José ‘Pepe’ Mujica, el exguerrillero que gobernó Uruguay con un discurso anticonsumista que lo transformó en referente de la izquierda latinoamericana, murió este martes a los 89 años, informó el actual mandatario Yamandú Orsi.
El “presidente más pobre del mundo”, mote que ganó por su austeridad, reveló a principios de este año que el cáncer de esófago que le fue diagnosticado en mayo de 2024 se extendió y que su cuerpo no soportaba más tratamientos.
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“Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido”, escribió Orsi en su cuenta X.
“Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. El guerrero tiene derecho a su descanso”, declaró el expresidente (2010-2015) al semanario Búsqueda en enero.

El expresidente uruguayo (2010-2015), José Mujica, llega a un colegio electoral en Montevideo durante las elecciones generales del 27 de octubre de 2019. (Foto de Pablo PORCIUNCULA BRUNE / AFP).
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Su médica personal, Raquel Pannone, confirmó entonces que Mujica tenía metástasis en el hígado.
Pese al cáncer Mujica fue un pilar clave para el regreso al poder del izquierdista Frente Amplio en las elecciones de noviembre de 2024, en las que hizo campaña activamente por el actual presidente Yamandú Orsi.
“Tiene algo de grato sabor, un poco como premio de despedida”, dijo en una entrevista con la AFP tras el triunfo de su delfín.
Fuera de protocolo
Mujica alcanzó una popularidad inusitada para un mandatario de un país de 3,4 millones de habitantes, estable y enclavado entre los gigantes Brasil y Argentina.
Su nombre recorrió el mundo en 2012 con un aplaudido discurso en la conferencia de la ONU Rio+20. Sin corbata, subió al estrado de la conferencia y despotricó contra el consumismo.
Un año después fue aún más duro en la asamblea general de la ONU, donde criticó que la humanidad haya “sacrificado a los viejos dioses inmateriales” para ocupar “el templo con el dios mercado”.
En su modesta chacra en la periferia de Montevideo, que se rehusó a abandonar durante su presidencia, recibió a personalidades como el rey emérito de España Juan Carlos II y a figuras del espectáculo como el director de cine Emir Kusturica.
El cineasta serbio, fascinado por la personalidad del ‘Pepe‘, hizo un documental sobre su vida que estrenó en 2018.
Sin pelos en la lengua, algunas de sus frases fueron portada a lo largo del mundo.
De un directo insulto a la FIFA en 2014 a los muchos “no sea nabo” (bobo) al responder a periodistas. O cuando dijo “esta vieja es peor que el tuerto” hablando de la entonces presidenta argentina Cristina Kirchner y su fallecido esposo, sin darse cuenta que un micrófono estaba encendido.
De guerrillero a estadista
En su mandato, el exguerrillero se caracterizó por romper el tablero.
Impulsó la legalización del mercado de marihuana con un inédito plan que puso al Estado a manejar desde la producción a la comercialización el cannabis, y tomó otras decisiones polémicas como recibir presos de Guantánamo, en acuerdo con el entonces presidente estadounidense Barack Obama.

El presidente uruguayo José Mujica gesticula durante una entrevista con la Agencia France-Presse en su domicilio, a las afueras de Montevideo, el 9 de julio de 2014. (Foto de DANIEL CASELLI / AFP).
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Esa rebeldía contra lo establecido que lo llevó en su juventud a ser uno de los líderes de la guerrilla urbana Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) activa en Uruguay entre la década del 60 y hasta 1972, también le permitió soportar la tortura a manos de militares y 13 años de prisión en condiciones infrahumanas.
Tras su liberación en 1985 se reintegró a la vida política y en 1989 fundó el Movimiento de Participación Popular (MPP), que lideró hasta su muerte y transformó en el sector más votado del Frente Amplio, el principal partido del país.
Fue diputado 10 años después, luego senador y ministro de Ganadería y Agricultura antes de alcanzar la presidencia.

El expresidente uruguayo José Mujica (izq.) habla junto a su esposa, Lucía Topolansky, durante una conferencia de prensa el 27 de agosto de 2024. (Foto de Pablo PORCIUNCULA / AFP).
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“El mayor acierto”
La pandemia lo obligó a renunciar en 2020 a su banca en el Senado, pero la militancia, sus luchas dialécticas y negociaciones con rivales y aliados políticos se mantuvieron.
Al igual que el cultivo de la tierra y las flores, la pasión que despuntó sobre su tractor en su chacra hasta que su cuerpo dijo basta.
Su esposa Lucía Topolansky, exguerrillera, exsenadora y exvicepresidenta (2017-2020) fue una constante en su vida durante cinco décadas.
“Haber encontrado a Lucía a la larga fue el mayor acierto”, dijo Mujica a la AFP en su casa pocos meses antes de morir, rodeado de sus libros y sus recuerdos. Sin ella hubiera sido “muy difícil” sobrevivir, aseguró.