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MIRA: Pakistán vs. India: ¿tensión entre potencias nucleares podría desembocar en una guerra?

Nueva Delhi justificó su ofensiva asegurando que solo destruyó “nueve campamentos terroristas” como parte de su campaña para castigar a los autores del ataque terrorista del 22 de abril que cobró la vida 26 turistas en la región de Cachemira controlada por su gobierno, por parte de un grupo terrorista apoyado por Islamabad, acusación que el Gobierno Pakistaní niega rotundamente.

Los ataques aéreos se unen al intercambio de disparos y artillería entre fuerzas armadas de ambos países, poniendo a ambas potencias nucleares al borde de la guerra.

Se levanta humo en la ciudad principal del distrito de Poonch el 7 de mayo de 2025. India disparó misiles contra territorio paquistaní en la madrugada del 7 de mayo, matando al menos a ocho personas, según Pakistán, que dijo que había comenzado a tomar represalias en una escalada importante entre los rivales con armas nucleares.

Se levanta humo en la ciudad principal del distrito de Poonch el 7 de mayo de 2025. India disparó misiles contra territorio paquistaní en la madrugada del 7 de mayo, matando al menos a ocho personas, según Pakistán, que dijo que había comenzado a tomar represalias en una escalada importante entre los rivales con armas nucleares.

/ PUNIT PARANJPE

En el corazón del conflicto está la región de Cachemira, una bella región en la sombra de los Himalayas que ambos países reclaman como suya. Aquí revisamos la historia del conflicto.

El origen del conflicto

En conversación con El Comercio, el internacionalista Francisco Belaúnde señaló que el inicio del conflicto entre la India y Pakistán está intrínsecamente ligado a su nacimiento como naciones en agosto de 1947, cuando el Raj Británico se disolvió en dos países causados por profundas divisiones religiosas entre las poblaciones hindúes y musulmanas que llevaron a episodios graves de violencia, a pesar de los deseos de pensadores como Gandhi de mantenerse una sola nación.

Se trató de un éxodo sangriento, con casi 15 millones de desplazados con musulmanes escapando a las recién establecidas tierras pakistaníes, mientras que hindúes y sijs viajaban huían hacia la India. Se calcula que entre 250 mil y 500 mil personas perdieron la vida en estos tiempos revoltosos.

“En la frontera de ambos países existía la región de Jammu y Cachemira, un principado gobernado entonces por el maharajá Hari Singh, cuya familia se había mantenido en el poder con el apoyo de los británicos”, señaló el experto. “Singh era de origen indio y, por supuesto, de religión hinduista, lo que era un problema porque cerca del 80% de la región que gobernaba era de población musulmana.

Hari Singh, el maharajá de la región de Jammu y Cachemira en el momento en que el Raj Británico se dividió en la India y Pakistán.

Hari Singh, el maharajá de la región de Jammu y Cachemira en el momento en que el Raj Británico se dividió en la India y Pakistán.

/ Dominio Público

En un inicio Singh barajó la idea de convertir a sus dominios en un país independiente, pero estos deseos chocaron con la realidad cuando incursiones en sus territorios por grupos armados pakistaníes lo llevaron a los brazos del flamante gobierno indio, que le ofreció garantías de seguridad a cambio de incorporar la región a la India. Pakistán no aceptó este acuerdo y a finales de 1947 se desató la primera guerra por Cachemira entre ambas naciones. No sería la última.

En 1948, las Naciones Unidas intentaron intervenir en el conflicto con una resolución que disponía la celebración de un referéndum para que los habitantes de Cachemira determinen su futuro, pero esta iniciativa fue desestimada por Nueva Delhi. Es así que la guerra entre Pakistán y la India se extiende hasta el 1 de enero de 1949, fecha en la que ambos países acuerdan un alto el fuego y establecen una línea que divide a Cachemira en dos: un 37% bajo el control pakistaní llamado Azad Cachemira (literalmente Cachemira Libre) y un 63% bajo control indio llamado Estado de Jammu y Cachemira que es establecida como una región semiautónoma, estatus garantizado por la Constitución de la India.

