibrada.
- Consulta a un profesional de salud. Hazte chequeos periódicos e informa que eres cuidador.
Cuidado temporal del paciente para proporcionar descanso a la familia
Puede ser duro dejar a un ser querido al cuidado de otra persona. Pero tomarse un descanso puede ser una de las mejores cosas que hagas por ti y por la persona a la que cuidas.
Existen distintas alternativas:
- Cuidado temporal en el hogar: auxiliares de atención médica acuden a tu domicilio para pasar tiempo con tu ser querido o prestarle servicios de enfermería.
- Centros y programas de atención médica para adultos: ofrecen atención diurna a personas mayores.
- Asilos de ancianos y convalecientes de corta estancia: aceptan a personas que necesitan cuidados por periodos cortos mientras los cuidadores están ausentes.