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Un tablero de ajedrez sobre una pequeña mesa y una máquina de escribir complementan la escena. Todo sirve para recordar que estamos junto a uno de los principales referentes del periodismo peruano, con varias décadas reportando sobre política, casos judiciales y corrupción en el Estado.

Uceda, director del Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS), recibe a El Comercio para hablar, precisamente, sobre el estado de la libertad de prensa en el Perú, el gobierno de Dina Boluarte, y la necesidad de reformas en el sistema judicial, un escenario recurrente en sus columnas para este Diario.

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¿Estamos en el peor momento para la libertad de prensa desde la caída del régimen fujimorista?

Pienso que sí. En los gobiernos de presidentes anteriores, Toledo, García, Humala, Kuczynski, sí hubo intentonas; pero aquí vemos una actitud consistente del Congreso, una actitud de recortar la libertad de expresión y además revanchista e intimidante. Revanchista porque ellos tienen muchas acusaciones de corrupción e intimidante porque está destinada a amedrentar. Y luego tenemos una señora presidenta que, ante tanta denuncia, no encuentra mejor expediente que tratar de satanizar a la prensa. Creo que es una situación de lo más difícil. El Perú ha tenido una libertad de expresión que hasta ahora existe, pero que no contaba con tantos elementos en contra como hasta ahora.

-Se lo preguntaba en parte por esta nueva ‘ley mordaza’ en el Congreso, para aumentar las penas por delitos de difamación y calumnia y cambiar cómo se ejerce una rectificación. Está pendiente de segunda votación ¿Qué buscan los legisladores con este tipo de iniciativas?

Para mí está muy claro. Parten de los congresistas de Perú Libre, que tienen una concepción de libertad de expresión muy restrictiva. En un modelo de sociedad como el que ellos postularían, no tendríamos este sistema de prensa, con todos sus defectos. Pero luego se aúpan ahí congresistas de todas las bancadas porque, claramente, hay un nivel muy alto de corrupción en el Congreso y porque la prensa los ha reflejado, los busca, los expone. Yo creo que es por eso: lo que dispara este tipo de iniciativas es el hecho de que están irritados por el comportamiento de los medios.

-¿Cree que el Congreso ve a la prensa como su principal oposición?

Sí, porque ¿cuál sería la otra? El Ministerio Público, que es otro tema. Pero a la prensa no pueden reformarla como pueden hacer con el Ministerio Público, como pueden cortar la cabeza a la fiscal de la Nación. Entonces, hacen este tipo de intentonas. Pero esto ya se ha explicado bien: es una es muy difícil aplicar esa ley, es muy difícil hacer las rectificaciones como ellos quieren, prácticamente a indicación del que rectifica. Entonces, cuando esto, si se aprueba, llegue a un juzgado, puede haber argumentos consistentes para no tomarlo en cuenta por la vulneración a las garantías que la Constitución brinda a la libertad de informar.

El periodista Ricardo Uceda en entrevista con El Comercio. Foto: GEC / Joel Alonzo

El periodista Ricardo Uceda en entrevista con El Comercio. Foto: GEC / Joel Alonzo

/ Joel Alonzo

-No parece ser una coincidencia que una de las congresistas que promueve esto es Katy Ugarte, ex Perú Libre, quién es además una de las congresistas denunciadas por recortes de sueldos a partir de una denuncia periodísticas. Todos estos casos en el Congreso nacieron a partir del trabajo de la prensa….

Esta es la vía, ¿no? Ahora, yo no creo que amedrenten a la prensa. Claro, lo intentan, pero no creo que amedrenten. Va a ser muy difícil aplicarlo. La prensa, los periodistas independientes, vamos a luchar y habrá otra etapa de esta confrontación. Y no sabemos lo que pasará después, la coyuntura se presta a múltiples escenarios, incluso peligrosos. Está muy clara la motivación de los congresistas y, como se ha explicado, la ilegalidad de esa ley.

-¿El Perú tiene a una presidenta que le teme a la prensa?

