La Plaza de San Pedro estaba abarrotada. Miles de personas procedentes de diversas partes del mundo se encontraban allí para escuchar al nuevo papa León XIV, recién elegido. Y entre tanta gente estaba Úrsula Cateriano, peruana como el nuevo santo padre de la iglesia Católica.
El Vaticano tiene una extensión de solo 44 hectáreas y se encuentra en medio de Roma, en Italia. Recorrerlo no toma mucho tiempo, pero este jueves fue muy diferente.
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Cateriano, de 57 años, vive a solo unas cuadras de dicha ciudad y llegar a la Plaza de San Pedro fue casi imposible. Se quedó en la Via della Conciliazione, donde muchos ya esperaban que se anuncie el nombre del nuevo Papa y se asome por el balcón para dar su bendición Urbi et Orbi.
Ya era tarde por allá, pero con cielo despejado y el brillo del Sol. Esta vez ella no llegó en bicicleta, como lo suele hacer. Tuvo que caminar junto a otras amigas. El humo blanco había entusiasmado más a la gente hasta que se escuchó el nombre: Robert Francis Prevost.
“Me quedé muy sorprendida cuando dijeron su nombre y la gente comenzó preguntar ‘quién era’. No me lo podía creer porque no aparecía en la lista de nadie. Realmente Dios tiene sus caminos y tiene más imaginación que todos nosotros juntos», contó en comunicación con El Comercio.

Durante su primer mensaje al mundo, el papa León XIV también habló en español para saludar a Chiclayo. (Foto: AFP)
Si bien hubo celebración, también hubo desconcierto.
Recuerda que días atrás se mencionaba a cardenales como “papables”, pero Prevost no estaba en ese grupo. Escucharlo luego dar su mensaje al mundo fue estremecedor, en especial cuando habló en castellano y mencionó al Perú.
“Ha sido impresionante. Yo no sé si en la Televisión se han dado cuenta del aplauso que hubo en toda la plaza cuando empezó a hablar en castellano y cuando dijo que había estado en el Perú. Fue muy impresionante. A mí se me puso la piel de gallina«, contó muy agradecida por vivir ese momento.
“Es peruano”
El nombre Robert Francis Prevost había tomado por sorpresa a medio mundo. Muchos buscaron información del nuevo Papa que había tomado el nombre León XIV. Poco a poco los congregados en la Plaza de San Pedro consiguieron más información y se iban contando detalles entre ellos.
“Es peruano, ha estado en el Perú”, le dijo una señora a Úrsula Cateriano, que estaba a su costado. Otra sorpresa.
Le tomó algunos minutos darse cuenta de que el cónclave, la reunión de cardenales de todo el mundo, había elegido a un peruano, a un compatriota.

No solo la Plaza de San Pedro estaba repleta de gente. Así lucía la Via della Conciliazione. (Foto: Cortesía)

Úrsula Cateriano es peruana y desde hace 22 años vive en Roma. Ha sido testigo de la elección del primer papa de nacionalidad peruana. (Foto: Cortesía)
“No me resultó fácil, no me lo podía creer, nunca me lo hubiera imaginado. Yo decía: ‘No puede ser, del Perú’. No sé. Los peruanos tenemos mucho amor por nuestra patria, sí, pero que en ese momento en la sede de San Pedro esté sentado un Papa que ha estado 22 años en el Perú. Y que tiene DNI peruano. Es increíble”, recuerda.
Y es que Robert Francis Prevost, de 69 años, nació en Chicago (Estados Unidos); sin embargo, en los 80 viajó al Perú y casi toda su carrera la ha realizado en tierra peruana. Luego, obtuvo su nacionalidad y fue en el 2015 que tramitó su DNI peruano.
Más sorpresa le causó escuchar que en su mensaje hablara de la Diócesis de Chiclayo, donde pasó gran parte de su trabajo en Perú.
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“Si me permiten también una palabra”, dijo el papa León XIV, para continuar de esta manera: “un saludo a todos aquellos de modo particular a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo iglesia fiel de Jesucristo”.
Los problemas de señal telefónica no faltaron en medio de tanta gente. Cateriano comenzó a recibir unas horas después varios mensajes de felicitaciones. “Yo creo que también es una alegría muy grande para nuestro país. Un impulso muy bueno. Nos tiene que ayudar a no perder esas ganas de ser mejores. Él ha agradecido a la gente de su diócesis de Chiclayo y ha sido muy conmovedor», dijo.
Lo que se vive es una fiesta
El mundo católico, y especificamente Roma, ha vivido días de emociones encontradas. Hace unas semanas atrás estaba atravesando el funeral del papa Francisco, y hoy celebra la elección de Robert Francis Prevost como papa León XIV.
Lo que se siente es un ambiente de fiesta, cuenta Úrsula Cateriano, que tiene más de 20 años viviendo en Roma. Ella pertenece a esa generación de peruanos que en los 90 tuvo que emigrar para buscar un mejor destino.
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Trabajando en esta ciudad es que ha experimentado los funerales del papa Juan Pablo II, la elección del papa Benedicto XVI, Francisco y ahora de León XIV.
A Francisco lo recuerda más desconcertado, abrumado, cuando salió al balcón para dar su bendición Urbi et Orbi. Son reacciones distintas. Incluso el papa Francisco pidió que rezaran por él.
“Lo recuerdo porque yo estaba en la plaza y muy adelante. Estaba como desconcertado, como que no podía creer que le hubiera tocado a él. Hoy este Papa ha salido muy decidido a mandarnos un mensaje claro de paz, y me ha sorprendido”, dijo a este Diario.
Las celebraciones en Roma continuarán los siguientes días y el resto del año, porque este 2025 es un Año Jubilar para los católicos, y así lo dejó establecido el papa Francisco para reflexionar sobre la misericordia, la solidaridad y la construcción de un mundo más justo.
Ahora le tocará seguir ese trabajo a León XIV, el Papa con DNI peruano.