Arce, que fue ministro de Economía de Morales durante 12 de sus 14 años en la Presidencia, es reconocido como el impulsor del “milagro económico” por el que Bolivia logró un fuerte crecimiento entre el 2006 y 2014. Pero hoy el país experimenta un descenso de las exportaciones, especialmente de hidrocarburos, lo que trae como consecuencia la falta de dólares. La escasez de divisas dificulta la importación de combustible, por lo que no hay suficiente gasolina para satisfacer la demanda.
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“No seré un factor de división del voto popular ni facilitaré un proyecto de derecha fascistoide, que quiere destruir el modelo que hemos construido”, dijo Arce en su mensaje del martes.
“Desde aquí lanzo un desafío al expresidente Evo Morales de no insistir en ser candidato a la presidencia”, añadió.
Morales le respondió el miércoles y dijo que no renuncia a su candidatura. “Solo el pueblo puede pedirme que decline la candidatura. No tenemos ambiciones personales. Vamos a obedecer el mandato del pueblo para salvar, otra vez, Bolivia”, escribió en la red social X.
En este punto, cabe precisar que un fallo de la justicia determinó a fines del 2023 que Morales ya no puede ser candidato, poque la Constitución dice que nadie puede ejercer la Presidencia por más de dos períodos, sean estos consecutivos o alternados.
Incluso este miércoles el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) estableció que la reelección presidencial es por una sola vez de forma continua y sin posibilidad de un tercer mandato.
Morales y Arce están distanciados desde finales del 2021, por desacuerdos respecto a las decisiones de Gobierno, el control del MAS y la candidatura presidencial. Hoy el presidente tiene la titularidad del partido que fundó Evo Morales.

El presidente de Bolivia Luis Arce (izq.) y el expresidente Evo Morales, que antes eran aliados y hoy son enemigos políticos. (Foto de AIZAR RALDES / AFP).
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Ahora que Arce está fuera de la carrera por la Presidencia, la disputa por el liderazgo de la izquierda será entre Morales, que insiste en su postulación, y el actual presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, quien ya dijo que quiere ser candidato presidencial y rompió así con el líder cocalero.
Durante su discurso, Arce invocó a Rodríguez y a otras fuerzas de izquierda a “pensar y actuar en función de la unidad”.
Las opciones de Andrónico Rodríguez
El sociólogo y analista político Ricardo Calla Ortega le dijo a El Comercio que la renuncia de Arce era esperada en las últimas semanas, pues las encuestas le daban solo el 1% de intención de voto. Ello debido a su abismal desprestigio generado por la crisis en la que está el país. “El desplome de la economía es brutal”, manifestó.
Efectivamente, en la última publicada a fines de marzo por la consultora Captura, Arce tenía 1% de las preferencias electorales, debajo incluso de los opositores Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga. Quien lideraba el sondeo era Rodríguez, con 18%. Evo Morales no aparece debido a que está impedido legalmente de postular.

El presidente del Senado y miembro del Movimiento al Socialismo (MAS), Andrónico Rodríguez (centro), observa durante un acto de su candidatura presidencial en El Alto, Bolivia, el 10 de mayo de 2025. (Foto de JORGE BERNAL / AFP).
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¿Qué va a pasar con el MAS? Calla sostuvo que Arce está tratando de convencer a Andrónico Rodríguez para que sea el candidato oficialista.
“Tenemos entendido que Arce negocia con Andrónico, quien está empezando a ser visto como el candidato que va a tratar de ganar el voto duro del MAS. Habría acordado con Luis Arce que va a permitir su fuga de Bolivia una vez terminado su gobierno. Arce ha bajado su candidatura a cambio de ello. También se habría comprometido a poner el aparato del Estado a disposición de Andrónico durante la campaña”, dijo Calla.
Calla agregó que Rodríguez no ha logrado aún la unificación del voto masista, que está dividido entre él y Morales. Su viabilidad como candidato depende de que Evo lo respalde o al menos no lo sabotee.
El periodista boliviano Rafael Archondo coincidió en que Arce ofrece ceder la sigla del MAS a Rodríguez a cambio de no ser perseguido judicialmente ni condenado por la historia. “Propone unificar al partido en torno a Andrónico, intentando así sumarse a un eventual proyecto ganador, pese a su impopularidad”, dijo a El Comercio.
Sin embargo, Archondo explicó que aliarse con Evo Morales y Luis Arce podría terminar perjudicando a Rodríguez, pues ambos cargan con un alto rechazo ciudadano que se traduciría en un voto castigo.
“Si Andrónico acepta postular por el MAS con el respaldo de Arce, va a tener que enfrentarse al electorado que considera que este gobierno ha sido uno de los peores. Ahí está la disyuntiva. Etonces, ese posible pacto tropieza con esa grave dificultad. Arce es un valor negativo en una campaña. Pasa algo similar con Evo Morales, porque hay importantes sectores de la ciudadanía que lo rechazan con mucha vehemencia”, dijo Archondo.
“Andrónico, a cambio de la sigla, o del aparato, tendría que tragarse estos dos sapos. Tendría que pasar por un viacrucis electoral, porque todos los días en la campaña los adversarios le van a echar en cara la mala gestión de Arce y los delitos que cometió Evo Morales”, agregó.
Para Archondo, el mejor escenario para Rodríguez sería buscar un partido que lo postule y empezar desde cero. “En ese caso, sí podría atraer el voto castigo que rechaza a esos líderes y también el voto duro masista”, refirió Archondo.
“Si ni Evo ni Arce van a estar en la papeleta, y sólo va a poder estar Andrónico, ¿por qué Andrónico tendría que jalar a estos dos cadáveres?“, agregó.
¿Qué pasa con la oposición?
¿La división en el MAS podrá ser capitalizada por la oposición? En la actualidad, los opositores al Gobierno no han logrado consensuar una candidatura única que aglutine las preferencias de quienes rechazan al MAS, por lo que parten en desventaja.
Para Calla, si bien los opositores están fragmentados, el voto anti-MAS supera el 70% y hay espacio para un crecimiento sorpresivo de candidaturas opositoras. «El futuro electoral es altamente incierto, pero se perfila una elección reñida con posibilidades reales de alternancia si se logra articular un frente opositor».
Archondo también cree que el voto castigo al MAS probablemente se traducirá en apoyo a fórmulas opositoras. “El resultado dependerá de qué tan capaz sea la oposición de unificarse y de si Andrónico logra desmarcarse del legado de Evo y Arce”.