Sí, porque está al borde del precipicio. Para mí, personalmente, lo que hemos visto ameritaría o llevaría a considerar la posibilidad de una vacancia por incapacidad moral: una sucesión de mentiras y una falta de atención a los problemas públicos gravísimos. Pero la sostienen su alianza con el Congreso y el hecho de que después de ella quién. Ese es otro tema: si conviene o no vacarla. Para mí, todo lo que hace es una cortina de humo. Está en un enfrentamiento abierto con el Ministerio Público y, entonces, lo junta con la prensa. No hay nada más absurdo que juntar, como si fueran parte de una misma conspiración, a los medios y al Ministerio Público. Y bueno, no dejemos de mencionar que el Ministerio Público ha considerado parte una organización criminal a periodistas de Cuarto Poder. Yo pensaría algo más sensato de una persona estructurada como la señora Delia Espinoza.

-Dina Boluarte incluso ha acusado a la prensa, de estar detrás de un “golpe de estado”, ¿tiene antecedentes una acusación de este tipo por parte de un mandatario, viéndolo al menos desde Fujimori hasta la actualidad?

Bueno, Fujimori era fuerte, tenía fuerza detrás; esta persona (Dina Boluarte) es muy débil. Toledo estuvo contra las cuerdas, pero nunca hizo esto. Está muy mal que una presidenta se comporte así, lo veo como un signo de debilidad. Es una amenaza, por supuesto, es algo negativo. Es que hay muchas formas de victimización y como no tiene nada que decir, victimizarse es un argumento. Entonces, se victimiza respecto del Ministerio Público -más allá de los excesos que este puede haber cometido- y también con lo que le sacan los medios. No sabemos qué más puede salir de la señora. Yo intuyo que hay más. ¿Y por dónde va a salir? Por la prensa, es lo lógico.

-Una delegación de la Sociedad Interamericana de Prensa hizo una visita al Perú la semana pasada y la presidenta no los recibió. La recibió los titulares del Congreso, del Poder Judicial, del Ministerio Público, todos menos ella. Más bien, durante su visita, atacó nuevamente a los medios

Es algo traído de los cabellos. Yo he hecho visitas a Venezuela en la época de Hugo Chávez con el CPJ (Comité para la Protección de los Periodistas) y me he entrevistado con los gobernantes de Venezuela. Hay una suerte de manejo, más allá de que reciban hipócritamente o no, que tienen los gobernantes cuestionados hacia una organización tan importante como la SIP. Me parece un acto de un acto de inamistosidad hacia la prensa, un acto de que no le importa. Ya sabemos todo lo que hay que saber respecto a las credenciales de la señora Boluarte, cuya preocupación central es su estabilidad y su futuro penal (…) Esta señora es muy débil; pero no por eso tenemos que dejar de censurar y condenar imposturas, amenazas, acusaciones sin fundamento que tienden a estigmatizar a la prensa que la investiga o que publica sobre ella.

-Esto se ha extendido también a integrantes de su gabinete. Pienso en Juan José Santiváñez, que acaba de ser censurado por el Congreso. Fue un ministro que recurría a los ataques a la prensa; pero a diferencia de ella, le gustaba dar entrevistas. En una sola noche lo vimos en Cuarto Poder y en Panorama…

Tiene mucho que ver con el estilo de cada quien. La señora Dina Boluarte tiene pocos elementos para tener un diálogo, siquiera cínico. Pueden quedar muy fácilmente expuestas sus deficiencias, peor todavía, pienso yo, que en el caso de Pedro Castillo. Se desnaturalizó su función por el papel que tuvo de digamos de ser el principal escudero de la mandataria en los diversos percances que tuvo. Recuerda que está peleada con el Ministerio Público y con un grupo de exministros. Allí estaba metido de cabeza este señor, que no daba para más. Debía ser censurado, aunque sabemos que con eso no se acaba el problema.

El periodista Ricardo Uceda en entrevista con El Comercio. Foto: GEC / Joel Alonzo

El periodista Ricardo Uceda en entrevista con El Comercio. Foto: GEC / Joel Alonzo

/ Joel Alonzo

-¿Le ve un futuro político a un personaje como el suyo?

