Según la Asociación Americana de Psicología, el amor está descrito como una emoción compleja que involucra fuertes sentimientos de afecto y ternura, sensaciones placenteras en su presencia, devoción a su bienestar y sensibilidad a sus reacciones hacia uno mismo.
Si nos limitamos a un pensamiento estrictamente psicológico, el amor no es más que una experiencia afectiva. Dicha experiencia está conformada por varias variables, pero que son muy específicas en su objetivo:
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- Necesidad de vincularnos a alguien
- Necesidad de intimidad
- Pasión
- Sexualidad
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¿El amor hacia qué estados emocionales nos lleva?
Cuando conocemos a una persona y nos atrae, podemos sentir ciertas sensaciones como palpitaciones, taquicardia, sudoración de manos o “mariposas en el estómago”.
Este tipo de sensaciones surgen del enamoramiento (primera etapa del amor), que se presenta a cualquier edad y puede durar días, semanas y hasta años.
El enamoramiento es un estado emocional que se caracteriza por un conjunto de sensaciones positivas que se experimentan tanto a nivel mental como físico, que ocurre cuando alguien tiene una fuerte atracción hacia otra persona. Este estado particular también puede manifestarse a través de alegría, emoción y excitación cuando se está en compañía de la persona o se piensa en ella.

Cuando la persona está enamorada, percibe la vida de manera positiva, lo que le permite sobrellevar de mejor manera las situaciones negativas que ocurren en el día a día.
Todo ello deriva de un intrincado mecanismo fisiológico cerebral, que provoca elevación en la producción de algunos neurotransmisores como la dopamina, que al liberarse genera sensación de euforia, motivación e incremento de la energía.
Otra de las sustancias cerebrales que intervienen en este tipo de emoción es la noradrenalina, que se relaciona directamente con la respuesta fisiológica a través de sudor, taquicardia, palpitaciones, insomnio, hiperactividad, ansiedad y disminución del apetito, entre otros.
Cuando la persona está enamorada, percibe la vida de manera positiva, lo que le permite sobrellevar de mejor manera las situaciones negativas que ocurren en el día a día.
Pero así como hay situaciones de un amor sano, no se puede negar que hay situaciones en las cuales el amor patológico nos hace sentir mal.
Y lamentablemente en las parejas se pueden desarrollar enfermedades como la dependencia emocional, que se produce cuando no se tiene responsabilidad completa sobre sus sentimientos y su autoestima y bienestar dependen de otros, normalmente de su pareja.
La dependencia afectiva es una adicción hacia otra persona, una necesidad desmesurada del otro, que conlleva a renunciar a la libertad personal para emprender un camino que conduce a una felicidad ilusoria.
Celotipia, que es un trastorno delirante irreversible y multifactorial que hace pensar a la persona que su pareja es infiel, deteriorando la relación.
Desamor, que es quizás una de las experiencias más difíciles de asumir emocionalmente. No es fácil aceptar que tu relación no funciona o que la confianza se ha roto definitivamente. Pueden aparecer sentimientos de incomprensión, rabia e incluso culpa.
Si resumimos, diríamos que el estar enamorado es una situación constante por revisar y ver de qué forma mejoramos o potenciamos nuestra relación. Aquí algunos consejos que espero le puedan servir:
- Mejorar la comunicación
- Dedicarse un tiempo para evaluar cómo va la relación
- Hacer buen uso del tiempo libre en pareja
- Cultivarse culturalmente
- Paseos familiares (en caso de tener hijos)
- Otorgar relevancia a los detalles
- Pensar que cada día es como si fuera a conquistarla de nuevo
- Mejorar la vida sexual
- Tener metas en común
Todo esto nos producirá una tranquilidad mental y, de esa forma, el crecer como pareja.