Las fuerzas armadas ucranias han llevado a cabo esta madrugada su mayor bombardeo sobre Rusia desde que comenzó la guerra, según el Ministerio de Defensa ruso. El organismo asegura haber derribado 337 drones en esta última oleada, aunque algunos aparatos han golpeado la capital. Allí han fallecido al menos dos personas y otras 13 han resultado heridas al alcanzar edificios y aparcamientos. Este ataque se produce horas antes de una reunión que se considera decisiva para la evolución del conflicto entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, con una delegación de alto nivel ucrania en Yeda (Arabia Saudí). El encuentro de este martes será el primer contacto cara a cara entre los Gobiernos de ambos países desde la bronca televisada del presidente estadounidense, Donald Trump, y su número dos, J.D. Vance, al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, en el Despacho Oval el 28 de febrero.
La defensa rusa ha señalado, en relación con el ataque de esta madrugada, haber derribado 126 drones sobre Kursk, donde se libra la guerra también desde hace medio año; 91 sobre la región de Moscú y la propia capital; y 38 sobre la fronteriza Briansk. El resto se reparten entre varias provincias de la Rusia europea. El último gran ataque ucranio contra Rusia se produjo el pasado 1 de noviembre, cuando el ejército ruso dijo haber derribado entonces 158 drones.
El ejército ucranio ha emprendido esta acción de castigo después de que el país euroasiático redoblase sus bombardeos contra Ucrania tras la cumbre de rearme europeo. En uno de los últimos bombardeos rusos —cometido el pasado viernes con una combinación de misiles balísticos, misiles y drones—, al menos 11 personas murieron. Entre ellas, cinco niños. Sin embargo, el Ministerio de Exteriores ruso ha vinculado el ataque ucranio a la visita a Moscú del secretario general de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Feridun Sinirlioğlu.
“No es la primera vez que la visita a Moscú de una delegación extranjera de alto rango se ve acompañada de un ataque con drones ucranios, y esta noche el régimen de Kiev [el Gobierno ucranio, electo y reconocido incluso por Moscú en 2019] ha lanzado drones contra la capital cuando el secretario general de la OSCE estaba de visita”, ha manifestado la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova. “El jefe de una organización que los patrocinadores de Zelenski han reducido a un foro de debate y han privado de su propósito original: garantizar la seguridad y la cooperación en Europa”.
“El ataque más masivo de vehículos aéreos no tripulados enemigos contra Moscú ha sido repelido”, ha escrito, por su parte, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, en su canal de Telegram. “Gracias a las fuerzas de la defensa aérea de las Fuerzas Aeroespaciales del Ministerio de Defensa de Rusia por su excelente trabajo”.
El sureste de la región capitalina ha sido la zona más golpeada por el ataque. En concreto, los distritos de Domodédovo, donde se encuentra uno de los tres grandes aeropuertos de la región, y Ramenski.
La caída de los restos de un dron en el aparcamiento de un complejo industrial de Domodédovo mató en el acto a un guardia de seguridad de 38 años, casado y con un hijo y una hija, e hirió a dos hombres más. Otra de las víctimas, un hombre de 50 años, no sobrevivió tras ser ingresado en el hospital. “Los médicos lucharon por su vida hasta el final: reanimaron su corazón cuatro veces”, lamentó el gobernador de Moscú, Andrei Vorobiov.











En el centro clínico del distrito fueron ingresadas dos víctimas más: una mujer de 43 años con una herida abdominal, daño intestinal y una laceración en el pecho, y un hombre de 44 años con una herida abdominal, una fractura abierta del hombro y una herida de metralla en el gemelo. Las familias de los fallecidos recibirán una compensación de un millón de rublos, unos 10.500 euros al cambio.
El artefacto que cayó en el aparcamiento de Domodédovo provocó un incendio que dañó unas dos decenas de vehículos. Además, otro dron cayó en las vías del ferrocarril, lo que obligó a interrumpir su servicio.
En Ramenski, las autoridades desalojaron un edificio residencial tras ser golpeado por un dron. El artefacto destruyó varios apartamentos en los pisos altos del bloque.
El canal de Telegram Shot, vinculado a las fuerzas de seguridad rusas, ha difundido imágenes de algunos apartamentos destrozados. Una de las víctimas, Vladíslav, fue herido en las manos al estallar las ventanas de su hogar. “Los drones enemigos que atacaron la región de Moscú estaban equipados con elementos impactantes: cojinetes metálicos de 7 milímetros de diámetro”, denuncia.
El ataque de Moscú fue lanzado con grupos de 6 a 12 drones para sobrecargar las defensas antiaéreas rusas, según las fuentes del canal Shot. La oleada incluía modelos de largo alcance de tipo Rubaka, Lyuti y PD-2, conocido este último como “El dron del pueblo”.
Al mismo tiempo, en la frontera con Ucrania, los antiaéreos rusos han abatido más de un centenar de drones sobre la disputada región de Kursk. Allí, el jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, ha visitado este martes a sus tropas en el terreno para celebrar “sus éxitos en el cumplimiento de sus tareas asignadas” y darles instrucciones para proseguir en su empuje sobre las fuerzas ucranias. El ejército ruso ha logrado recuperar dos tercios del territorio perdido hace medio año y la situación de las fuerzas de Kiev, amenazadas por un posible cerco, es cada vez más precaria.