No lo he pensado, pero creo que una vez fuera, la fiscalía se le irá encima ferozmente. Entonces, tiene que buscar, más que un futuro político, algún respaldo. El discurso “anticaviar”, con voz estentórea, por lo menos le dará mantener ciertas fidelidades que ha tenido en el Congreso para no terminar despedazado,

-Para que no le levanten el antejuicio…

Sí (…) Es larga la pelea que va a tener por sus casos. Pero lo principal, desde el punto de vista del asunto público, es que no logró armar un esquema contra el crimen organizado y el crimen en general, que pudiera defender a la población de los embates. Aunque también hubo ciertos éxitos. Yo no veo mal todo lo que hace la policía. Lo que pasa es que el líder estaba completamente intoxicado con todos los problemas políticos.

-En su columna sobre las denuncias del caso Qali Warma, mencionaba que estas son probablemente las “más representativas de la corrupción” en el actual gobierno…

Lo considero grave porque es un atentado contra los niños más pobres. Los considero peor que el Rólex, los collares, las cirugías. En el tema de las muertes en las protestas no es un caso de corrupción, es un caso de que no tomó las medidas, al menos, para prevenir o para sancionar. Finalmente, no hubo ni siquiera una investigación del Ministerio del Interior, de Defensa, de los propios organismos del Estado. No conocemos un informe interno de cómo pasó. A veces se menosprecian los comités externos que ven una situación, pero aquí correspondía que hubiera un grupo de personas, con algún tipo de respeto, que pudiera mirar qué pasó. Ha sido un desprecio mayor con las víctimas mayores. No sé cómo llegue a términos penales, pero sin duda este es uno de los peores episodios de la señora Boluarte.

-¿Cómo cree que la historia recordará el gobierno de Dina Boluarte?

Es una pregunta difícil porque no sabemos qué gobierno vamos a escoger luego. Puede ser un gobierno con congresistas y con personajes todavía más ineptos para gobernar. Nosotros necesitamos un gobierno que, principalmente, resuelva la crisis del Estado para dar servicios a los ciudadanos. Eso es lo más grave que está pasando. No es una crisis ideológica. Incluso la hay gente que dice que Boluarte fue peor que Castillo. Yo no creo que todavía estamos en eso, aunque todavía no acaba su gobierno. Es una buena pregunta, pero yo esperaría un poco para contestártela.

-Mencionó a Pedro Castillo. ¿Cómo contribuyó su gobierno al actual deterioro de la libertad de prensa?

La prensa fue maltratada y acosada por Pedro Castillo, efectivamente, pero nosotros siempre vamos a estar peleados con los gobiernos. Recordemos que la prensa fue, incluso antes que la fiscal Patricia Benavides, la que lo expuso, grabando lo de la casa de Sarratea, etc. Se revitalizó (la prensa) después de haber estado dormida. Y por labores propias, reportaje directo, nada que el expediente del fiscal o las filtraciones. (…) Sobre él, lo que yo me estaba preguntando es a quién va a apoyar, porque tiene un capital político. Veo ahí también a coleguitas añorantes, un poco nostálgicos, de ese viento que, en su caso, fue fétido por el nivel de corrupción y autoritarismo. Ellos tenían un proyecto que no era democrático y espero que no tenga ningún éxito o perspectiva una candidatura con ese perfil.

-Justamente estamos viendo en el juicio de Pedro Castillo sus intentos de ser disruptivo con el Poder Judicial y los testimonios que evidencia el nivel de incapacidad para dar ese golpe estado…

Él es un hombre espontáneo, desconfiado. Tiendo a pensar que lo decidió en ese momento. Hecho esto, entendió (en el juicio) que su única salida es pelearla políticamente. Es el rol que está asumiendo: el de una víctima y a ver quién lo apoya. Pero haber abandonado toda defensa legal no me parece un buen un buen camino, porque podría sustentar o llegar a algún sector del auditorio diciendo que el Congreso lo ha sacado mal o que la están afectando tales garantías, pero con este tipo de imposturas no me parece que tenga que tendrá éxito o, en todo caso, tendrá menos éxito. Sí creo que él va a endosar (en las elecciones del 2026). Mira que hasta Martín Vizcarra dice que lo indultaría, lo que significa que él se da cuenta, porque no tiene un pelo de tonto.

