— ¿Qué significa para la corona española la travesía que está haciendo Leonor a bordo del buque Juan Sebastián Elcano?
Lo primero es que forma parte de su formación militar necesaria, porque cuando la princesa Leonor suceda a su padre como reina tendrá el mando supremo de las Fuerzas Armadas. Este entrenamiento es importante porque, en primer lugar, ella es una guardiamarina más de la Armada y, por tanto, hace los trabajos que hace cualquier otro guardiamarina. Eso significa disciplina, esfuerzo, trabajo, dedicación, respetar un horario, comer lo mismo que comen sus compañeros, es decir, todo lo que implica hacer una vida militar.
— ¿Cree que la corona española está satisfecha con el desempeño que la princesa ha mostrado hasta ahora?
Imagino que sí. Hay que tener en cuenta que ella no hace más que seguir la tradición familiar, su padre y su abuelo hicieron la misma formación en el buque Elcano e incluso estuvieron en el Perú. Y yo creo que estarán contentos porque justamente es lo que se espera de ella y ella lo toma como un deber y una vocación porque se ha formado desde niña para eso.
— ¿Cómo se refresca la imagen de la corona con Leonor y lo que proyecta como princesa?
Es una mujer joven, tiene 19 años, está en una época formativa de su vida y lógicamente le da una imagen de juventud a la corona. Es una persona en la que están puestas muchas esperanzas en el futuro. Cuando su padre fallezca, ella será la reina y será la reina de su generación. Cada reinado es diferente del anterior y se adapta a las circunstancias manteniendo siempre lo esencial y lo básico de la monarquía, que es seguir lo que está establecido por la Constitución. Pero el estilo de cada monarca es diferente y estoy seguro de que el estilo de ella será diferente del de su padre, de su abuelo, de su bisabuelo, etc. Y además es lo que se espera de ella. Ella tiene mucha conexión con la juventud de España y está siendo formada en diversos lugares donde tiene contacto con esa juventud.
— Leonor ha sufrido persecución mediática durante su travesía actual. ¿Cómo califica la forma en que ha manejado esta situación la Zarzuela, que llegó a denunciar ante la policía chilena la difusión de imágenes de la princesa?
Y lo hizo con toda razón. Tienen que dejarla en paz. La princesa es una persona que está en formación. Sí, es la hija del rey, pero merece respeto. Ella no es una monja de clausura. No tiene que quedarse en su casa encerrada. Tiene que hacer una vida lo más normal que le permita su rol de princesa de Asturias.
— ¿Qué tan importante será para la princesa, más allá de su formación, la travesía en este buque?
En el caso concreto de la princesa de Asturias, significa conocer países con los cuales en el futuro va a tener que tratar. Seguramente, no será la última vez que vaya al Perú, a República Dominicana, a Panamá, a Uruguay, a Brasil, a Chile o Estados Unidos. Por tanto, es un primer contacto de ella con países a los que, en el futuro, por su posición, va a tener que visitar. Yo creo que todo eso va a ser beneficioso para su futuro.