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Sin el suspendido Zambrano ni Callens, quien sufre una afección cardíaca, fue Garcés el encargado de ser el muro defensivo que tanto necesitábamos. El defensor ganó cinco de siete duelos, según las estadísticas de Sofascore. Libró las peores batallas ante el insistente Carmelo Algarañaz, el ‘9′ boliviano que, por obra y gracia del peruano, apenas tocó la pelota 32 veces durante los 89 minutos que estuvo en el campo.

Un pedido de la hinchada al técnico Óscar Ibáñez desde que se conoció la lista de 28 años, incluso a las afueras del Nacional antes de que inicie el partido, era ver al central aliancista con la camiseta blanquirroja. Si pudo con Cavani y derrotó al gigante chileno Steffan Pino en la Libertadores, podrá con cualquiera en las Eliminatorias, pensaron. Y no se equivocaron: Garcés fue el mejor de la defensa y una de las figuras del equipo, por detrás de los goleadores Paolo Guerrero, Andy Polo y Edison Flores.

Cuando juega Perú no existen otras camisetas. Todos se unen. O así debería ser. Fuera del estadio tres hinchas caminan juntos. Uno lleva la remera de Alianza Lima, otro la de Universitario, su archirrival y el tercero la de la selección peruana. El mensaje es claro. Y en las tribunas, tampoco hay colores, solo el rojo y el blanco. Por eso, el de la ‘U’ o de Cristal no duda en aplaudir cada intervención del aliancista, cada dividida ganada o anticipación.

Y en el césped tan maltratado, Garcés muestra su jerarquía. No grita ni reniega como sí lo hace Pedro Gallese cada vez que Bolivia remata a su arco, Renzo solo tiene tiempo para quitarle el balón a los rivales y salir como si estuviera jugando en Matute. Y cuando, en una dividida, hace daño a su rival -su colega de profesión- no duda en auxiliarlo, como lo hizo con Algarañaz en una jugada en la que todo el conjunto altiplánico pidió penal.

La serenidad que emana el defensor aliancista genera confianza. Incluso cuando Perú era sometido por Bolivia, tras el descuento por un penal cometido por Luis Abram, Garcés se encargó de apagar algunos incendios con despejes, cortes o intervenciones que casi generan contragolpes. Y el hincha lo reconoce, aplaude, se admira y se pregunta por qué tardó tanto en mostrar este nivel. Aunque para él los tiempos de Dios son perfectos.

“Cumplimos el primer objetivo, esta victoria nos da un respiro. Todavía tenemos un partido con un rival directo y queremos acomodarnos en la tabla”. señaló Pedro Gallese sobre la importancia de un triunfo que se apoyó, además de la eficacia de los atacantes, en la solidez mostrada por Garcés. Con los tres puntos, Perú se puso en estos momentos a tres del séptimo lugar que otorga un cupo al repechaje mundialista.

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La dupla aliancista ante Venezuela

La solvencia de Renzo Garcés hizo que el hincha se olvidara, por un momento, que Carlos Zambrano no estaba en el campo por acumulación de tarjetas amarillas. Pero ahora, ante Venezuela este martes 25 de marzo, la dupla de centrales de Alianza Lima podría ser la titular.

Tanto Garcés como Zambrano vienen jugando junto desde el año pasado cuando conformaron una zaga de tres con Erick Noriega y desde este año hacen dupla en el equipo de Néstor Gorosito. La ideal técnico Óscar Ibáñez es que trasladen ese buen momento, esa química y entendimiento que tiene, a la selección para construir un muro defensivo en busca de un buen resultado en tierras venezolanas.