El periodista Ricardo Uceda en entrevista con El Comercio. Foto: GEC / Joel Alonzo

El periodista Ricardo Uceda en entrevista con El Comercio. Foto: GEC / Joel Alonzo

/ Joel Alonzo

-Martín Vizcarra es otro expresidente en un juicio que podría terminar en una condena y que tendría un capital político importante para endosar…

Bueno, si no fuera corrupto, sería el líder natural de un sector de centro y de todos los que estaban detrás del cierre del Congreso, que era muy fuerte. Ahí también ves una ola nostálgica en algunos comentaristas y medios. Es el líder que no tiene la centro izquierda y lo que se ha dado a llamar el “caviarismo”. Estoy convencido que él produjo todos los acontecimientos políticos que luego conocimos a partir de que sabía que tenía una infección en el costado del cuerpo, que estaba creciendo y que lo podía eliminar…

-Su pasado lo iba a alcanzar…

Estuvo haciendo funcionar a mil el motor de la política populista, sí. Por eso pienso que lo más importante es escoger un buen hombre, un hombre honesto, que conecte con la gente, que trate de hacer acuerdos básicos con sectores sociales que en este momento están divorciados.

-El Poder Judicial y el Ministerio Público son hoy dos actores que parecen estar en la otra orilla de alianza entre el Ejecutivo y el Congreso, lo que no los libra de errores y críticas.

Lo que creo es que, a partir del posfujimorismo, se crearon en el Ministerio Público y en el Poder Judicial unos sectores, que no es que sean manejados por “caviares” o por exapristas. Yo pienso que ellos han desarrollado sus propios intereses corporativos y de grupos. Se retroalimentan y tienen sus grupos. Y son un poder que no tiene fiscalización, por más que haya una autoridad de control o una Junta Nacional de Justicia, lo que es lamentable. A la fiscal de la Nación se le ha pasado la mano con algunas decisiones, incluso respecto de Santiváñez y el Congreso. Ella debe tener la máxima prudencia. Tengo la impresión de que se quieren bajar como sea a Boluarte (…) Creo que, tanto el Poder Judicial como el Ministerio Público, deben ser conscientes que necesitan una profunda reforma y que están con una exigencia y una desconfianza por parte de la población que no es menor.

-Dentro del discurso alrededor de la censura de Santiváñez, algunas bancadas han puesto este tema en agenda. El congresista Muñante ha propuesta una reforma del sistema de justicia con un cese inmediato de los fiscales supremos ¿Cómo reformar sin afectar la independencia de los actores judiciales y los casos que conocen?

No, esa es una reforma a la bruta. Pero pueden inhabilitar a la fiscal de la Nación por un par de temas, por los que pueden sacar algo. Es evidente que hay una ofensiva que nace del Congreso, que tiene elementos de corrupción y autoritarismo, y que tiene como punto de partid, y en parte pretexto, algunos excesos de parte de sectores que hoy dicen ‘el lobo llega’. Lo importante es que ellos hagan cuanto antes sus propias reformas y que tengan el mismo rasero para el señor tal y para el señor cual, para un “caviar” o para un ultraconservador. El doble rasero es el problema.

-No debe ser entonces una reforma que resulte ser una intromisión o una irrupción del Congreso en el sistema judicial…

Yo no creo que el Congreso tenga éxito en una reforma a la bruta, podría ser peor. Y tampoco veo que los señores del Poder Judicial y el Ministerio Público estén abocados (a una reforma). No los veo así, los veo más bien diciendo ‘nos vemos a la salida, vamos a chocar’. Veremos qué pasa, todo esto se acumula, cada vez con mayor tensión…

-Ha publicado columnas en El Comercio sobre los casos de Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Martín Vizcarra. Ahora hemos conversado del juicio de Pedro Castillo, sobre los casos de Dina Boluarte. ¿Usted ve los casos de nuestros expresidentes a partir de sus particularidades o también le dejan una reflexión en su conjunto? Debemos ser el único país del mundo con una sala judicial construida exclusivamente para juicio de exmandatarios…

Hay que partir del hecho de que somos un país predispuesto a acogotar a los presidentes. Con los fiscales ahora cualquier presidente puede ser allanado. Eso no pasa en ningún país, que yo sepa. Pero trato de no hacer un análisis que generalice. Creo que Toledo entró ya con la intención de robar. Y eso se vio desde el comienzo. Para comenzar, no reconoce a la hija, lo que ya es un acto doloso muy impropio de un presidente.

