El endurecimiento de la política comercial de Donald Trump podría elevar el precio de un iPhone a niveles nunca vistos, afectando los bolsillos de los usuarios de Apple en Estados Unidos. Analistas del sector estiman que un modelo fabricado completamente en ese país podría llegar a costar hasta US$3.500, si los aranceles a las importaciones desde China se trasladan al consumidor final.
La nueva tasa del 145% impuesta por el gobierno estadounidense a los productos tecnológicos fabricados en China ha obligado a Apple a acelerar su plan de diversificación. Desde junio, la mayoría de iPhones vendidos en EE.UU. comenzarán a ensamblarse en India, y dispositivos como iPads y MacBooks provendrán de Vietnam, según anunció el director ejecutivo de la empresa, Tim Cook.
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El objetivo de Trump y sus asesores con esta jugada arancelaria es fomentar una mayor producción en EE.UU.
“El presidente Trump ha dejado claro que EE.UU. no puede depender de China para la fabricación de tecnologías críticas como semiconductores, chips, teléfonos inteligentes y computadoras portátiles”, declaró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en un comunicado.

El presidente, Donald Trump, habla durante la celebración de los primeros 100 días de su segundo mandato, en Míchigan, Estados Unidos, el 29 de abril de 2025. (Foto de Octavio Guzmán / EFE)
/ Octavio Guzmán
Las empresas de la industria tecnológica se están apresurando a trasladar su producción al país del norte. No obstante, la industria depende de una red global de proveedores para los componentes y el ensamblaje de sus productos.
Esto, sumado a la necesidad de encontrar trabajadores calificados que se ajusten al rápido ritmo y bajo costo de producción en Asia, implica que reubicar las cadenas de suministro no es tarea fácil.
El traslado de la cadena de suministro no será inmediato. De acuerdo con la BBC, el analista Dan Ives, de Wedbush Securities, estima que mover apenas el 10% de la producción de Asia a EE.UU. podría tardar tres años y costar unos US$30.000 millones, lo que supondría un impacto significativo en el precio final de los dispositivos.
Antes de que Trump elevara el arancel a China al 145%, cuando aún estaba en 125%, el banco UBS estimó que el precio de un iPhone 16 Pro Max fabricado en ese país asiático con 256 GB de almacenamiento se dispararía en Estados Unidos de US$1.199 a US$1.999 más impuestos (que dependen del estado y el condado, pero varían entre 0% y casi 13%).
Estos expertos calculaban una subida menos significativa para el iPhone 16 Pro de 128 GB de almacenamiento, fabricado en India, de un 5%, de US$999 a US$1.046 más impuestos.
Mientras tanto, analistas como Dan Ives han sugerido que el precio de un iPhone “Hecho en EE.UU.” podría dispararse a US$3.500.
En América Latina, el impacto sería menor, ya que los dispositivos vendidos en la región seguirán fabricándose principalmente en China y no están sujetos a los aranceles estadounidenses. No obstante, el mercado regional —donde Apple tiene apenas el 8% de participación— podría verse afectado si la empresa ajusta su estrategia global de precios.