El regulador británico de asociaciones caritativas eximió este miércoles al príncipe Enrique de cualquier responsabilidad, después de que la presidenta de una oenegé fundada por él en África lo acusara de acoso, pero señaló que «todas las partes» cometieron errores en la gestión de la organización.
A finales de marzo, el hijo menor del rey Carlos III renunció a su papel de padrino de la asociación benéfica Sentebale, fundada en Lesoto para luchar contra el sida en África, a raíz de un conflicto con la presidenta del Consejo de administración.
Esta última, la abogada zimbabuense Sophie Chandauka, había sido acusada de mala gobernanza por los miembros del Consejo de administración.
El caso derivó en un ajuste de cuentas público cuando Chandauka acusó al duque de Sussex de «acoso» e «intimidación», en una entrevista con la cadena Sky News.
El príncipe denunció entonces una sarta de «mentiras» y tanto él como Chandauka recurrieron al regulador británico, la Charity Commission, para solucionar el diferendo.
En sus conclusiones publicadas el miércoles, el regulador culpó a «todas las partes de haber dejado que [el conflicto] se desarrollara públicamente».
Aún así, afirmó que no halló «ninguna prueba» de «acoso o de intimidación generalizadas o sistémicas» ni de «misoginia o de misoginia hacia mujeres negras» dentro de la oenegé.
En cambio, denunció «debilidades en la gobernanza» de la asociación.
Un portavoz del príncipe Enrique, que reside actualmente en California junto a su esposa y sus dos hijos, criticó una parte de las conclusiones.
Es «inquietante (…) que las consecuencias de las acciones de la actual presidenta no le afecten a ella, sino a los niños que dependen del apoyo de Sentebale», indicó.
«El duque de Sussex se centrará ahora en buscar nuevas formas de seguir apoyando a los niños de Lesoto y Botsuana», agregó.
Por su parte, Chandauka manifestó su satisfacción con las conclusiones, pero no hizo ningún comentario sobre el hecho de que el príncipe Enrique hubiera sido liberado de las acusaciones de acoso que ella había vertido contra él.
En una declaración conjunta, los administradores de Sentebale que dimitieron hace meses tras pedir la renuncia de la presidenta, dicen estar «preocupados» por el futuro de la asociación.
En escrito, lamentan que la Charity Commission haya decidido «ignorar las principales preocupaciones y pruebas irrefutables que se le han presentado sobre la gestión y el gobierno de la presidenta».
El duque de Sussex cofundó la asociación para continuar con el trabajo de su difunta madre, la princesa Diana, muy comprometida con la lucha contra el sida.