A menos de un mes de la convocatoria a elecciones generales, el Perú enfrenta un escenario de fragmentación política con resultados potencialmente similares al 2021. Actualmente, hay 41 partidos inscritos y otros 32 en proceso, una cifra que los ciudadanos consideran excesiva. La última encuesta de Datum y El Comercio revela que el 70% de los peruanos cree que hay demasiadas agrupaciones políticas, lo que genera confusión al momento de informarse y dificulta la elección de candidatos.
Sin embargo, la solución no parece estar en la formación de alianzas. Solo una cuarta parte de la población considera que unir fuerzas entre partidos es una alternativa viable, con mayor aceptación en Lima que en otras regiones. En lugar de ello, la mayoría de los ciudadanos exige mayores filtros y requisitos para la inscripción de partidos, buscando evitar la proliferación de organizaciones sin una verdadera base política o representatividad.
Pero la crisis política en el país no solo se refleja en el número de partidos, sino también en la profunda desconfianza hacia ellos. Según la encuesta publicada el domingo pasado, solo el 1% de los peruanos confía en los partidos políticos. Esta percepción influye en la forma en que los ciudadanos decidirán su voto: la mitad de los encuestados prefiere elegir a una persona sin vínculos con los partidos actuales, aun cuando no tenga experiencia en gestión pública.
No obstante, a pesar de la desconfianza generalizada, la mayoría de los votantes entiende que al emitir su voto, elige tanto al candidato como al partido que lo respalda. Esto es determinante para el cumplimiento de las propuestas y la forma en que se abordarán los principales problemas del país. Aunque el rechazo a los partidos es evidente, la necesidad de estructuras políticas funcionales sigue siendo un factor clave en la gobernabilidad.
De cara a las elecciones, cada agrupación política definirá su estrategia y sus ejes de campaña para diferenciar sus propuestas. Sin embargo, los peruanos esperan que el debate se enfoque en cinco temas prioritarios: seguridad ciudadana, recuperación económica, lucha contra la corrupción, educación y salud. La fragmentación política, sumada a la desconfianza en las instituciones, genera un escenario electoral incierto. En este contexto, la calidad del debate y la claridad en las propuestas serán claves para captar el respaldo de los votantes en un proceso electoral donde la política tradicional parece haber perdido legitimidad.
*Urpi Torrado es CEO de Datum Internacional