El Vaticano ha difundido en la tarde de este domingo la primera imagen del papa Francisco desde que fue ingresado, hace ya un mes, el pasado 14 de febrero, en el hospital Gemelli de Roma. En la foto se ve de espaldas al Pontífice en la capilla del apartamento privado que ocupa en la décima planta del centro. La información facilitada por la Santa Sede con la fotografía señala que “ha concelebrado” la misa, es decir, no simplemente asistiendo a ella, como ha sucedido hasta ahora, lo que indica un grado mayor de recuperación de su salud. El portal de noticias del Vaticano ha especificado luego que la imagen ha sido tomada tras la ceremonia, y que el Papa está sentado en una silla de ruedas.
Hasta ahora el Vaticano había evitado las imágenes del Papa y solo ha divulgado un breve mensaje grabado, el pasado 6 de marzo, aunque su voz sonó frágil y doliente, y causó casi más preocupación que tranquilidad. En la imagen, tomada en la mañana del domingo, tampoco parece que Jorge Mario Bergoglio, de 88 años y que se restablece de una neumonía bilateral, esté recibiendo ninguna asistencia respiratoria. Es otra novedad, pues hasta ahora ha mantenido siempre durante el día la oxigenoterapia, con cánulas nasales, y por la noche, ventilación mecánica con mascarilla. El mensaje, por tanto, es significativo: el Papa ya es capaz de respirar autónomamente. Este era precisamente uno de los aspectos problemáticos a la hora de pensar en una salida del hospital y las condiciones de dependencia en que se encontrará.
A la misma hora, poco antes de las siete de la tarde, fuentes vaticanas han señalado que “la situación del Papa sigue estable”, dentro de un cuadro clínico “complejo”. Continúa con el tratamiento farmacológico contra la neumonía y “prosigue de forma positiva las terapias prescritas, entre ellas la respiratoria y la motora”, añaden, en referencia a las maniobras de fisioterapia que viene realizando. Bergoglio no ha recibido visitas y ha pasado la jornada “entre oración, reposo y un poco de trabajo”, concluyen. Que haya desempeñado algunas tareas es otra señal de mejoría y recuperación.
En el mediodía de este domingo, la Santa Sede divulgó el texto para el rosario escrito por el Papa desde el hospital. “Estoy afrontando un periodo de prueba”, ha dicho a los fieles. “Me uno a tantos hermanos y hermanas enfermos, frágiles en este momento como yo. Nuestro físico es débil pero, también así, nada puede impedirnos amar, rezar, darnos a nosotros mismos, ser el uno para el otro, en la fe, señales luminosas de esperanza”, ha escrito.
La sala de prensa del Vaticano ha anunciado que el lunes no habrá parte médico, siguiendo la tónica de esta última semana, cuando se decidió espaciar los comunicados ante la mejoría del Pontífice y que no había muchas novedades, más allá de confirmar su paulatina recuperación. El último comunicado con detalles clínicos sobre el estado del Papa fue el sábado. Indicó que sus condiciones eran “estables” y se confirmaban “los progresos evidenciados en la última semana”.
Francisco cumple este domingo 30 días desde que fue ingresado con una bronquitis crónica que degeneró en una neumonía bilateral. Ha atravesado momentos críticos, con cuatro crisis respiratorias, pero el pasado lunes los médicos consideraron que había salido de la zona de “peligro inminente”. No obstante, añadieron que aún debía seguir en el hospital para recibir la terapia adecuada y recuperarse con seguridad. A partir de entonces ya está en el horizonte la salida del hospital en algún momento, pero no hay fecha y el Vaticano es muy prudente a la hora de hacer pronósticos. Esta primera imagen facilitada este domingo es un tímido primer paso de regreso.