Una jueza federal de Estados Unidos respaldó este viernes al Gobierno de Donald Trump en una demanda presentada por varias organizaciones religiosas en contra de la directriz que avala las redadas migratorias en iglesias y lugares de culto.
En una orden emitida en horas de la tarde, la jueza Dabney Friedrich rechazó los argumentos de las organizaciones, señalando que ha habido muy pocas instancias de operativos de migración en sitios religiosos y que los abogados de la defensa no tienen suficiente evidencia para probar que la decisión del Gobierno afecta la libertad religiosa.
LEE MÁS: El Gobierno de Trump incluye a migrantes en la lista de muertos para quitarles beneficios
“Los argumentos de los demandantes de que ICE podría aumentar las redadas en o cerca de iglesias no establecen una probabilidad de daño irreparable -especialmente considerando la cantidad limitada de incidentes que citan desde el cambio de política”, indicó la jueza.
La demanda, interpuesta el pasado mes de febrero por 27 organizaciones religiosas ante la corte federal del Distrito de Columbia, defiende que la orden del Gobierno vulnera la libertad religiosa protegida por la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que prohíbe al Gobierno interferir en las actividades de culto.
LEE MÁS: Una jueza de EE. UU. exige tomar “medidas” para regresar al salvadoreño expulsado por error
Las organizaciones subrayan que acoger al “extranjero o inmigrante” es un precepto fundamental de su fe. Por ello, muchas de ellas han actuado como “santuarios” para los migrantes, ofreciéndoles refugio y protección ante el riesgo de ser deportados a países donde su vida podría estar en peligro.
La orden del Gobierno no solo da vía libre a las redadas en iglesias, sino también en escuelas y hospitales, lugares previamente considerados como “protegidos”.
LEE MÁS: La migrante peruana casada con un estadounidense que fue detenida por el ICE y liberada 49 días después
La Administración Trump defendió la medida asegurando que “empodera” a los agentes de migración para “seguir las leyes” y capturar a los que llaman “criminales extranjeros”.