El uruguayo Sebastián Marset, prófugo de la justicia señalado de ser un poderoso narcotraficante en Sudamérica, ofreció entregarse en Paraguay a cambio de su esposa, detenida en ese país, dijo el martes el fiscal general paraguayo, Emiliano Rolón.
Marset, uno de los cinco fugitivos más buscados por la agencia antidrogas estadounidense DEA, huyó con su esposa Gianina García Troche y sus hijos de la casa donde residían en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia el 29 de julio de 2023, un día antes de un megaoperativo de la policía boliviana para capturarlos.
García Troche fue extraditada hace dos semanas desde España a Paraguay, donde es acusada de lavado de activos. Había sido detenida en julio de 2024 en el aeropuerto de Madrid proveniente de Dubái.
En declaraciones el martes al diario paraguayo ABC, Rolón contó que, a fines de 2024, un abogado y exjuez, cuyo nombre omitió, «se presentó con un escrito planteando la entrega (de Marset) sobre la base de un acuerdo de concesiones para él».
La propuesta implicaba que Marset «se entregue a la justicia y que la esposa sea liberada de todo cargo», detalló.
«Nosotros le dijimos que es imposible llegar a un acuerdo con un prófugo sobre nada, pero sí le dimos la garantía de que, si se entrega, va a ser tratado como corresponde, con todas las garantías que la Constitución y las leyes otorgan», aseguró el fiscal general, que aclaró que «no fue ninguna conversación seria porque de hecho (Marset) ni siquiera está en el país».
Rolón habló tras conocerse una carta atribuida a Marset difundida el martes por la radio Carve de Uruguay.
En la misiva, Marset apunta contra los gobiernos de Uruguay, Bolivia y Estados Unidos y se extiende especialmente sobre el de Paraguay: «Yo sé muchas cosas.
Quizás por eso cuando mis abogados hablaron con el fiscal general de Paraguay para que yo me entregue y dejaran de molestar a mi familia no aceptaron», señala.
La carta acusa a las autoridades de Paraguay de montar una persecución política y judicial contra su familia y «de beneficiarse del mismo narcotráfico que dicen combatir».
«No me van a agarrar nunca porque inteligencia tienen cero», señala el texto, y añade: «Si en algún momento quieren llegar a un acuerdo conmigo, mis abogados pueden sentarse a escuchar, pero dejen a mi familia en paz».
«Yo sé que nada es gratis, pero digan la cifra y terminemos con esta farsa», propone.
García Troche está recluida desde el 21 de mayo en un penal militar en las afueras de Asunción.
El mismo 21 de mayo, el gobierno de Estados Unidos acusó formalmente a Marset de lavado de dinero procedente de ganancias del narcotráfico, y sugirió que podría estar en Venezuela.
«A esos malditos gringos no les tengo ni un pelo de miedo», asegura supuestamente Marset en la carta.