El camino de baldosas amarillas de Google podría ser un camino a ninguna parte. El gigante de las búsquedas acordó el martes comprar la plataforma de ciberseguridad Wiz por 32.000 millones de dólares (29.000 millones de euros, al cambio actual). Puede que ayude al jefe Sundar Pichai en su batalla por la nube, pero el viaje está plagado de baches.
La matriz Alphabet pagará en efectivo para comprar la empresa emergente respaldada por Blackstone, Andreessen Horowitz y Sequoia Capital. Fue un acuerdo muy reñido. A mediados del año pasado, el gigante tecnológico ofreció 23.000 millones (21.000 millones) por Wiz, según el Wall Street Journal, lo que ya habría supuesto la mayor adquisición de Google. Las conversaciones fracasaron en parte por la preocupación de que los hostiles antimonopolio del entonces presidente Joe Biden rechazaran cualquier fusión.
Las empresas pueden sentirse envalentonadas por el autoproclamado amor por los negocios del nuevo presidente, Donald Trump. Al menos, la razón fundamental tiene sentido. Google ocupa un distante tercer lugar en la venta de servicios para procesar datos en su flota de servidores, por detrás de Microsoft y Amazon. Sin embargo, los ataques de alto perfil han hecho que los Gobiernos y las empresas estén ansiosos por proteger mejor estos procesos. El ingrediente secreto de Wiz es que trata de detectar y atrapar la actividad maliciosa antes de que ocurra. Al combinarse, Google puede diferenciarse de sus rivales de una manera que interesa a los clientes.
Esta sencilla historia se complica por la realidad financiera. Es cierto que Wiz, no cotizada, puede estar creciendo más rápido que sus competidores, y la empresa afirma que espera alcanzar los 1.000 millones (900 millones) en ingresos recurrentes en 2025, según CNBC, frente a los 500 millones (460 millones) del año pasado. Estaba pensando en una oferta pública de venta después de que las conversaciones anteriores fracasaran, pero volvió a intentarlo tras contratar a Goldman Sachs como asesor. Sin embargo, el precio original ya era caro; añadir 9.000 millones (8.000 millones) lo hace aún más costoso. El acuerdo valora la empresa objetivo en 32 veces su objetivo de ventas. Pares como Datadog, Snowflake y Crowdstrike cotizan a 9, 10 y 17 veces los ingresos recurrentes esperados, respectivamente, según Visible Alpha.
Peor aún, no hay garantía de que una Administración Trump sea más amigable. El Departamento de Justicia sigue demandando a Alphabet por comportamiento anticompetitivo. La Comisión Federal de Comunicaciones está vigilando a YouTube por discriminar presuntamente a los canales religiosos. Google planea seguir ofreciendo Wiz a empresas como Amazon y Microsoft, lo que podría ser una forma de calmar las críticas. Pero el hecho de que el vendedor haya exigido una comisión equivalente al 10% del precio de la operación si los reguladores se oponen, según el Financial Times, sugiere serias dudas. Google puede acabar tropezando en su camino.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías