El horóscopo de hoy, viernes 27 de junio de 2025: predicciones diarias para todos los signos del zodiaco

La policía peruana desarticula una organización internacional de tráfico de fauna de la Amazonía

Ansiedad nocturna: ¿Por qué sobrepensamos justo antes de ir a dormir? Esto dice la ciencia | BIENESTAR

El horóscopo de hoy, jueves 26 de junio de 2025: predicciones diarias para todos los signos del zodiaco

El telescopio James Webb descubre su primer exoplaneta

El Parlamento de Irán vota a favor de suspender la cooperación con el organismo de supervisión nuclear de la ONU

Tos ferina: síntomas y cómo prevenir esta infección respiratoria en niños | BIENESTAR

«Lo que hizo no se borra»: Andrea Luna habla de Pietro Sibille, del reto de interpretar a La Perricholi y de su incursión en la música | LUCES

La Chilindrina | “Para mí la única esposa que tuvo Chespirito es Graciela Fernández”: confesiones de la María Antonieta de las Nieves que vuelve al Perú | Chavo del 8 | México | TVMAS

Los robotaxis de Waymo comenzarán a transportar pasajeros en Atlanta


Olivia Maurel nació en 1991 en Kentucky, Estados Unidos, como resultado de un contrato de subrogación gestacional. Lo sospechó desde adolescente, aunque recién a los 30 años, con una prueba de ADN, logró confirmar su origen y contactar a la mujer que la gestó. Su experiencia, relatada en múltiples foros internacionales, ha servido como punto de partida para plantear un debate poco habitual: el de los hijos nacidos a través de esta técnica.

“Desde pequeña sentía que algo no encajaba. Tenía crisis de identidad, problemas emocionales y una sensación constante de vacío. Cuando descubrí que nací por subrogación, todo cobró sentido”, contó Maurel a Bienestar durante su paso por Lima, donde participó en la III Conferencia de Casablanca por la Abolición Universal de la Maternidad Subrogada.

MIRA: Bajar de peso sin dejar los carbohidratos: ¿es mejor el arroz o la papa?

A partir de su testimonio, Maurel ha defendido una postura crítica que busca visibilizar las consecuencias de una práctica que, según sostiene, convierte tanto a mujeres como a niños en “objetos contratados”. Actualmente es portavoz de la Declaración de Casablanca, un movimiento internacional que promueve la abolición de la gestación subrogada en todas sus formas.

A nivel global, existen también voces que defienden la subrogación como una forma legítima de ampliar el acceso a la maternidad y paternidad, especialmente para personas con dificultades de fertilidad o para parejas del mismo sexo.

A nivel global, existen también voces que defienden la subrogación como una forma legítima de ampliar el acceso a la maternidad y paternidad, especialmente para personas con dificultades de fertilidad o para parejas del mismo sexo.

¿En qué consiste el procedimiento médico de la gestación subrogada?

Según explica Cleveland Clinic, la gestación subrogada es un proceso en el que una mujer lleva un embarazo con un embrión que no contiene su carga genética. Es decir, actúa como portadora del embarazo, pero no es la madre biológica del bebé.

El procedimiento suele incluir los siguientes pasos:

  • Evaluación médica y legal: tanto la persona gestante como los futuros padres deben pasar por exámenes médicos, psicológicos y legales para asegurar que están aptos y comprendan todo lo que implica el proceso.
  • Tratamiento hormonal: la mujer que llevará el embarazo recibe medicamentos para preparar su útero y coordinar el momento de la implantación.
  • Fertilización in vitro (FIV): se crean embriones en un laboratorio a partir de los óvulos y espermatozoides de los futuros padres o de donantes, y uno de esos embriones se transfiere al útero de la gestante.
  • Embarazo y parto: si la transferencia es exitosa, la persona gestante lleva adelante el embarazo como en cualquier otra gestación. El parto puede ser vaginal o por cesárea, dependiendo de cada caso.
  • Transferencia legal del bebé: después del nacimiento, el bebé es entregado a los padres intencionales. Dependiendo del país, puede requerirse un procedimiento legal para establecer la filiación.

Cleveland Clinic indica que este tipo de gestación puede ser una opción para personas con problemas médicos que les impiden llevar un embarazo, como malformaciones uterinas, antecedentes de abortos espontáneos, tratamientos contra el cáncer o condiciones que representen riesgos para su salud en caso de embarazo.

Es importante precisar que en países como Perú, la gestación subrogada no está prohibida, pero tampoco regulada. No existen normativas específicas que definan responsabilidades, derechos o condiciones para las partes involucradas, lo cual genera una zona gris que puede derivar en conflictos legales, tal como sucedió en el caso de Ricardo Morán.

El eje principal de quienes se oponen a la subrogación se basa en la noción de que implica una forma de explotación, especialmente cuando hay dinero de por medio.

El eje principal de quienes se oponen a la subrogación se basa en la noción de que implica una forma de explotación, especialmente cuando hay dinero de por medio.

Argumentos en contra: ¿una práctica que vulnera derechos?

El eje principal de quienes se oponen a la subrogación se basa en la noción de que implica una forma de explotación, especialmente cuando hay dinero de por medio. La Declaración de Casablanca denuncia que esta práctica convierte a las mujeres en “recipientes alquilables” y a los bebés en “productos deseados” por contrato.

Olivia Maurel es clara en su postura: “La primera herida es la separación. Para un bebé, la mujer que lo gesta no es una incubadora, es su madre. Y sin embargo, al nacer, ese vínculo se rompe de forma contractual”. Además, asegura que el hecho de haber sido “encargada” le generó confusión sobre su valor personal: “Me preguntaba si había sido deseada o simplemente comprada”.

En sus declaraciones también menciona que muchas mujeres acceden a ser gestantes por necesidad económica, lo que, en su opinión, invalida la idea de que se trata de un acto voluntario. “No es una elección, es supervivencia. Si una mujer acepta gestar porque no puede alimentar a sus propios hijos, no está empoderada: está atrapada”, afirma.

¿Y qué dice la otra parte?

A nivel global, existen también voces que defienden la subrogación como una forma legítima de ampliar el acceso a la maternidad y paternidad, especialmente para personas con dificultades de fertilidad o para parejas del mismo sexo. En países como Canadá, la subrogación altruista está regulada y acompañada por servicios médicos y legales.

Karenina Álvarez, presidenta de la Asociación Familias Homoparentales Perú, previamente declaró a Somos, que “la gestación subrogada es un método que debería ser amparado por la Ley General de Salud. No solo ayudaría cuando dos chicos quieren tener hijos, sino también a cualquier familia heteroparental”.

Alternativas posibles, debates pendientes

La Declaración de Casablanca no plantea alternativas específicas pues su objetivo es la abolición total de la gestación subrogada, pero Maurel, a título personal, menciona opciones como la adopción ética, el acogimiento temporal o incluso la aceptación de no tener hijos como vías posibles para personas con deseo de maternidad o paternidad. “Tener un hijo no es un derecho. Los niños no son proyectos ni regalos. Son personas con derechos propios”, afirma.

Sin embargo, reconoce que la adopción también enfrenta críticas por sus propias limitaciones y procedimientos poco transparentes. “No es perfecta, pero cuando se hace bien, es una forma de dar un hogar a un niño que ya existe, no de fabricar uno a medida”, señala.



Source link