En agosto del año pasado, Ucrania sorprendió al lanzar una audaz operación en Kursk, en lo que fue el ataque más grande dentro de territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial.
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En cuestión de días, las fuerzas ucranianas capturaron 1.400 kilómetros cuadrados de Kursk, incluyendo la estratégica ciudad fronteriza de Sudzha, y tomaron cientos de prisioneros de guerra rusos.

Una mujer pasa junto a un edificio dañado por los ataques ucranianos en Kursk el 16 de agosto de 2024, tras la ofensiva de Ucrania en esa región occidental rusa. (Foto de TATYANA MAKEYEVA / AFP).
/ TATYANA MAKEYEVA
La idea de Ucrania era provocar que el presidente Vladimir Putin moviera tropas del frente de guerra en el este, el Donbás, para trasladarlos a Kursk y así debilitar su ofensiva. Además, al consolidar su presencia en esta región Kiev podría usarla como moneda de cambio en futuras negociaciones con Rusia, cuyas fuerzas en la actualidad controlan el 20% del territorio ucraniano.
Sin embargo, Putin no debilitó el frente del Donbás y recibió como refuerzo a miles de soldados de Corea del Norte que fueron desplegados en Kursk.
Ahora, los recientes avances rusos hacen temer una pronta retirada total de Ucrania de Kursk.
El miércoles, el ministerio de Defensa de Rusia reivindicó la toma de cinco pueblos en Kursk.

Las tropas de Ucrania en Kursk desde agosto del 2024 hasta marzo del 2025. (AFP).
Según el ministerio de Defensa del Reino Unido, a mediados de febrero Ucrania controlaba 500 km2 en Kursk, pero actualmente la cifra disminuyó a 300 km2.
Ocultos en un estrecho gasoducto
La contraofensiva rusa se vio impulsada por una operación que parece sacada de una película. El sábado, Yuri Podolyaka, un bloguero pro-Kremlin de origen ucraniano, publicó en Telegram que fuerzas especiales de Rusia caminaron unos 15 kilómetros dentro de un gasoducto que el país empleaba para enviar gas a Europa y que ahora está en desuso. El tubo cuenta con un diámetro de 1,4 metros.
Algunos soldados rusos pasaron varios días en el tubo antes de atacar a las unidades ucranianas por la retaguardia cerca de Sudzha, afirmó el bloguero.
La información fue confirmada por el Estado Mayor ucraniano, que indicó que “grupos de sabotaje y asalto” rusos utilizaron el gasoducto en un intento de afianzarse en las afueras de Sudzha. Sin embargo, agregó que las tropas rusas fueron “detectadas a tiempo” y que Ucrania respondió con cohetes y artillería.
Two Majors, otro bloguero que informa sobre la guerra, dijo que se estaban librando encarnizados combates por Sudzha, y que las fuerzas rusas lograron entrar en la ciudad a través de un gasoducto.
Mientras que los canales rusos de Telegram mostraron fotos de lo que decían que eran fuerzas especiales con máscaras antigás y se movían por el interior de una gran tubería.
Inside the Kursk pipeline used by Russia in a recent assault pic.twitter.com/ePUmqUwNQ5
— Preston Stewart (@prestonstew_) March 10, 2025
Zelensky habló el miércoles de la situación. “Nuestros militares en el territorio de la región de Kursk llevan a cabo su misión. Los rusos intentan presionar al máximo a nuestras tropas. Los mandos militares (ucranianos) hacen lo que tienen que hacer para proteger al máximo la vida de nuestros soldados”, dijo en una rueda de prensa celebrada en Kiev.
La agencia EFE informó que la última actualización del mapa de la plataforma ucraniana de análisis de la guerra DeepState da la mayor parte de Sudzha como tomada por las fuerzas rusas.
Por su parte, RIA Nóvosti dijo que el ejército ruso está eliminando los últimos focos de resistencia ucraniana en Sudzha.
Según informaron varios medios, las fuerzas aerotransportadas de Séver izaron el miércoles la bandera rusa en la plaza central de Sudzha.
La Guardia Nacional rusa informó el miércoles en un comunicado que las tropas ucranianas se están retirando de Kursk, aunque no todos los soldados han abandonado sus posiciones.
«Sorprende que se hayan mantenido tanto tiempo en Kursk»

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, asiste a una cumbre sobre su país en Lancaster House, Londres, Reino Unido, el 2 de marzo de 2025. (EFE/EPA/JAVAD PARSA).
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La pérdida de terreno de los ucranianos en Kursk coincide con la decisión de Estados Unidos de suspender el apoyo militar y dejar de compartir datos de inteligencia con Ucrania, algo que fue revertido en las últimas horas.
Ello luego de que Ucrania aceptara una propuesta de Estados Unidos para aplicar de forma inmediata un alto el fuego de 30 días. Se está a la espera de la respuesta de Putin para que entre en efecto.
El analista internacional Enrique Banús considera que la toma de Kursk por parte de Ucrania para ser usada como moneda de cambio con Rusia ha perdido peso y relevancia porque ahora toda la negociación es directamente con Estados Unidos.
“En realidad, lo sorprendente es que los ucranianos hayan aguantado tanto tiempo allí, porque Kursk es una posición muy difícilmente defendible. Y esa acción también de todas maneras retira la atención de los rusos de otras zonas de guerra”, dijo Banús a El Comercio.
“Si finalmente Rusia recupera Kursk, no creo que sea una gran pérdida para Ucrania, porque el foco de la negociación se ha trasladado a otro punto”, remarcó Banús.
Sobre la decisión de Donald Trump de retirar y luego devolver la ayuda militar y de inteligencia a Ucrania, Banús opinó que esa es la única estrategia que conoce el presidente de Estados Unidos.
“Él tiene una idea, y si no se impone a la primera hace presión, y es lo que está haciendo en todos los frentes. Habrá que acostumbrarse a que ese es su estilo. Es una persona que no entiende que le digan que no. Por lo menos la ayuda fue restablecida poco tiempo después. Era muy peligroso dejar sin inteligencia a Ucrania”.
Sobre la tregua aceptada por Ucrania, Banús dijo que Putin estaría pensando en decir que no, pero sin enojar en exceso a Trump.
“Habrá que ver qué presión aplica Trump ante una negativa de Putin, teniendo en cuenta que Rusia no es Ucrania”, enfatizó.