Catorce es un número constante en la vida de Shakira: fue la edad a la que debutó en la industria musical con su álbum Magia (1991), el día de octubre de 2017 en que casi pierde la voz por una hemorragia en las cuerdas vocales, y el tiempo de espera para reencontrarse con el público peruano desde aquella presentación en 2011 en el Estadio San Marcos que demostró que la artista colombiana no solo es una estrella mundial, sino que su conexión con el público es tan fuerte que este está dispuesto a esperar un poco más hasta su próximo concierto el 16 de febrero del próximo año.
Y es que, siendo la artista más joven en ganar un Grammy en la categoría de Persona del Año y una de las pocas sudamericanas en poseer una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, Shakira se ha consolidado como una de las artistas más demandadas a nivel mundial. Sus shows representan no solo un reto para la creatividad de su equipo en las giras, sino también para los productores musicales de los países donde se presenta.
“Este proceso duró más de un año. Nunca me había costado tanto traer a un artista, porque hubo una gran competencia, no solo de empresarios peruanos, sino también de extranjeros que querían realizar el concierto aquí en Perú”, nos cuenta César Ramos, gerente general de Masterlive Perú, productora que trae de regreso a la cantante. “Luego de conseguir que viniera, nos planteamos el reto de hacer que este sea el show más económico de la región en cuanto a la gira de Shakira, y lo logramos”.
Cumplir con los requisitos de la artista y montar un concierto de tal magnitud, en uno de los mejores momentos de su carrera, requiere más que lo convencional. Ya no basta con pantallas normales, parlantes y la parafernalia clásica de un concierto; cuando se trata de Shakira es necesario implementar nuevos elementos en la escena de espectáculos en Perú.
“Estamos requiriendo de empresas extranjeras un tipo de tecnología que no se encuentra aquí. El equipo de Shakira jamás acepta que los requisitos de sus shows estén a un 90%; lo quieren al 100% o no se realiza”, menciona Ramos, quien promete será un show único. “Tendremos un escenario más grande de lo habitual, una pasarela que recorrerá casi todo el estadio, pantallas de mejor calidad y elementos visuales que no son usuales de ver”.
Una estrella en Lima
Entre las exigencias de una artista de la talla de Shakira, quien cosecha éxitos desde la década de los 90, no puede faltar la solicitud de la habitación más grande en los hoteles donde se hospeda, además de frutas, bebidas rehidratantes y la inclusión de comida árabe. Como buena descendiente de libaneses, siempre busca integrar en su menú algún platillo que le recuerde a su familia.
“Además de lo habitual, en esta ocasión nos ha pedido que 200 personas se encarguen de la seguridad de su equipo, además del apoyo policial requerido, autos blindados para movilizarse, vigilancia las 24 horas y muchas más exigencias enfocadas exclusivamente en su seguridad”, cuenta César Ramos, gerente de Masterlive Perú.
Otra particularidad de esta presentación se encuentra en la venta de entradas para el concierto, que, según lo acordado por Masterlive Perú y el equipo de Shakira, esconde una sorpresa si se cumple una meta específica. “Ya está conversado que, si logramos un sold out lo antes posible, Shakira tendrá una segunda fecha en Perú. Solo necesitamos ese ‘check’ para tener todo listo y lanzar una nueva presentación”, revela Ramos.
El show durará casi dos horas y no solo será una muestra de su actual faceta musical, sino también un recorrido por toda su trayectoria, comenzando con temas de su etapa de los años 90, pasando por cada uno de los cambios y éxitos presentes en su carrera, hasta llegar a su actualidad.
Respecto a la lista de canciones para este concierto, aún no hay temas confirmados más allá del sencillo realizado con Bizarrap que da nombre a la gira. Sin embargo, el repertorio se centrará en los grandes éxitos de la artista (no sorprendería entonces que cante “Acróstico”, “Ciega, sordomuda” u “Ojos así”). Además, la cantante no solo llegará para ofrecer el espectáculo, sino también para realizar un breve recorrido turístico por Lima. “Ella va a llegar dos días antes con sus personas más cercanas y se quedará dos días después del show. Al parecer, no se trata solo de hacer un concierto, sino de volver a caminar por Perú”, concluye Ramos.