La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), apoyada por Israel y Estados Unidos, ha empezado a distribuir ayuda en el enclave palestino, pero las cosas no están saliendo bien. El miércoles, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) informó que unas 47 personas resultaron heridas el martes cuando una multitud desbordó un centro de distribución. Mientras que la Sanidad de Gaza habló de al menos un muerto.
Hasta el momento, la GHF ha abierto dos centros de distribución militarizados en el sur de Gaza (en total serán cuatro): uno en Tel al Sultán y otro en el corredor de Morag, ambos en Rafah.
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El martes, cientos de personas saltaron las vallas e irrumpieron sin control en Tel al-Sultan, informó la agencia EFE. Un joven de 18 años murió en el lugar por disparos del ejército israelí.

Un palestino carga una caja con alimentos que dice GHF entregada por una fundación respaldada por Estados Unidos en el sur de Gaza. (Foto: AFP).
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La fundación publicó un comunicado donde dijo que “en un momento de la tarde, el volumen de gente en el punto de distribución era tal que el equipo de GHF tuvo que retirarse”.
Los miembros de la empresa de seguridad estadounidense Safe Research Solutions (SRS), que gestionaban el centro de distribución, también tuvieron que irse de la zona y permitir que la gente se llevara las cajas.
Mientras que el ejército de Israel admitió que “lanzó disparos de advertencia en la zona fuera del complejo” para dispersar a las multitudes.
La GHF informó el miércoles que desde el martes distribuyó 14.550 cajas con comida, que pueden alimentar a unas 80.000 personas durante tres días y medio.
Gaza tiene una población de 2,1 millones de personas, que desde hace casi tres meses están sometidas por Israel a un bloqueo al acceso de ayuda de primera necesidad como alimentos y medicinas, además de combustible.
La agencia EFE precisó que según el último informe de expertos en seguridad alimentaria, respaldado por la ONU, alrededor de medio millón de gazatíes ya padece hambruna.
Israel lanzó su guerra en Gaza en respuesta al ataque de Hamás en su territorio, perpetrado el 7 de octubre de 2023 y en el que asesinó a más de 1.200 personas y otras 251 fueron secuestradas. Al menos 54.084 personas han muerto en Gaza desde entonces por los ataques israelíes.
Por su parte, el jefe para Palestina de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jonathan Whittall, calificó como “plan de racionamiento” el nuevo sistema, y dijo que es incapaz de cubrir las necesidades de una población hambrienta.
“Este nuevo plan es un racionamiento basado en la vigilancia que legitima una política de privación deliberada. Y llega en un momento en que la población de Gaza, la mitad de la cual son niños, se enfrenta a una crisis de supervivencia”, expresó Whittall en una videoconferencia tras su salida de Gaza.
“El nuevo modelo de distribución no puede satisfacer las necesidades de Gaza”, añadió Whittall.

Palestinos desplazados reciben paquetes de alimentos de una fundación respaldada por Estados Unidos que se compromete a distribuir ayuda humanitaria en el oeste de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 27 de mayo de 2025. (Foto de AFP).
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Amjad al-Shawa, director de la Red de Organizaciones No Gubernamentales Palestinas, declaró que se trata de “un gran fracaso contra el cual advertimos… Si Israel cree que, a través de este bloqueo y fomentando el hambre, lo cual viola los principios humanitarios, este método de distribución funcionará, está equivocado”, agregó.
Para el analista internacional Francisco Belaunde Matossian, la GHF no está en condiciones de cumplir con el objetivo de alimentar a toda la población de Gaza. “No tiene toda la capacidad y experiencia con la que cuentan la ONU y las demás orgenizaciones que ayudan en Gaza”, manifestó a El Comercio.
Cebe precisar que el gobierno del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, promovió este nuevo sistema de distribución de ayuda como una manera de evitar que Hamás se apropie de los alimentos y los use políticamente y también para obtener dinero a través del mercado negro.
“Pareciera que es una estrategia que apunta más a salvar las apariencias, decir a los palestinos que Israel no los quiere matar de hambre, pero no resuelve los problemas de fondo”, apuntó Belaunde.
¿Qué se sabe de la Fundación Humanitaria de Gaza?

