El Vaticano ha implementado rigurosas medidas para garantizar el secreto absoluto durante el cónclave que se incia este miércoles 7 de mayo, donde los cardenales elegirán al nuevo Papa que reemplace al fallecido Francisco. Estas disposiciones están detalladas en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II en 1996 y reforzada por sus sucesores.
Dicha Constitución establece las normas que rigen el cónclave, incluyendo la duración del mismo, la elegibilidad de los cardenales, el proceso de votación y las reglas de secreto y austeridad.
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Sobre la elegibilidad, la Iglesia determina que solo los cardenales menores de 80 años pueden votar en el cónclave.

La Capilla Sixtina en la víspera del cónclave en el Vaticano. (Foto de Handout / VATICAN MEDIA / AFP).
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Se establece que se deben realizar cuatro votaciones secretas cada día, además de una votación la tarde en la que comienza el cónclave.
Para elegir al nuevo Papa se necesita obtener al menos dos tercios de los sufragios de los electores presentes. Se espera que 133 cardenales participen en el cónclave.

La procedencia de los 133 cardenales que elegirán al Papa. (AFP).
Los 133 cardenales electores se encerrarán desde el miércoles en la Capilla Sixtina para votar por el sucesor de Francisco. Al final de cada jornada pasarán la noche en la Casa de Santa Marta, a un kilómetro de distancia aproximadamente.
Cabe precisar que de esos 133 cardenales, 108 fueron nombrados por el papa Francisco.

El cardenal Stephen Ameyu Martin Mulla sale al final de la reunión de la Congregación General de Cardenales, Plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano, 6 de mayo de 2025. (EFE/EPA/FABIO FRUSTACI).
Las principales medidas que garantizan el secreto del cónclave:

Cardenales asisten a una misa en la basílica de San Pedro en el Vaticano, el 30 de abril de 2025. (Foto de Tiziana FABI / AFP).
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1.- Juramento de secreto y amenaza de excomunión
Antes del inicio del cónclave, tanto los cardenales electores como el personal de apoyo (cocineros, traductores, personal médico, entre otros) deben prestar un juramento solemne de mantener en secreto todo lo relacionado con el proceso de elección. La violación de este juramento conlleva la pena de excomunión automática, la sanción más grave en la Iglesia Católica.
Solo el personal de apoyo que prestará el juramento en la Capilla Paulina del Vaticano suma unas 100 personas.
Mientras que los cardenales prestarán su juramento el miércoles en la Capilla Sixtina, antes de emitir sus primeros votos.
El juramento que deben pronunciar todos dice:
“Prometo y juro que, a menos que reciba una facultad especial otorgada expresamente por el pontífice recién elegido o por sus sucesores, guardaré absoluto y perpetuo secreto con todos los que no formen parte del Colegio de Cardenales electores en relación con todos los asuntos directa o indirectamente relacionados con los votos emitidos y su escrutinio para la elección del sumo pontífice…
Del mismo modo, prometo y juro abstenerme de usar cualquier equipo de audio o video capaz de grabar cualquier cosa que ocurra durante el período de la elección dentro de Ciudad del Vaticano, y en particular cualquier cosa que de alguna manera, directa o indirectamente, esté relacionada con el proceso de la elección misma…
Tomo este juramento plenamente consciente de que una infracción del mismo incurrirá en la pena de excomunión automática reservada a la Sede Apostólica. Que Dios y estos Santos Evangelios, que toco con mi mano, me ayuden”.
Al final del juramento, el maestro de las Celebraciones Litúrgicas, Diego Ravelli, proclamará el ‘Extra omnes’ (todos fuera) y se cerrarán las puertas. Sólo los cardenales electores permanecen dentro. Entonces se procederá a una primera votación.
2.- Aislamiento total y control de comunicaciones
Durante el cónclave, los cardenales se alojan en la Casa Santa Marta, que está sellada con 80 precintos de plomo para garantizar su aislamiento.
Se ha prohibido el uso de dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, tabletas o computadoras. También se han instalado inhibidores de señal para evitar cualquier tipo de comunicación con el exterior.
Los cardenales deberán entregar sus celulares en Santa Marta y les serán devueltos al final del cónclave.
Además, la misma gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano comunicó el lunes a todos sus residentes y trabajadores que “desactivará todas las instalaciones de transmisión de la señal de telecomunicaciones celulares y de radio”.
El apagado de señal comenzará el 7 de mayo a partir de las 15:00 hora local (13:00 GMT).
3.- Seguridad física y tecnológica
La Capilla Sixtina ha sido sometida a rigurosos controles para evitar cualquier intento de espionaje o filtración. Se revisaron de manera minuciosa las instalaciones para detectar y eliminar posibles dispositivos de grabación o transmisión, y se utilizan tecnologías modernas, como inhibidores de frecuencia y estructuras que bloquean señales electrónicas.
4. Procedimientos rituales y simbólicos
El cónclave incluye rituales tradicionales que refuerzan el secreto y la solemnidad del evento. Por ejemplo, antes de iniciar las votaciones se pronuncia la frase “Extra omnes” (“¡Todos fuera!”) para indicar que solo deben permanecer los cardenales electores. Además, las papeletas de votación se queman después de cada escrutinio, y el humo resultante (negro o blanco) indica al mundo exterior si se ha elegido o no a un nuevo Papa.

Claves del cónclave. (AFP).