Sea por trabajo o por placer, Marina García Burgos anda habitualmente de viaje. Pero su ánimo inquieto y aventurero no solo se reduce a los paisajes y territorios que llega a conocer, sino que se expande al soporte sobre el cual imprime las fotografías que registra en dichos periplos.
“Hace ya algún tiempo que me interesa salir de mi zona de confort con respecto a los materiales donde imprimo –cuenta la fotógrafa a El Comercio–. No puedo ni quiero renunciar completamente al papel fotográfico pero sí, me interesa mucho la búsqueda de nuevos materiales sean de origen vegetal, reciclados, de metal, madera, espejo, corcho, mayólicas, libros… Cada uno cuenta algo de sí y me gusta el aporte que le da a las piezas”.
Y es de esa curiosidad e impulso por explorar materialidades que surge “La naturaleza de las cosas”, nueva exposición de García Burgos en La Galería de San Isidro. Si bien ella afirma que la fotografía es “difícilmente agotable”, el impulso por buscar nuevas maneras de presentar lo captado por su cámara queda muy patente.

«Tingana», una de las obras que compone «La naturaleza de las cosas», exposición de Marina García Burgos.
Lo que no se ve
Las piezas de la exhibición, sin embargo, no son meras experimentaciones con el soporte. Detrás de ello, García Burgos plantea una mirada renovada sobre la idea del paisaje. En esta muestra en particular, utiliza fotos tomadas en la selva de Loreto y San Martín, así como en la costa norte del Perú, pero su objetivo es reinterpretar el registro tradicional.
En ese sentido, se propone darle un giro a “la idea del paisaje bucólico como tal, el romanticismo en torno a la naturaleza”. “Trato de retratar este espacio natural de reflexión e inspiración sin dejar de ver el otro lado: un territorio tan vulnerado y amenazado. Mi intención es poder generar una mirada cuestionadora hacia el paisaje natural donde los materiales colaboran generando nuevas lecturas”, afirma.
Y en esa línea, esa idea de fotografía expandida, de imágenes que adquieren tridimensionalidad, de vistas hermosas que a la vez nos hablan de tala indiscriminada o minería ilegal, termina por interpelar a los ojos que miran sus fotos. “Intento trasladar cuestionamientos sobre el paisaje, el dónde, el cómo, y sobre todo el por qué –advierte–. Una reflexión sobre el espacio fotografiado y que invite a un diálogo entre la obra y el espectador”.
El dato
“La naturaleza de las cosas”, con curaduría de Jorge Villacorta, se presentará del 10 de setiembre al 4 de octubre en La Galería (Conde de la Monclova 255, San Isidro). El ingreso es libre.