Palestinos desplazados transportan bolsas de ayuda alimentaria tras asaltar un almacén del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Deir el-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, el 28 de mayo de 2025. (Foto de Eyad BABA / AFP).
/ EYAD BABA
Desde que comenzó la guerra en Gaza el 7 de octubre del 2023, las agencias de la ONU y otras organizaciones se encargaron de la distribución de ayuda alimentaria en el territorio palestino. Pero todo cambió el 18 de marzo de este año, cuando Israel rompió la última tregua con Hamás y bloqueó el ingreso de ayuda. Y en mayo, Israel anunció que transferiría la responsabilidad de la distribución de alimentos a un grupo de organizaciones privadas.
Una de ellas es la Fundación Humanitaria de Gaza, una organización sin ánimo de lucro registrada en Ginebra (Suiza) y en Delaware (EE.UU.) en febrero de este año, y que está integrada por exmilitares estadounidenses, empresas privadas de seguridad y operadores humanitarios.
Se sabe muy poco de ella. De acuerdo con EFE, la fundación mantiene un perfil discreto, sin presencia pública ni canales oficiales que brinden información clara o verificable sobre su estructura interna o el modo en que opera.
La GHF planea instalar cuatro centros de distribución en Gaza para entregar alimentos, agua y kits de higiene a 1,2 millones de personas.
Pero la neutralidad de su trabajo ha sido cuestionada incluso desde adentro. El domingo, el director de la organización, Jake Wood, un exmilitar estadounidense y fundador de la empresa privada especializada en respuesta a desastres Team Rubicon, renunció y advirtió en un comunicado que el grupo no puede ceñirse “a los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia”.
El diario The Washington Post informó que Wood fue reemplazado de manera interina por John Acree, exfuncionario de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y hasta hace poco jefe de la misión de la GHF en Gaza.
Por su parte, el diario The New York Times informó que la creación de la GHF fue una iniciativa israelí, propuesta por funcionarios del gobierno en las primeras semanas de la guerra, a finales del 2023.
En cuanto a las preocupaciones sobre quién estaría detrás del financiamiento de la GHF, el embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, restó importancia al tema.
“No sé quiénes son los donantes, pero muchos de ellos quieren ayudar de verdad”, dijo en una entrevista reciente con el diario israelí Haaretz. “Quieren contribuir a aliviar el hambre, aunque por distintas razones prefieren no ser identificados desde el principio. No entiendo por qué eso le parece tan problemático a algunas personas”, añadió.
Sobre los temores por el posible mal uso de la información de los palestinos beneficiarios de la ayuda, la GHF ha asegurado que no compartirá información personal de estos con las autoridades israelíes.
Hamás ha advertido a la población palestina que evite los centros de distribución de la GHF, alegando preocupaciones sobre el uso de tecnologías de reconocimiento facial y la posible recopilación de datos por parte de Israel.
Sin embargo, para Francisco Belaunde esa recomendación de Hamás no tendría gran efecto, pues los palestinos están en una situación de tal desesperación que no pueden darse el lujo de no recibir la ayuda.
“No tiene mucho sentido lo que hace Hamás. ¿Cómo le va a decir a la gente sé que te estás muriendo de hambre, pero no recibas esa comida porque van a recoger tu información. Entonces, ¿cuál es la alternativa?¿Morirse de hambre?“, cuestionó el analista.
“Es cierto que Israel está cometiendo crímenes de guerra en Gaza, sin duda, pero si Hamás pensara la población palestina, lo lógico sería que acepte irse, entregar sus armas. Eso es lo que debería ocurrir. Y qué pena que no haya nadie que pueda presionarlos, que no lo haga Irán. Realmente Hamás ha demostrado que no le interesa un comino la suerte de la población de Gaza; la pobre gente está entre dos fuegos”, refirió.