Si el tarot es un viaje hacia dentro, hacia el interior de nuestro árbol álmico, el uno mismo, el arcano número IX el Ermitaño, será la carta que represente al guía que nos espera en el umbral del portal, para acompañarnos e iluminar el camino emprendido en busca de respuestas. Este camino de sabiduría se recorre caminando, el ermitaño vive en el mundo real, nunca se detiene, pero su atención está dirigida hacia dentro. Solo encontrando su centro puede transitar por cualquier acontecimiento.

Suele representarse como una figura encorvada, sostenida por un bastón que lo propulsa como percha en un leve deslizarse, casi una levitación, más que en un humano moviente de caminar . El vello en el rostro y los nudos del cayado simbolizan la experiencia adquirida por el transcurrir del tiempo, el manto que lo cubre alude a la soledad anónima y su silencio; el humilde candil que porta en su brazo extendido, simboliza la luz constante, el fuego y la pulsión de vida que siempre, siempre, nos guía a seguir paso a paso y en pie a pesar de cualquier carga o esfuerzo.

Este peregrinar no es otro que el salir al encuentro del conocimiento sincero de uno mismo y a la luz de ese despertar, recorrer un tramo más en el camino del crecimiento personal. Es vital reseñar que el Ermitaño habla siempre de la Maestría interior, carente de todo género. Cuando en una carta la presencia del Ermitaño sale como consejo, puede ayudarnos en su interpretación, incluir una nueva carta que nos oriente sobre qué aspecto más concreto el consultante debe dirigir la luz de su reflexión.

En sombra o posicionado como obstáculo, este darse cuenta o autoanálisis tan necesario representado por el arcano , nos estaría hablando de una energía desbalanceada, bien hacia la falta de prudencia o bien hacia la soledad enfermiza, el aislamiento y el distanciamiento afectivo. La experiencia, en muchas ocasiones, nos mostrará claramente en la lectura, el rostro de la depresión, del síndrome de Diógenes o el alcoholismo. En definitiva, la amargura del encierro y el no tener con quién compartir logros y experiencias.

Significado en el trabajo

Momento de transición, es el momento de soportarnos en nuestra experiencia y en las enseñanzas recibidas. Es momento de pasar a una segunda línea de acción, y desde ahí deliberar nuestros propósitos y nuestras verdaderas necesidades y capacidades. En muchas ocasiones aconseja la consulta con expertos sobre las cuestiones profesionales y de negocio. Nuestro comportamiento, incluso aun desconociéndolo, indica ser una luz y guía para nuestro entorno, y en nuestro lado queda la responsabilidad de conducirnos por un camino honesto y prudente.

Significado invertido en el trabajo

Nos habla de ausencia de discreción en nuestras negociaciones o de prestar oído a consejos desafortunados Incluso nosotros mismos hemos conducido nuestros proyectos con comportamientos imprudentes y exentos de atención y cuidado. Puede hablarnos también de viajes de estudios, o para adquirir información necesaria, que finalmente no se realizan, en definitivo proceso de desarrollo siempre frustrados.

Significado en el Amor

El consultante se encuentra en un momento de maduración y comienza a preguntarse ¿quién soy? Por debajo de todas mis relaciones sociales, ¿cuál es mi íntima esencia? Por alguna razón, se nos aconseja en nuestros afectos, hacer una profunda introspección, observarnos , analizarnos y respondernos qué sentimos y qué queremos realmente y cuál es nuestro modo de obrar. Nos invita a conocernos y reconocernos, prestarnos atención y estar alerta a nuestros impulsos y o necesidades internas.

Significado invertido en el amor

Ya hemos aprendido que el problema está en uno mismo, no en nuestras circunstancias, pero este arcano en sombra nos invita a reconocer por qué y para qué llegan las circunstancias que llegan. Mi padre siempre con sorna decía: Manolete, si no sabes… ¿pa´ qué te metes? También estaríamos frente a la dificultad a exponerse corporal y emocionalmente. Recordemos el apoyo en una segunda carta aclaratoria y en el desarrollo intuitivo adquirido con nuestra práctica.

Significado en salud y espiritualidad

El Ermitaño no representa el culto al ego, es el hacerse responsable y el no justificar nuestra vida echándole la culpa a lo externo. No hablamos de una vida solitaria y carente de placeres, los sabios se esculpen aceptando incluso sus deseos «inconfesables» hablamos de abordar la vida afrontando nuestros conflictos y frustraciones internas para estar centrados y en paz

Significado invertido en salud y espiritualidad

Se ha pervertido «la belleza del estar solo» por la soledad profunda y nociva o bien lo exterior es invitado a nuestra vida a modo de exceso: ludopatía, alcoholismo y desconexión con la realidad.

El Ermitaño en definitiva es una carta de profundo calado espiritual que nos invita a conocernos a nosotros mismos. Como tarotistas nos recuerda que la sabiduría y la intuición no es algo que se aprende leyendo manuales o guías. La luz se bruñe con la experiencia y la práctica: lectura, tras lectura. Sin detenernos y centrados como el Ermitaño.