En 2015, durante un congreso en Aalen (Alemania), el director del Museo Arqueológico Provincial de Alicante, Manuel Olcina Doménech, mostró durante su ponencia una imagen del Togado de Pompelo, una escultura de bronce hallada en Pamplona en 1895 y a la que se le había perdido la pista once años después. Sucedió entonces el milagro. Entre el público había una investigadora norteamericana que identificó esta pieza: estaba en manos de un coleccionista privado de Nueva York. El cómo llegó allí y los avatares que sufrió durante los más de cien años que estuvo desaparecida sigue siendo un misterio.
En 2023, el Gobierno de Navarra la adquirió por 572.610 euros. Entonces, se creía que esta escultura de bronce de 127 centímetros de altura —datada en el siglo II d.C.— representaba una figura masculina vestida con toga (al carecer de busto, una costumbre de la época, se desconoce a quién podía pertenecer).
Ahora, el informe encargado por la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana a los expertos Carmen Marks-Jacob y Hans Rupprecht Goette, ha sorprendido a propios y extraños: la estatua no representa a un hombre, sino a una niña de unos 10 o 12 años que viste la toga de ciudadana romana y que lleva un haz de espigas en su mano derecha como símbolo de su futura fertilidad. Según Marcks-Jacobs, podría tener un significado funerario o haber formado parte de un grupo escultórico familiar. Creen también que la escultura data del siglo I d.C. y que es, por tanto, un siglo más antigua de lo estimado inicialmente.
Hoy en día, esta estatua es la única representación de este género en bronce. Una característica que hace todavía más singular a esta pieza, una de las dos únicas estatuas togadas en bronce de época romana halladas en la península Ibérica. La otra es el Togado de Periate, que se conserva en el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, y que fue hallado en los años ochenta del siglo XX. De hecho, en todo el antiguo territorio del Imperio Romano, tan solo se han encontrado 13 togados de bronce de ese tipo.

Desde su llegada a Pamplona, el 12 de mayo de 2022, la escultura ha sido objeto de estudios científicos, tanto de carácter técnico, como históricos y artísticos. El pasado octubre, se celebró en el Museo de Navarra la primera sesión de la XI Reunión de Escultura Romana en Hispania, encuentro especializado de carácter internacional, que organiza la Universidad de Navarra.
El objetivo era presentar el Togado de Pompelo a los máximos especialistas en estatuaria romana para que pudieran aportar sus conocimientos. Entre los participantes estaba Hans Rupprecht Goette, reconocido como una autoridad mundial en estatuaria de la Antigüedad clásica, muy particularmente de los togados. Fue él quien trasladó a las responsables del museo que muy probablemente el togado era, en realidad, una togada, y les recomendó que contactaran con la especialista Carmen Marcks-Jacob, de la Universidad Humboldt de Berlín, autora en 2005 de un artículo que incluía una interpretación distinta de esta pieza.
El Museo de Navarra encargó a ambos expertos alemanes un estudio especializado —que sigue en curso, pero del que se ha publicado este informe previo— que concluye que la persona representada en la estatua es una mujer y que adelanta en un siglo su construcción. La pieza volverá a ser expuesta a lo largo de este 2025 en el Museo de Navarra, que en la actualidad cuenta con varias salas cerradas por obras.