Ciclos de violencia

Desde entonces la región ha sido foco de tensión entre ambos países, la cuál en momentos se han elevado a conflictos armados. El siguiente ocurrió entre agosto de 1965, cuando fuerzas encubiertas pakistaníes se infiltraron en la zona controlada por la India para precipitar una insurgencia. La operación falló, pero precipitó a una guerra que a pesar de su corta duración – se extendió alrededor de tres semanas- significó el mayor despliegue de tanques y vehículos blindados desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

El conflicto finalmente fue detenido por intervención de la Unión Soviética y los Estados Unidos en las Naciones Unidas y en enero de 1966 ambos países firmaron la Declaración de Taskent, en la que aceptaban resolver futuras disputas mediante medios pacíficos, una intención que se vería violada en décadas posteriores.

A principios de 1971 Pakistán se vio involucrado en un nuevo conflicto cuando la región Pakistán Oriental decidió independizarse del país y convertirse en la nación que hoy conocemos como Bangladés, decisión en la que contaron con el apoyo del gobierno indio. En respuesta, fuerzas pakistaníes atacaron preventivamente ocho bases aéreas indias el 3 de diciembre de 1971, desatando una guerra que duró hasta la capitulación de Islamabad trece días después.

Fotografía tomada el 15 de diciembre de 1971 de soldados del ejército indio atacando Naya Chor, en Sind, en apoyo de los rebeldes bengalíes del ejército de liberación durante la guerra indo-pakistaní de 1971. Esta guerra entre Pakistán Oriental e India contra Pakistán Occidental provocó la secesión de Pakistán Oriental, que se convirtió en la nación independiente de Bangladesh.

Fotografía tomada el 15 de diciembre de 1971 de soldados del ejército indio atacando Naya Chor, en Sind, en apoyo de los rebeldes bengalíes del ejército de liberación durante la guerra indo-pakistaní de 1971. Esta guerra entre Pakistán Oriental e India contra Pakistán Occidental provocó la secesión de Pakistán Oriental, que se convirtió en la nación independiente de Bangladesh.

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El conflicto llevó a que ambos países decidieran lidiar con la cuestión de Cachemira de una vez y en 1972 firmaron el Acuerdo de Simla. “Este reconocía que la línea de cese al fuego se mantenía y que no iba a haber intentos de cambiarla”, señaló Belaunde.

Movimientos separatistas

A finales de la década de los 80 la región de Cachemira volvió a ser foco de tensiones, con el surgimiento de grupos insurgentes que exigían la independencia o la anexión de la Cachemira india a Pakistán, comenzando no solo un conflicto contra los militares indios, sino también una campaña de terror que incluyó balaceras, bombardeos y secuestros, los cuáles han dejado decenas de miles de muertos.

La India movilizó sus tropas para pacificar la región, mientras que apuntaba un dedo acusador hacia su vecino al oeste, afirmando que estos financiaban a los grupos extremistas.

La situación se mantuvo tensa hasta 1999, cuando en medio de una negociación para una paz más duradera entre ambos países, una incursión de combatientes islamistas y soldados paquistaníes tomaron control de locaciones claves en la Cachemir india, iniciando un conflicto que se conoció luego como la Guerra de Kargil, por ocurrir principalmente en este distrito.

El primer ministro pakistaní Nawaz Sharif inicialmente negó el involucramiento de fuerzas de su país en la incursión, pero posteriores afirmaciones del político y el jefe del ejército indicaron que al menos parte de los combatientes consistían de fuerzas paramilitares pakistaníes.

El conflicto se extendió del 3 de mayo al 26 de julio del mismo año y culminó cuando Sharif hizo un llamado a la retirada de los soldados, tras combates que dejaron más de mil muertos. La guerra causó gran inestabilidad económica y política en Pakistán y llevó a que el primer ministro fuera derrocado por el entonces jefe del ejército, Pervez Musharraf.

Continúan las tensiones

Y a pesar de que este conflicto se vio solucionado, un clima tenso se mantuvo entre ambos países, con incidentes a veces elevando la hostilidad como el ataque terrorista frente a la asamblea regional india de Cachemira el 1 de octubre de 2001 en el que fallecieron 38 personas; un atentado terrorista contra el Parlamento indio el 13 de diciembre de 2001 que dejó doce muertos y que casi desató un nuevo conflicto armado entre los países o una serie de atentados yihadistas en la ciudad de Bombay en 2008 que dejaron 166 fallecidos, episodios que detuvieron los incipientes intentos de los gobernantes de ambos países de llegar a una paz duradera.

