Cae una pieza tras otra, un favorito tras otro en Miami. Efecto dominó. De inmediato cedieron los cuatro semifinalistas de Indian Wells —Medvedev, Runer, Draper y Alcaraz— y en dirección de los octavos ha ido borrándose el rastro de un buen puñado de cabezas de serie: hasta 15. En medio de la escabechina, historia pura, el hombre de los récords. Sigue en pie. Después de una buena tarde, Novak Djokovic toca felizmente el violín para festejar sus 411 triunfos en el territorio de los Masters 1000, lo que añade una nueva muesca a su revólver. Ya casi sin espacio. Queda atrás la plusmarca de Rafael Nadal (410) y sonríe él, a dos meses de los 38 años y a un trofeo de los 100. ¿Tal vez llegue en Miami? ¿Podría ser? “Sería increíble, pero voy paso a paso. Aún disfruto cuando juego bien”, contesta tras vencer a Camilo Ugo Carabelli por 6-1 y 7-6(1), pensando ya en cómo puede hincarle el diente a Lorenzo Musetti (4-6, 6-2 y 6-3 a Felix Auger-Aliassime) en la próxima estación.
Queda ya lejos el último éxito de Nole en el circuito de la ATP, la Copa de Maestros de 2023. Y ha pasado más de medio año desde se hiciese con el oro olímpico que tanto ansiaba en París. Desde entonces, dudas y sequía. Sin embargo, no se rinde el balcánico y aprieta porque tiene cerca otra jugosa marca y, visto lo visto, en Miami ha ido desplegándose una alfombra roja que tal vez pueda aprovechar. Ese 100 queda cerca o bien muy lejos, según se mire, pero la realidad es que han ido desapareciendo del cuadro la gran mayoría de los principales candidatos y sobre el papel sobresalen su nombre y el de Alexander Zverev, los dos competidores de mayor pedigrí que han conseguido salvar el pescuezo en la prematura criba del torneo. No están ahí Alcaraz o Medvedev, son ya cinco los top-10 eliminados —el griego Stefanos Tsitsipas se une al listado de tropiezos— y sobrevive él, en un estado de indefinición que hace muy difícil prever por dónde puede salir.
Apeado en la primera ronda de Indian Wells, su tenis parece haber cogido mejor temperatura, o al menos la suficiente como para sortear los cepos de estos primeros días. Y ahí está, récord incluido bajo el brazo. Alimento para él. “Es un honor”, afirma. “Siempre hay algo en juego cada vez que compito y, por supuesto, que me motiva a hacerlo bien”, prosigue el de Belgrado, que debutó en los miles en 2005 (Cincinnati) y registró su primera victoria ese curso en París-Bercy. A partir de ahí, una retahíla de celebraciones y 40 títulos de la categoría, con más finales (59) y semifinales (78) disputadas que nadie. Ningún escenario más propicio que el Foro Itálico de Roma y precisamente Miami, con seis trofeos en cada uno. Había igualado el registro de Nadal hace dos días, pero el mallorquín cae al segundo puesto y el serbio domina, con Roger Federer (381), Andy Murray (230) y Andre Agassi (209) a continuación.
Se ha revuelto Carabelli en el segundo parcial, pero… “Como hace dos días [frente a Rinky Hijikata], el tie-break ha sido perfecto. He sacado muy bien cuando lo necesitaba y, en líneas generales, estoy contento”, señala el serbio, a sus 37 primaveras para 38, el segundo jugador más veterano del circuito junto con el italiano Fabio Fognini. El abuelo cumplirá 39 el 1 de septiembre y responde al nombre de Gael Monfils, quien jadea, coge aire y se levanta finalmente para rendir a Jaume Munar, que ha dispuesto de un turno de saque para cerrar el partido; sin embargo, a la hora de la verdad, el francés ha impuesto su repertorio de tiros (7-5, 5-7, 7-6(1) y reaparecerá así en el cartel de los octavos; no sucedía desde 2016, cuando tenía 29 años. Únicamente el croata Ivo Karlovic, con 40 en el Indian Wells de 2019, ha llegado tan lejos en un Masters 1000 con mayor edad. Así que lo celebra, lo celebra con ganas y continúa asombrando a todo el mundo.
La noche se cierra al grito de “¡Mon-fils!”, “¡Mon-fils!”. Y por la tarde, la grada jaleaba el esfuerzo de Paula Badosa, a la que han vuelto a visitar los fantasmas físicos después de ocho meses de relativa paz, sin sustos excesivos, dolencia controlada hasta que la espalda volvió a dar guerra a principios de este mes y repite ahora en Miami. Tumbada sobre el suelo, contiene la rabia y después, otras dos atenciones más. Se retiró en Mérida, no pudo competir en Indian Wells y no son pocos los que dudan de que pueda continuar el partido ante Clara Tauson (23ª y 22 años). En el segundo juego del segundo set, al intentar cazar la pelota con una estirada de revés, tiene que intervenir la fisio. Alarma. Sin embargo, ahí que sigue, tirando de servicio y más servicio (83% con primeros y siete aces) para desembarcar en el desempate y adjudicárselo: 6-3 y 7-6(3), en 1h 44m. Volverá al top-10 y se enfrentará en los octavos a Alxandra Eala, filipina de 19 años y formada en la academia de Nadal.