Nadie puede con Marc Márquez en este arranque del Mundial de 2025. Solo su hermano Álex, una vez más el único capaz de disputarle la victoria sobre el asfalto, ha rodado por delante del líder imbatido del campeonato por ahora a lomos de Ducati. En el GP de Argentina, fue de nuevo el pequeño de los Márquez Alentà (Gresini) quien comandó gran parte de la prueba, como ya ocurrió en el gran premio inaugural en Tailandia. El mismo guion y el mismo resultado. Victoria para el hermano mayor tras un adelantamiento sin miramientos a cinco vueltas de la bandera a cuadros en Termas de Río Hondo, donde el ocho veces campeón del mundo ya había ganado en otras tres ocasiones.
El triunfo del 93 le permitió igualar al padre del motociclismo español con 90 victorias mundialistas. “Estoy encantado de poder igualar a una leyenda como Ángel Nieto. Él fue y sigue siendo una persona muy importante para el motociclismo español y alrededor del mundo, quien nos abrió las puertas a todos”, apuntaba el ganador, que vistió una corona de laureles y una banda albiceleste con un lindo “gracias Ángel”. Si en Buriram tuvo bastante margen y pudo gestionar a placer la carrera, en Termas Marc necesitó forzar mucho más para llevarse el triunfo. “Llegué a pensar que el segundo puesto era un buen resultado, pero al final me encontré mejor de lo esperado. No es fácil atacar a tu hermano, y después de colarme en la primera pasada, he intentado preparar mejor la segunda, pero no lo tenía del todo controlado, esta vez he sudado”, reconocía.

Álex Márquez, con una moto satélite técnicamente algo inferior a la montura oficial, aprovechó en esta ocasión una colada de su hermano en la cuarta vuelta para tomar las riendas de la prueba y apretarle las tuercas con un ritmo endiablado. “Estoy muy contento, y cuando Marc se fue largo pensé en tirar y darlo todo por delante, aunque eso era perjudicial para gestionar bien las gomas. He apretado, pero ha sido imposible mantenerle detrás. Hemos estado más cerca que nunca”, valoró luego el segundo clasificado. Se trata del séptimo podio del pequeño de la familia en seis campañas y 91 grandes premios en la categoría reina.
Como relató su hermano, el vencedor se vino arriba en el tramo final de una carrera de desgaste a 25 vueltas. A siete de la conclusión, Marc le metió la moto a Álex pero fue demasiado optimista en la frenada, y eso llegó a distanciarle a más de medio segundo tras haber bailado pegados todo el rato. Con las gomas bajo mínimos, los hermanos intercambiaron un par de vueltas rápidas y el 93 consiguió reengancharse y fulminarle de manera definitiva. Aceleró mejor en la recta larga del trazado y consolidó el adelantamiento en la frenada de la curva cinco. Con aire limpio voló hacia el triunfo.
La única vez que Márquez empezó ganando las dos carreras inaugurales del curso fue en 2014, cuando arrancó con 10 victorias consecutivas la defensa exitosa de su primera corona en MotoGP. Con un nuevo fin de semana perfecto, el 93 ya es el piloto que más veces (28) ha logrado firmar la pole, la victoria y la vuelta rápida en carrera en un gran premio, superando al australiano Mick Doohan. El italiano Franco Morbidelli, que salía octavo, logró una tercera posición balsámica después de cuatro años sin subirse al podio, en otro pleno en el cajón para las imparables Ducati.
El tricampeón italiano Pecco Bagnaia, en otra jornada gris, volvió a llevarse un buen chasco al verse cinco segundos por detrás de su compañero de taller al cruzar cuarto la línea de meta. Johann Zarco, que consiguió meter una Honda en primera fila de parrilla por primera vez en 21 meses, terminó en sexta plaza como primera alternativa a la fábrica de Borgo Panigale, una vez más muy por encima del resto de marcas. Yamaha, en parte tras una desafortunada embestida de Marco Bezzecchi (Aprilia) sobre Fabio Quartararo en la salida, fue la única marca que no estuvo representada dentro de los diez mejores.