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Saúl Ñíguez celebra su gol en El Sadar ante Osasuna. /
Jornada 19
El portero esloveno volvió a ser decisivo diez minutos antes que el jugador alicantino rompiese la resistencia de Osasuna tras un pase en largo de De Paul
Tras su dolorosa eliminación en la Copa y las críticas al arbitraje en el Bernabéu, Jan Oblak y Saúl Ñíguez se encargaron de reanimar al Atlético de Madrid en El Sadar. En un disputado partido ante un incansable Osasuna en el que el equipo rojiblanco también pudo perder, aunque no lo mereciese, el Atlético se llevó, gracias a su portero, al autor del único gol y a su asistente, Rodrigo de Paul, que firmó una gran actuación, una muy sufrida victoria.
Al Atlético, salvado por Oblak diez minutos antes del 0-1, le costó muchísimo romper la resistencia de Osasuna, lo que no consiguió hasta el tramo final, cuando un pase en largo de De Paul controlado con el pecho por Saúl valió para que el jugador alicantino batiese a Aitor Fernández, también decisivo para impedir en los últimos minutos de toma y daca que el triunfo del Atlético fuese más amplio.
El primer gol de Saúl como rojiblanco esta temporada tras su regreso del Chelsea premió la insistencia del Atlético en terreno rojillo, donde volvieron a imponerse el orden y la disciplina de Osasuna hasta que decantó la balanza una conexión letal De Paul-Saúl. Cayó con dignidad Osasuna, al que le faltó mordiente arriba y le sobró Oblak para sorprender a un Atlético muy exigido ahora que el billete a la Champions es su único objetivo y una posible marcha de Simeone a final de temporada parece cada vez más clara.
Con siete cambios en el once de Osasuna con respecto al partido de Copa en el que selló ante el Sevilla su pase a semifinales, gracias un gol de Abde en la prórroga, el equipo de Jagoba Arrasate volvió a exhibir sacrificio defensivo y maniató al Atlético durante todo un primer tiempo en el que impidió que los rojiblancos tuviesen fluidez y creasen ocasiones.
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Fuente: El Comercio