El último gran suceso antes de las tensiones actuales ocurrió el 14 de febrero del 2019, cuando militantes utilizaron un coche bomba para destruir un convoy militar indio, dejando más de 40 muertos. El atentado desató el peor conflicto armado entre ambos países en dos décadas, con la India realizando ataques aéreos en Pakistán en venganza, aunque finalmente los ánimos se calmaron.

La situación también llevó a que meses después, el primer ministro Narendra Modi retirara el estatus de semiautónoma a la región de Cachemira, poniéndola en control directo de Nueva Delhi.

La India aumentó las tensiones en agosto del 2019 luego de reducir la autonomía de su parte de Cachemira, imponiendo controles más duros en la zona.

La India aumentó las tensiones en agosto del 2019 luego de reducir la autonomía de su parte de Cachemira, imponiendo controles más duros en la zona.

“En 2019, la India intentó sofocar todos los movimientos separatistas tomando el control directo de la región y las noticias de aquel entonces hablaban de cómo Cachemira había sido aislada completamente del mundo. Se arrestó a mucha gente y fue un momento de gran represión”, relató Belaunde.

Y así llegamos al incidente del 22 de abril y la matanza de turistas que ha llevado nuevamente a Pakistán y la India al borde de la guerra. “Para cuando ocurre este último atentado en abril la India ya consideraba que la zona había sido completamente pacificada e incluso estaba contemplando comicios locales, y, porque es una región con grandes atractivos naturales, también se había establecido un turismo”, resaltó el internacionalista. “Pero se produjo este atentado y se mostró que esta paz era una ilusión”.

Diferencia con anteriores conflictos

Para el especialista, este conflicto difiere de anteriores grescas entre Islamabad y Nueva Delhi, señalando que previamente la India ha respondido antes con bombardeos a Pakistán sobre infraestructura de grupos militantes, pero hasta ahora se limitaban a ataques en la zona de Cachemir pakistaní, no en el territorio de Pakistán propio como Punyab, atacado en esta ocasión. Adicionalmente, otro tema complicado es que el gobierno indio ha suspendido el Tratado de Aguas del Indo de 1960, que establece la repartición del las aguas del río Indo, muy importante para Pakistán ya que ellos dependen casi exclusivamente de la zona irrigada por este para la producción de sus alimentos.”

Un soldado indio de la Fuerza de Seguridad Fronteriza (BSF) monta guardia cerca del puesto fronterizo de Wagah entre India y Pakistán, a unos 35 km de Amritsar, el 7 de mayo de 2025.

Un soldado indio de la Fuerza de Seguridad Fronteriza (BSF) monta guardia cerca del puesto fronterizo de Wagah entre India y Pakistán, a unos 35 km de Amritsar, el 7 de mayo de 2025.

/ NARINDER NANU

Empeorando la situación está el hecho de que el primer ministro indio, Narendra Modi, es ultranacionalista y para él es impensable no tomar ningún tipo de acción por motivos internos, sobre todo porque su situación política no es tan estable al no contar con la mayoría absoluta en el Parlamento. Mientras que por el lado de Pakistán la cuestión se complica debido a que las Fuerzas Militares se han establecido como el verdadero poder detrás del trono y algunos de sus líderes se muestran muy hostiles a su vecino.

“¿Qué es lo que vendría después? Algún tipo de respuesta pakistaní, porque por el momento todavía han respondido de manera bastante débil fuera de bombardeos de artillería”, consideró Belaunde, quien resalta que cuando se trata de conflictos entre dos poderes nucleares, estos buscan no escalar las tensiones hasta puntos irreversibles para ambos países. En este caso la India ha justificado sus ataques al afirmar que ha apuntado solo a infraestructura perteneciente a grupos terroristas, mientras que Islamabad no tiene blancos equivalentes a los que apuntar.

Por el momento, Francisco Belaunde se mostró pesimista de que se consiga una paz duradera entre ambos países. “El problema es que en el fondo este conflicto parece insoluble. Lo lógico hubiera sido de que se celebrara el referéndum al inicio y con ese resultado la región pasaría al lado pakistaní. Pero eso ya no va a ocurrir”, consideró.



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