El exgobernador de Morelos y diputado Cuauhtémoc Blanco ha logrado en el Congreso la protección de su partido, Morena, frente a la denuncia de intento de violación presentada en su contra por su hermanastra, Nidia Fabiola Blanco. La consecuencia es que la Fiscalía de Morelos, que había solicitado al Congreso retirarle la inmunidad para poder llevarlo ante la justicia, tenga que presentar una nueva solicitud de desafuero o esperar a que el exmandatario concluya su periodo como diputado, en tres años, si es que no se reelige para otro periodo. Morena, un partido que ha tomado como bandera la defensa de los derechos de las mujeres, ha hecho oídos sordos a la rebelión interna de sus diputadas. Las legisladoras exigían un voto que echase atrás el blindaje que en primera instancia dio a Blanco la Sección Instructora, el órgano encargado de tramitar las solicitudes de desafuero contra los diputados y que hoy está controlado por el oficialismo. Blanco, un futbolista metido a político, ha conservado el fuero con el voto favorable de 291 legisladores.
La determinación del pleno de este martes ha modificado la geografía política en la Cámara de Diputados. El PT se separó del bloque gobernante con una dura crítica al encubrimiento de Blanco por parte de sus aliados de Morena y el PVEM; el PRI, localizado en la oposición, ha votado esta vez con el oficialismo. La razón del recambio priista está a la vista. El dirigente del partido, el camaleónico senador Alejandro Moreno, Alito, tiene él mismo deudas con la justicia y un requerimiento de desafuero activo en la Sección Instructora, al lado de la de Blanco. Morena ya ha usado en el pasado la presión sobre Alito, señalado de enriquecimiento ilícito y malversación de fondos, para conseguir el favor de su partido en las votaciones más arduas.
Antes del inicio de la sesión, el coordinador de la fracción morenista, Ricardo Monreal, informó de que Blanco había ofrecido acudir “voluntariamente” a la Fiscalía de Morelos a alegar en su defensa, pero conservando la inmunidad que tiene como legislador. El propio exgobernador ha subido a la tribuna a contestar a los señalamientos, en un inusual cambio de turnos en la lista de oradores permitido de último minuto por Morena. “Todo esto que me están haciendo es injustificado”, ha referido. “Estoy dispuesto ir a la Fiscalía porque mi conciencia está muy tranquila”, ha indicado. La diputada Lilia Aguilar, del PT, ha afirmado que es una tomadura de pelo que Blanco pretenda defenderse con la ventaja del fuero. “Lo sensato es que el diputado pida licencia y se presente a la justicia, si es que, como él dice, no es culpable”, ha señalado.
El presidente de la Sección Instructora, el morenista Hugo Eric Flores, ha sacado pecho en la tribuna por el proyecto con el que se exoneró a Blanco, y ha recitado los argumentos que sustentaron el blindaje: un cúmulo de supuestos errores técnicos que apuntan a que la Fiscalía de Morelos condujo una investigación deficiente. Flores, un viejo aliado del exdelantero, ha señalado que el Congreso no puede solapar actuaciones indebidas de las autoridades, cargando la responsabilidad de la exoneración, no a los diputados, sino a la Fiscalía. Ese mismo fue el anclaje para la defensa de la mayoría morenista que apoyó a Blanco, lo mismo que del PRI y el PVEM. “No estamos defendiendo a ningún agresor, estamos con la ley y con las víctimas”, ha dicho el diputado priista Erubiel Alonso.
Las diputadas de MC, PT y PAN han intentado sin éxito convencer al resto de los diputados de echar atrás el dictamen propuesto por Flores, con el argumento de que esa decisión no significaba en automático condenar a Blanco, sino obligar a la Sección Instructora a repetir su investigación, sopesar las pruebas y dar audiencia a las partes, para, entonces sí, presentar al pleno una conclusión sobre si procede o no el desafuero del exgobernador.