El periodista Ricardo Uceda en entrevista con El Comercio. Foto: GEC / Joel Alonzo

El periodista Ricardo Uceda en entrevista con El Comercio. Foto: GEC / Joel Alonzo

/ Joel Alonzo

-Algo que mucha gente eligió pasar por alto en ese momento…

Los únicos que pusieron el grito en cielo fueron Jaime Bayly y Álvaro Vargas Llosa. Para el resto, claro, lo lo principal era el fujimorismo. Luego, hemos continuado pensando de que toda la corrupción está en el fujimorismo. Cuando llegó Alan, hubo un empecinamiento en acusarlo por un tema en el que, a mi juicio no tenía responsabilidad: los narcoindultos. En el tema de Humala, estamos por saber que ha pasado con el tema del Club de la Construcción (Nota de Redacción: se le acusa de recibir pagos millonarios de empresas constructoras a poco de iniciado su gobierno). Si eso fue así, él ya tenía la idea de enriquecerse desde el momento que entró a la presidencia. O sea, son gente que dijo ‘acá es la mía’. El caso de Kuzcynski es distinto, hay un caso de conflicto de interés, y del caso de Vizcarra ya lo hemos hablado. A su modo, Castillo también tenía la idea de que ahí se iba a forrar o, en todo caso, lo tenía la familia. Entonces, hemos elegido a personas que querían robar y lo iban a lograr de alguna manera. Y el sistema nos ha permitido, de alguna manera descubrirlo, evidenciarlo. Esos es lo bueno, aunque ha habido excesos. Por eso digo yo que lo más importante es la persona. A mí no me importa tanto que el señor sea de derecha o izquierda, siempre y cuando pueda hacer funcionar el Estado en favor de la gente, lograr un mínimo de no de consenso este, ser honesto y combatir la corrupción.

-A eso quería llegar, ¿tiene alguna esperanza de cara a las elecciones del del 2026?

Vamos a votar por el mal menor. A mí me gustaron dos discursos, el discurso de López Chau cuando dijo que el Perú necesitaba desarrollar el capitalismo, con una alianza con fuerzas de centro, de centro derecha, en un camino que cruza. Desarrollar el capitalismo no es dejar que funcionen bodegas, es decir: ¿qué hago con la minería?, ¿qué hago con algunas empresas? Es abandonar la idea de la izquierda atrasada, que no se atreva a decir ‘sí, queremos inversión’. Estamos en un momento ideal por las materias primas. López Chau decía eso, pero creo que no ha logrado tender esos puentes. El otro fue Alfredo Barnechea, que en un par de intervenciones que he visto ha dicho que necesitamos hacer que funcione el Estado y que tenemos que ponernos de acuerdo. Ahora, ¿cuánto le escucharán en AP? ¿Ganará en AP? Si él ganará o no y ese es otro problema. Lamentablemente creo que vamos a terminar escogiendo por el mal menor.

-Quisiera terminar en una nota optimista. O quizás no, según sea su respuesta. Hemos estado hablando de las dificultades que atraviesa la libertad de prensa y de la incertidumbre del futuro político del país. Como referente del periodismo peruano, ¿qué le diría a un joven que está empezando a estudiar o a trabajar en prensa y que ve este nivel de hostilización de parte del poder político?

Yo diría que no necesita estudiar periodismo, sino estudiar la historia del Perú, comprender cómo funciona el Estado, entender la raíz de los problemas. Hablar fluido y hablar un par de idiomas. Eso como preparación. Pero luego hay que ver si tiene la identidad del periodista. El periodista tiene una identidad que se puede asimilar con la del buen político: tienes algo de servicio público, de ser capaz de comprarte un pleito. Y al hacerlo, tienes que estar dispuesto a que te boten, a mí me han botado como once veces, y tienes que estar dispuesto a correr peligros. No concibo un periodista que no esté dispuesto a correr peligros y a saber cómo los encara, hacerse un carácter para eso.



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